Un parón de casi dos años para ver el primer capítulo de la temporada 8 de Juego de Tronos. Un tiempo excesivo para los nervios de los amantes de la saga, pero suficiente para repasar con calma todas las temporadas. Desde entonces, el hype entre la comunidad no ha parado de crecer, dando lugar a múltiples teorías acerca del final. Hoy, por fin, tenemos nuestra dosis de Juego de Tronos.
La serie no ha parado de crecer en presupuesto y eso es de agradecer. El paralelismo entre la primera secuencia de la temporada 8, cuyo protagonista es un niño que contempla la llegada del ejército de Daenerys, y la escena de Arya en los compases iniciales de la serie es más que evidente, pero la cantidad de extras y CGI no tiene nada que ver.
En este sentido, el primer capítulo de esta octava temporada está cargado de guiños y referencias a la primera temporada. Demasiados para exponerlos aquí, así que ya les dedicaremos su propio espacio.
Conociendo a la familia
La llegada de Daenerys a Invernalia es de todo menos cálida. Si alguien creía que la reina dragón sería aclamada por la plebe norteña, se equivocaba por completo. La que sigue actuando como una piedra en el zapato es Sansa, que se muestra estoica ante un cumplido inicial de Daenerys. Mucho me temo que, durante buena parte de la temporada, Sansa seguirá mirando más por los intereses de Invernalia y de los lords norteños que por el inminente peligro que se acerca por el norte.
Reencuentros
Quien no se cansa de avisar de la llegada de los caminantes es Bran. Más allá su advertencia inicial (menuda cortada de rollo), durante el resto del capítulo se limita a mirar a la gente como si los hubiera pillado cantando en la ducha. El cuervo de tres ojos lo sabe todo y no duda en ruborizar a todo aquél que se encuentre en su camino.
Lo confesamos, sentimos una cierta devoción por Arya. Su reencuentro con Jon junto al Árbol Corazón ha estado a la altura de las expectativas y nos ha despertado más de un suspiro. Su abrazo es lo más tierno y cálido que hemos visto en la serie, así que enhorabuena a Maisie Williams y Kit Harrington por saber transmitir a las mil maravillas el amor entre hermanos. Cariño de verdad en Juego de Tronos, ¿dónde se ha visto?
Varios reencuentros más se suceden en las secuencias siguientes. Tyrion y Sansa son los primeros. No tuvieron tiempo de congeniar demasiado antes de la boda púrpura, así que no nos sorprende que su trato ahora sea más bien distante. Igual de tenso es el reencuentro entre Arya y El Perro, pero en el fondo subyace un respeto mutuo difícil de ocultar en pantalla. !Qué bien funciona esa pareja!
Pero este 8x01 (Invernalia) no es solo un capítulo de reencuentros, sino también de revelaciones.
Cersei ya tiene ejército (pero sin elefantes)
Mientras tanto, en Desembarco del Rey, Cersei recibe a la Compañía Dorada entre la satisfacción y el desengaño. Si bien obtiene el ejército que andaba buscando, por un extraño motivo esperaba que una manada de elefantes cruzara el Mar Angosto. Tras la pataleta por los elefantes, deja que Euron Greyjoy obtenga lo que desea: una noche de pasión. Ahora Cersei tiene más poder sobre Euron de lo que el propio Euron cree.
Bronn sigue a lo suyo y, mientras un ejército de muertos azota el norte, él se dedica a frecuentar los burdeles de Desembarco del Rey (cada uno se toma el fin del mundo como quiere). La visita del maestre Qyburn le obligará a ponerse de nuevo en acción, y es que recibe el encargo de cargarse a Jaime después de que éste traicionara a Cersei. Veremos si esta vez antepone las amistades al oro.
Un beso de cine
La química entre Jon y Daenerys fue uno de los temas centrales en la temporada anterior, pero lejos de ocultar su atracción, han decidido declararse como pareja oficial. Los dragones, que son como hijos para Daenerys, han encajado bien la relación e incluso permiten que Jon se dé un vertiginoso paseo a lomos de Rhaegal. Esta danza de dragones es uno de los momentos más espectaculares de toda la serie. Piel de gallina.
