Aunque la más conocida sea la adicción a las drogas, por sus consecuencias en la salud y por haberse convertido en un problema de máxima preocupación para la sociedad, existen varios tipos de adicciones a otras sustancias consideradas legales, así como a ciertas conductas.
Independientemente de su naturaleza, cualquier adicción funciona en el cerebro estableciendo un nexo entre una conducta “X” y una recompensa, llegando a crear una dependencia hacia ellas.
- Para saber más: Tipos de drogas y sus devastadores efectos en las personas.
¿Qué es una adicción?
Entendemos por “adicción” el deseo irrefrenable por consumir una sustancia o bien por realizar alguna actividad que le reporta satisfacción a la persona. Debido a esta gratificación, los diferentes tipos de adicciones se consolidan en el cerebro y convierten en hábitos incontrolables que, de no realizarse, generan malestar en el individuo.
Por eso mismo, la persona adicta buscará constantemente cómo saciar esa necesidad imperiosa de llevar a cabo la conducta que sea que le provoca placer. No obstante, todos los tipos de adicciones son peligrosos sin excepciones, pues pueden conllevar a la dejadez de las obligaciones personales del afectado y repercutir muy negativamente en sus relaciones personales.
Adicción física
Este término se refiere a las reacciones del cuerpo ante la presencia habitual de una sustancia. Debido a lo que se conoce como “tolerancia”, la respuesta del cuerpo ante estas drogas ya no es como al principio, pues el organismo se ha adaptado. Como resultado, no se experimentan los efectos deseados que motivaron los primeros consumos, por lo que el adicto aumentará la dosis de esa sustancia en cuestión, para así volver a sentir el mismo placer que al comienzo.
Además, la adicción física se manifestará si se produce una retirada brusca de la droga, ocasionando lo que se conoce como “síndrome de abstinencia”, un fenómeno que variará según el compuesto del que se trate.
6 tipos de adicciones a sustancias
Cuando comúnmente pensamos en tipos de adicciones, lo primero que nos viene a la cabeza son las drogas.
La adicción a ciertas sustancias se basa en su inoculación, ingesta o aspiración, algo que desencadena una serie de procesos químicos en el cerebro relacionados con los mecanismos de recompensa. Veamos las más comunes:
1. Alcohol
Aunque el consumo de estas bebidas esté legalizado en todo el mundo, el alcoholismo es uno de los tipos de adicciones más peligrosas que existen, más si tenemos en cuenta que cada vez el inicio se produce a edades cada vez más tempranas.
Los alcohólicos sienten la necesidad de beber prácticamente a diario y varias veces durante el día. Debido a la tolerancia, la dosis para entrar en estado de embriaguez es progresivamente mayor, algo que entraña un alto riesgo para el organismo, que se va deteriorando.
Con las bebidas alcohólicas, se afectan aquellas estructuras del cuerpo humano encargadas de procesar las moléculas que contienen alcohol (riñones e hígado principalmente, aunque no las únicas). De la misma manera, no hay que olvidarse de las repercusiones a nivel mental, laboral o social.
2. Nicotina
Detrás de cánceres letales como los de pulmón, lengua, esófago o garganta, se encuentra la nicotina, una sustancia que también está relacionada con otras patologías circulatorias.
Este compuesto orgánico se encuentra contenido en altas dosis en los cigarrillos, un producto cuya toxicidad aparece ya desde la primera calada. No obstante, a pesar de todo lo que se sabe sobre sus efectos perjudiciales, la comercialización de cigarrillos no cesa, por culpa de la gran masa de dinero que las tabacaleras mueven en todo el mundo.
Los consumidores alegan que fumar pitillos les reporta beneficios, como por ejemplo, ayudarles a relajarse y a estar menos alterados. Pero en realidad, el tabaquismo representa uno de los tipos de adicciones a sustancias legales más mortales en la actualidad.
3. Drogas ilegales
En el grupo de las sustancias ilegales, encontramos todo distintas clases de drogas que se clasifican según sus principios activos, capacidad adictiva y efecto del consumo.
