‘Te quiero, muérete’ es un documental de Erin Lee Carr para HBO en el que se cuenta la historia del juicio del Estado contra Michelle Carter por la muerte de Conrad Roy. Conrad Roy tenía 18 años cuando se suicidó en su coche inhalando monóxido de carbono. Michelle Carter tenía 17 años cuando le colgó el teléfono por última vez a Conrad diciéndole que volviera al maldito coche de una vez.
Ambos vivían a una hora de distancia, en Massachusetts, pero se conocían de Florida, les presentó la tía de Conrad cuando coincidieron allí en vacaciones de verano. Cada uno de sus abuelos tenía una casa allí. Cuando se suicidó Conrad llevaban hablando por mensajes de móvil desde hace varios años, pero las veces que se habían visto se podían contar con los dedos de una mano.
Conrad era un apasionado de los barcos. Su familia siempre “ha trabajado y se ha divertido en el agua”. Con apenas dieciocho años ya había sacado el título de capitán.
Michelle era la típica adolescente norteamericana: rubia, ojos azules, amable, educada,… Ambos en los últimos compases antes de la vida adulta. Ambos, desgraciadamente, arrastraban problemas mentales desde hacía años.
‘Te quiero, muérete’ es también un documental de Erin Lee Carr para HBO que está dividido en dos episodios de 58 y 75 minutos respectivamente. En el primero de ellos ‘La acusación’, se explica el caso y el juicio desde el punto de vista de la acusación pública por homicidio imprudente que presentaron contra Michelle Carter los distintos poderes públicos: primero la policía, después el Estado de Massachusetts y finalmente la Corte Suprema. En el segundo, ‘La Defensa’, asistimos al caso desde el otro punto de vista, el de los abogados de Carter.
Cada una de las dos partes de ‘Te quiero, muérete’ nos lleva a cuestionarnos dónde está la verdad, una pregunta absolutamente actual que hace que este documental sea una de las piezas audiovisuales más valiosas del año. Del mismo modo que David Fincher y Gillian Fynn en ‘Perdida’ jugaban con nuestras mentes y nuestros prejuicios a lo largo de la trama para tejer un thriller apasionante sobre personas normales, Erin Lee Carr consigue, aplicando una técnica sencilla, que seamos capaces de pasar de un lado a otro de la balanza en apenas un par de horas. Todo un ejercicio de estilo que aúna sencillez y efectividad.
‘Te quiero, muérete’: HBO apunta al amor en tiempos de WhatsApp
Pero, sin duda, ‘Te quiero, muérete’ es un documental de Erin Lee Carr para HBO que nos sirve como un breve pero certero estudio de las relaciones afectivas entre los más jóvenes (y no tan jóvenes) hoy en día. Unas relaciones que han quedado totalmente determinadas al poder de una tecnología que ha moldeado nuestra forma de comunicarnos y expresarnos de una manera asombrosa.
Como bien apuntan varios de los expertos que aparecen en ‘Te quiero, muérete’ -que son muchos y de primer orden en varios ámbitos: judicatura, periodismo, psiquiatría,…- la relación que mantienen durante años Cornad y Michelle hubiera sido imposible de llevar a cabo hace apenas una generación.
El amor por correspondencia es una constante a lo largo de los tiempos, pero no es eso lo que vivimos en una relación por WhatsApp o por cualquier otra plataforma de mensajería. En primer lugar tenemos el tema de la inmediatez. Ahora mismo llevamos las voces de todos nuestros conocidos -y quizá algunos desconocidos- en nuestra cabeza todo el día. Ese ‘Te quiero, muérete’ que resume el documental no podría darse de otra forma que no fuera de forma inmediata.
Además, tenemos también que tener presente que, cuando utilizamos estas aplicaciones de mensajería y a diferencia de con el correo postal tradicional, todas nuestras palabras, sentimientos e intenciones quedan registradas tanto para las empresas que controlan las aplicaciones como para las fuerzas del orden público. Sin caer de nuevo en la repetida metáfora del Gran Hermano, es evidente que nuestras relaciones han dejado de ser privadas.
El amor (o lo que fuera) de Conrad y Michelle mezcla las figuras tradicionales del amor platónico: amor imposible, en la lejanía, sin consumar… con las nuevas formas de control de las nuevas tecnologías. Esa voz de la que hablábamos, la que tenemos que escuchar todo el tiempo en nuestra cabeza.
‘Te quiero, muérete’ es otra muestra de que la televisión y el streaming no tienen por qué haber matado al cine y a sus grandes historias. También que hay que aprovechar las nuevas formas de presentar estas historias. La división en dos capítulos que tiene este documental hace que no funcione igual que si los viéramos en una sola sesión de cine.
HBO vuelve a triunfar con un documental que apunta en el centro de la diana correcta. Imprescindible.
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