Tras ¿aparcar? a los dragones, llega la casi bochornosa escena del beso. Un momento tierno a la vez que empalagoso con una enorme cascada como telón de fondo. El gesto de Drogon parece decir “vosotros, tortolitos, tenemos siete reinos que salvar”.
Revelaciones
Sabíamos que, en algún momento de la temporada 8 Jon tendría que afrontar la verdad acerca de su familia, pero no esperábamos que fuera tan pronto. Quién mejor que Sam para plantarle a la cara que nunca ha sido un bastardo, que es el hijo secreto de Lyanna Stark y Rhaegar Targaryen y que es el legítimo heredero al trono de hierro. No es un plato fácil de digerir para Jon porque implica dos cosas: Ned Stark le ha estado mintiendo toda la vida y tendrá que decirle la verdad a la todopoderosa Daenerys.
Sam, quien acaba de saber que la reina dragón carbonizó a su padre y a su hermano, trata de convencer a Jon para que reclame su legítimo derecho al trono. Pero claro, él ya hincó la rodilla ante Daenerys. Más quebraderos de cabeza para el pobre Jon.
El mensaje
Edd el Penas, Beric Dondarrion y Tormund se llevan el susto del capítulo. Siguiendo el rastro de muerte del ejército de Caminantes, se topan con un espeluznante mensaje del Rey de la Noche: el cuerpo ensartado del pequeño lord Umber sobre una espiral de miembros mutilados. Este macabro símbolo ha sido el objeto de especulaciones en ete primer capítulo de la temporada 8. ¿Qué significa? ¿A quién va dirigido?
El piloto de la serie ya nos demostró que a los Caminantes Blancos les encanta dibujar patrones con los cuerpos de sus víctimas, aunque la primera espiral apareció tras la masacre en el Puño de los Primeros Hombres. Más aún, las visiones de Bran nos dan ciertas pistas sobre la espiral: el símbolo tiene su importancia en la cultura de los Niños del Bosque y guarda relación con la creación del Rey de la Noche. Carne de teorías.
Por cierto, ver a lord Umber convertido en una pequeña bestia sedienta de sangre nos ha dado muy mala espina.
Bran lo sabe todo
El cliffhanger del capítulo es la llegada de Jaime a Invernalia. El Matarreyes ha tardado en darse cuenta de cuál es el bando más cool, pero llega al Norte dispuesto a luchar por los vivos. Otra cosa es que obtenga el perdón de Daenerys, pero suponemos que Tyrion actuará de mediador entre su hermano y la reina. Bran, cuyo papel es incomodar con la mirada a diestro y siniestro, es el primero en saber de la llegada de Jaime. Bran lo sabe todo. Bran sabe hasta cuando vas al baño. Bran es lo más corta-rollos que hemos visto en mucho tiempo.
Conclusión
Estamos seguros de que prácticamente nadie se ha sentido decepcionado con este primer capítulo de la temporada 8. No se ha limitado a ser un episodio de reencuentros y nos ha ofrecido algunos momentos trascendentales, como la revelación de Sam a Jon o el mensaje del Rey de la Noche.
Lo mejor:
Tengo la sensación de que la serie nos brinda el momento de calma antes de la tormenta. Eso se nota en algunas situaciones distendidas e incluso guiños cómicos (“¡apártate, tienes los ojos azules!”), pero después de casi dos años esperando, los fans de la serie se merecían un capítulo que no dejara sensaciones agridulces. La nostalgia hace su aparición en Juego de Tronos.
Lo peor:
10 millones de presupuesto por capítulo no nos pueden dejar una vista aérea de Invernalia tan poco creíble. Más allá de esos pocos segundos de metraje, no le podemos reprochar nada a 8x01 (Invernalia). Quizás el reencuentro entre Tyrion y Sansa nos sabe a poco, pero entendemos que, a estas alturas, no hay tiempo para florituras. La cosa pinta muy bien.
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