Por ejemplo, entre las llamadas “drogas blandas”, encontramos el cannabis o la marihuana, dos de las más consumidas y, a menudo, la puerta a otras más peligrosas. Igualmente, otras drogas como los opiáceos (donde se incluye la heroína), tienen una alta capacidad adictiva ya desde la primera inoculación, algo que para ciertos perfiles de personas supondrá el comienzo de la adicción.
Otra droga que causa uno de los tipos de adicciones más potentes es la cocaína. Se ubica justo en extremo opuesto a los opiáceos, ya que esta sustancia activa el sistema nervioso central, aumentando la atención y preparando para la acción. Pero se trata de un peligro potencial, debido a una alta capacidad por causar adicción.
4. Metadona
La metadona es un analgésico que se emplea para tratar la deshabituación a la heroína y a otros narcóticos, que no hace más que suplir las sensaciones que los opiáceos generan, por lo que es una alternativa no exenta de polémica. Para avivar el debate, se sabe que muchos ex heroinómanos persisten en el consumo de metadona aun llevando años limpios.
5. Medicamentos con receta
Fruto de la sociedad hipocondríaca en la que vivimos, donde aparecen (o se “fabrican”) enfermedades que antes no existían, la sobremedicación en busca de una necesidad casi patológica por estar 100% sanos, se ha convertido en uno de los tipos de adicción más comunes hoy en día.
Muchos medicamentos recetados, aunque los recomienden personas tituladas, causan adicción física, de la misma forma que lo hacen las drogas ilegales que hemos visto; provocando que el adicto los consuma aun cuando ya ha desaparecido el mal por el que comenzó a tomarlos. En lugar de ello, persistirá en este consumo en busca de sensaciones placenteras.
6. Cafeína
Cantidad de productos cotidianos que consumimos están cargados con este alcaloide. No sólo el café, sino también bebidas (igualmente cargadas de azúcar), fármacos y hasta el chocolate. Si bien es cierto que no se trata de un componente peligroso como otros que hemos analizado, sí que genera uno de los tipos de adicciones más recurrentes en esta sociedad de la inmediatez, donde todo debe hacerse cuanto más rápido posible y a menor coste posible, mejor.
Lo malo es que sí que hay un coste: nuestra salud. Los adictos a la cafeína sienten que deben tomarla varias veces en un día para poder rendir con efectividad, de lo contrario se sentirán menos productivos, cansados y con problemas para concentrarse.
9 tipos de adicciones conductuales
Los siguientes tipos de adicciones tienen la particularidad de que el sujeto está dominado por la necesidad de realizar una conducta que le reporte placer, llegando al punto de perder su capacidad de autocontrolar este impulso y de negarse a ver el problema como tal.
7. Compras compulsivas
Una de las consecuencias de vivir en una sociedad capitalista se hace patente con lo que se denomina con el nombre técnico de “oniomanía” o “adicción a las compras”, uno de los tipos de adicciones comportamentales que puede llegar a ser muy incapacitante y con severas consecuencias para quien disponga de una tarjeta de crédito a su alcance.
La diferencia entre alguien que va a comprar cuando necesita algo de quien sufre una adicción por comprar, está en que esta última persona siente el estímulo irrefrenable de comprarse cosas no porque las necesite, sino por la satisfacción que experimenta al hacerlo, ya que mediante esta acción pretende mitigar sentimientos extremos de enfado, tristeza o vacío.
En inglés se utiliza el término “shoppaholic” para referirse coloquialmente a las personas aquejadas de esta patología.
8. Juegos de apuestas
Las salas de juegos, casinos y demás, están repletas de personas que padecen una adicción a los juegos de apuestas, cuyo nombre técnico es “ludopatía”. Este tipo de personas están motivadas por su deseo de ganar la mayor cantidad de dinero, una idea que les lleva a cometer arriesgadas apuestas hasta gastar hasta la última moneda de su cartera. Es frecuente que acumulen deudas de juego o que pongan en riesgo los ahorros familiares y, aun así, no sentirlo como un aviso para detenerse.
9. Videojuegos
Los juguetes de antaño han sido sustituidos por videojuegos de ordenador o de consolas. Esta nueva forma de entretenimiento tiene un potencial adictivo que consume un tiempo que debería ser dedicado a las obligaciones escolares, repercutiendo así negativamente en sus progresos académicos.
