¿Qué hacer si tu perro vomita?

Explicamos por qué puede vomitar un perro. Sigue los siguientes pasos para procurar que el perro deje de vomitar y mejore.
Cuidar a un perro cuando se encuentra enfermo es la mejor forma de demostrarle tu amor incondicional.
Cuidar a un perro cuando se encuentra enfermo es la mejor forma de demostrarle tu amor incondicional. | Imagen de: Jobertjamis23.

 

Que un perro vomite es un hecho que, en algún momento u otro de su vida, acabará sucediendo. No tenemos que echarnos las manos a la cabeza, ya que casi siempre,los vómitos son aislados, sin haber una causa más grave detrás. Sin embargo, es nuestra obligación estar atentos para detectar cuál es la fuente que culpable del vómito para intentar evitar que vuelva a ocasionar problemas a nuestro perro.

Vamos a ver qué puede causar este tipo de problemas a nuestros amigos perrunos y  qué hay que hacer si nuestro perro vomita.

10 Motivos que pueden explicar el vómito en perros

Lo perros también sufren malestar gástrico que, a veces, desemboca en vómitos y/o diarreas. Veamos qué posibles causas pueden explicar que un perro vomite:

1. Atracones

Los perros tienen instinto. Cuando se trata de alimentarse, éstos no tienen presente que algo pueda sentarles mal si comen en exceso. Si encuentran su cuenco repleto hasta arriba de comida,  el perro no nos vendrá a decir  “no quiero más, gracias, guárdalo y ya me comeré el resto en otro momento”; simplemente, se lo comerá todo. Un perro puede ser muy ansioso comiendo, cosa que multiplica sus probabilidades de que le siente mal y vomite.

¿Cómo evitarlo? Repartiendo la dosis habitual de alimento en dos, dejando unos minutos entre la primera y la segunda toma, para cerciorarnos de que no la vomita. Una vez seguros, podemos ofrecerle su segunda ración.

2. Gastroenteritis

Igual que los humanos, los perros también sufren los síntomas de esta infección. En su caso, vomitan continuamente,  se muestran apáticos sin apenas moverse y tienen el semblante decaído. Esto es porque experimentan punzadas, contracciones o dolores en el abdomen. ¿Hacemos mejor cara nosotros cuando nos ocurre?

En un principio, la gastroenteritis canina se puede tratar con remedios caseros, sin necesidad de acudir al veterinario. Ahora bien, tenemos 2 días de espera para comprobar si la situación mejora; de no hacerlo, será mejor que vayamos.

3. Modificaciones en la dieta del perro

Los perros deben habituarse a unos horarios para comer, así como a unas cantidades razonables. Alterar cualquiera de estos aspectos, darles pienso de otra marca o añadir comida que nunca antes le hayamos dado, puede acarrearles problemas y que acaben devolviendo.

Cualquier nuevo alimento debe ser introducido gradualmente, pues hacerlo repentinamente puede aumentar las probabilidades de rechazo. Esto es especialmente importante si se trata de comidas que no sean pienso.

4. Comidas tóxicas

El vómito es la vía mediante la cual expulsar cualquier elemento nocivo del cuerpo, así que nuestra función será identificar de qué sustancia se trata  e ir de cabeza al veterinario para que nos ayude.

Igualmente, los perros pueden tragar hierbas o plantas tóxicas (cuando salimos con ellos a pasear por zonas verdes). Conviene detectar cuáles son estas plantas y estar al tanto de que no se acerquen a ellas.

5. Desarrollo de alergias

Tal y como ocurre con las personas, hay perros propensos a desarrollar alguna alergia alimenticia, lo cual es razón suficiente para que determinado alimento le siente mal y pueda vomitarlo. Basta con que sepamos qué come el perro para retirarlo de la dieta, aunque si no nos fiamos de que esto sea suficiente, podemos acudir al veterinario para que nos aconseje cómo proceder o realizar las pautas de retirada.

6. Obstrucción

Algunos perros comen todo lo que se les ponga al alcance del hocico, independientemente de lo que sea, dónde lo encuentren o en qué estado esté. Puede ocurrir que se trague algo que le cause malestar y lo tenga que vomitar.

Algunos huesos son una fuente de problemas, especialmente los de pollo y otras aves, debido a que se astillan fácilmente, pudiéndoles provocar desgarros en el esófago o punzadas en caso de llegar al estómago. Por eso, están prohibidos en su alimentación.

7. Inflamación intestinal crónica

Esta patología provoca vómitos en los perros, especialmente si han realizado un esfuerzo físico potente después de haber comido. Aunque es permanente, sus efectos pueden mitigarse controlando la dieta (que ha de ser especial para el animal) y moderando la intensidad del ejercicio al que sometemos al perro.

8. Parásitos en el intestino

Los intestinos son una zona propensa a albergar parásitos, lo que acarrea problemas gastrointestinales en el perro; vómitos, diarrea y bajada de peso incluidos. Los parásitos que suelen generar estos síntomas son la Giardia y el Anclyostoma.

9. Reflujos estomacales

A veces los perros vomitan un líquido amarillento o verdoso, sin haber restos de comida. Esto pasa cuando el cuerpo del peludo ha segregado más bilis de la necesaria para poder digerir bien la comida.

¿La solución? Reducir la cantidad de alimento que le damos, pero aumentando la frecuencia con que se la administramos.