No obstante, los adultos no están exentos de padecer adicción a los videojuegos. En ambos casos, además, pueden superar límites insospechados: aislarse socialmente y descuidar sus necesidades básicas, como la comida o la higiene personal, con tal de pasarse horas jugando.
Este fenómeno se ha denominado hikikomori en Japón, donde los casos llegan a ser extremos.
10. Tecnología: adicción al teléfono móvil, las redes sociales o Internet
Una tríada muy peligrosa que tan solo hace falta que salgamos a la calle y echemos un vistazo en derredor, para darnos cuenta de lo peligrosa que llega a ser.
El desarrollo tecnológico ha traído consigo grandes avances que han resultado muy útiles para el ser humano. Pero como nuestra especie no conoce lo que es la mesura (y si lo hace, se le da muy bien ignorarla), el uso de las nuevas tecnologías ha llegado a prostituirse y a hacernos malinterpretar el mensaje de que no somos nadie si no contamos con un dispositivo electrónico en las manos o si no contamos al mundo lo felices que somos.
Existen diferentes tipos de adicciones a las nuevas tecnologías, que repercuten de una misma manera, dando lugar a un único resultado: el aislamiento social.
10.1. Teléfono móvil
Reuniones de amigos, salidas con la pareja, en lugares no permitidos (salas de cine o teatros), por ejemplo. No importa, los teléfonos móviles se han convertido en un apéndice más del cuerpo humano, tanto que prácticamente nadie concibe salir de casa sin el suyo.
Esta nueva forma de adicción está repercutiendo tan negativamente, que quienes la padecen sienten incapacidad de disfrutar de nada si no tienen su teléfono entre las manos, pudiendo experimentar síntomas propios de la abstinencia a las drogas.
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10.1. Redes sociales
Facebook e Instagram especialmente, han pasado a ser las ventanas a través de las cuales conocemos el mundo y nos damos a conocer. Esto, sumado a la creciente tendencia enfermiza por el exhibicionismo que aqueja a sus usuarios, ha posibilitado la proliferación de una necesidad artificial por utilizar estos portales para revelar nuestras ideas, subir nuestras fotografías a cada momento o compartir lo que nos venga en gana, con tal de recibir el mayor número de likes y follows.
La característica principal de este nuevo tipo de adicción conlleva la necesidad de estar consultando a cada rato nuestro perfil y a husmear en el de nuestros amigos y conocidos, aunque sin pretender encontrar nada en particular o sin querer informarnos de algo en concreto.
10.3.Internet
La gran red de redes ha revolucionado el mundo moderno, de eso no hay duda. Bastan unos pocos clics para dar con la respuesta a cualquiera de nuestras preguntas y consultas.
Sin embargo, este potencial informativo puede girarse en nuestra contra, ya que su uso compulsivo promueve que los usuarios pasen horas y horas conectados navegando, aun cuando tengan otras cosas que hacer u obligaciones a las que atender.
11. Gimnasio
El culto al cuerpo se ha convertido en uno de los tipos de adicciones de nueva creación en nuestra sociedad actual, donde reinan las apariencias y la superficialidad. Se nos ha inoculado la idea de que debemos tener una figura espectacular y de que así triunfaremos en la vida. El bombardeo masivo con publicidad al respecto ha provocado que los gimnasios se llenen de personas en busca del estereotipo del físico idealizado.
Cuando se convierte en adicción, es cuando hablamos de “vigorexia”, un término para referirnos a las personas cuyo empeño les lleva a controlar su dieta, acudir con asiduidad al gimnasio y puede que al consumo de esteroides con tal de conseguir una silueta perfecta.
12. Sexo
Igual que pasa con los cánones de belleza, el sexo es algo que también está presente hoy en día, tanto directa como indirectamente.
La adicción al sexo lleva a las personas adictas a consumir pornografía, masturbarse compulsivamente y a pagar por sexo si hace falta. En definitiva, a vivir por y para satisfacer sus necesidades en este aspecto, algo que se facilita gracias al auge tecnológico en el que vivimos inmersos.
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