10. Hierba

Aunque popularmente se ha creído que los perros comen hierba para purgarse de algo que les ha sentado mal y para provocarse el vómito, esto no es más que un mito.  Los perros no comen hierba porque sientan dolor en el estómago y quieran expulsar la fuente de dicho dolor; ni tampoco tampoco porque quieran compensar algún déficit nutricional.

¿Por qué comen hierba los perros?

Según parece, comer hierba es un comportamiento heredado de sus parientes los lobos, que lo emplean como método natural para eliminar parásitos.  Esta conducta adaptativa habría quedado impresa en la genética perruna, por eso persistirían en ella. Ahora bien, mantenerla no tiene demasiado sentido, pues los perros domesticados y bien cuidados están inmunizados contra los parásitos que afectan a los lobos en la naturaleza.

Parece que a los perros de casa les gusta su sabor y sus efectos calmantes cuando la hierba se asienta en el estómago. No todos los perros comen hierba, suelen ser los perros más jóvenes los que más tendencia tienen, debido a su afán explorador por conocer el mundo que les rodea.

¿Es malo que un perro coma hierba?

Aunque no es una práctica dañina, ni tampoco habría que regañar al animal por hacerlo, sí que es cierto que el perro puede complicarse de forma involuntaria un problema estomacal que ya tenga al ingerir hierba.

Cuando ha comido hierba, el vómito suele ser de color verdoso, debido a la clorofila; puede contener brotes que no hayan sido asimilados y no tendrá consistencia, a menos que haya transcurrido poco tiempo desde  la última comida.

¿Qué hacer cuando mi perro vomita?

Para cada vómito, detrás hay una sintomatología que subyace a una causa, de modo que el tratamiento requerido será diferente en función de estos factores.  Tenemos que observar el comportamiento del perro tras vomitar: si está como siempre, no hay que preocuparse, únicamente deberemos seguir algunos de los consejos que seguidamente detallaremos. Si, por el contrario, su comportamiento está demasiado decaído, será mejor acudir a un profesional.

Aquí van una serie de consejos que podemos poner en práctica para intervenir en caso de que nuestro perro vomite.

1. No reñir al perro

Primero de todo, cuando un perro vomita, lo que no tenemos que hacer es enfadarnos con el animal, ni gritarle; suficientemente mal lo ha tenido que pasar si ha devuelto la comida, después de a saber cuánto tiempo encontrándose mal.

¿Cómo estaría cualquiera de nosotros, si después de vomitar, viniera otra persona y comenzara a recriminarnos que qué hemos hecho, que eso está mal? Sufriendo innecesariamente por algo que no controlamos y que, además, nos ha hecho pasar un mal rato. Con el perro ocurre igual.

2. Retirarle la comida

Inmediato y básico cuando haya ocurrido. Los perros, como animales que son, se mueven por instinto, así que hay que retirar de su alcance su cuenco de comida. A partir de ese momento,  le mantendremos privado de alimentos unas horas (que variarán en función de la edad del perro y de las veces que vomite), aunque no serán más de 24, 36 o 12, si se trata de un cachorro.

Después de la retirada, el perro deberá llevar un estricto régimen de recuperación, que seguidamente describiremos. Progresivamente, iremos restableciendo su alimentación habitual. Eso sí, no debe faltarle nunca agua. A continuación explicamos el motivo.

3. Darle abundante agua

El perro deberá pasar las próximas horas a base de dieta blanda y de agua. Es muy importante que nunca le falten líquidos, para evitar que se deshidrate si sufre diarreas o vómitos excesivos.  El agua ayuda a los perros a regularse y a encontrarse mejor, de manera que tienen que tenerla siempre a su disposición.

Una buena estrategia es ofrecerle el agua en cubitos de hielo, para que el perro apaciguë su reflejo de morder y de masticar sin necesidad de llevarse algo a la boca que pueda hacer que los vómitos regresen, a la vez que se mantiene hidratado.

4. Dieta blanda

La dieta del perro durante aproximadamente las 24 horas siguientes ha de ser “blanda”. Esto significa que ha de seguir un estricto régimen alimenticio hasta su recuperación, evitando su pienso habitual.

Cuando los perros vomitan por alguna infección o trastorno gastrointestinal, lo mejor es ofrecerles una dieta con pocos alimentos grasos, cuya textura sea de fácil deglución y con la cantidad adecuada de nutrientes que permitan restituir su flora intestinal.

Un ejemplo de dieta blanda puede consistir en arroz hervido, pasado de cocción, así será más blando para poder deglutirse mejor; mezclado con carne de pollo hervida y sin piel. Se le puede añadir un poco de patata hervida, no cruda.

Este régimen deberá ser en cantidades bajas para no atiborrarle y que vuelva a tener ganas de vomitar.

5. Yogur

El yogur natural sin azúcar ayuda a restablecer la flora bacteriana que, tanto humanos como perros,  tenemos en nuestro intestino delgado. Después de haber pasado una época de vómitos y posibles diarreas, dichas bacterias se eliminan, por lo que podemos darle un yogur de vez en yogures contribuyen a recuperarlas.

6. Infusiones

La homeopatía puede también ayudar a nuestros peludos amigos a que se repongan tras haber vomitado. Aunque los perros no son demasiado amigos de las infusiones, en caso de que no la tomen a voluntad (lo más seguro), se las podemos administrar mediante una jeringuilla en su boca.