Tener un perro no es simplemente fotografiarlo en busca de likes para cuando subamos la imagen a nuestras redes sociales; es también sacarlo a pasear, darle cariño, jugar con él y preocuparse por su estado de salud. En cuanto a este último aspecto, entra en juego la alimentación que le daremos al animal.
Hay mucho debate acerca de qué tipo de dieta es mejor que siga un perro, debido especialmente al desconocimiento de algunos dueños y a las diferentes versiones de cada uno sobre lo que es mejor para alimentar estos animales. Para intentar disipar dudas, traemos una serie de consejos acerca de qué es lo recomendable.
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Pistas para garantizar una buena dieta para perros
Vigila con qué hábitos de comida educas a tu perro. Tú eres su alfa, su referente y va a hacer lo que le ordenes; se va a acostumbrar a los hábitos que le impongas, de modo que más vale que seas estricto y no hagas la vista gorda en lo que se refiere a las comidas. Aquí tienes una serie de cuestiones a tener en mente antes de llenarle su cuenco con comida.
1. Horarios
Los animales no tienen rutinas alimentarias, no comen cuando creen que es hora de hacerlo, sino que lo hacen cuando tienen algo que llevarse a la boca. En la naturaleza, las oportunidades para conseguir un bocado fácil no siempre abundan (pueden pasar días hasta la próxima vez que se brinde la ocasión de comer), de modo que será un punto que tendremos que mantener y cuanto más coherentes, mejor, para acostumbrar al perro a comer cuando nosotros decimos.
2. Edad y horas de la comida
Dependiendo de la edad del animal, la frecuencia de comidas al día será mayor o menor: a un cachorro de entre 2-3 meses, le daremos cinco veces de comer en una jornada; los que tengan entre 3 y 5, gozarán de cuatro comidas y, los que estén en la franja de 5 a 9 meses, lo harán tres. La ratio bajará hasta 2 comidas al día para los que superen los 9 meses de edad.
3. Cantidad
Otro factor a no perder de vista será la proporción de comida que le serviremos a nuestro perro, algo que variará en función de su peso corporal.
Los perros de poco tamaño (aproximadamente 10 kilos), deben comer alrededor de 650 gramos al día. Por otro lado, en aquellos que alcancen los 20 kgs, podremos aumentar la dosis de alimento hasta llegar al kilo. Finalmente, los perros grandes (dogos, por ejemplo) son una máquina de tragar que necesita hasta 2 kilos de nutrientes.
4. La dieta variará
Durante su vida, es casi seguro que su régimen alimenticio se irá modificando. Conviene consultarlo antes con el veterinario, que nos dará pautas de retirada con aquellas comidas que mejor dejar de dar; así como pautas de incorporación de nuevas viandas. De modo que nunca hacer esto por libre.
5. ¿Carnívoros u omnívoros?
Por su parentesco con los lobos, los perros son de naturaleza carnívora. Ahora bien, a lo largo del tiempo, su dieta se ha ido adaptando por la convivencia con los seres humanos, así como por su condición oportunista. El organismo de un perro necesita aportes proteínicos, vitamínicos y minerales; al igual que lípidos o glúcidos; que se encuentran en varios comestibles.
Alimentos recomendados
He aquí lo que los perros sí pueden comer y que son buenos para su organismo.
1. Carne
Preferiblemente cruda, aunque puede estar un poco cocida. Para que al perro le sea más fácil tragarla, la cortaremos en pequeños dados o trozos que puedan pasar fácilmente por su esófago sin riesgo a que se obstruya.
2. Pescado
El pescado es una fuente de energía muy buena al contener yodo y proteínas, algo de lo que se pueden beneficiar mucho los perros que aún están creciendo. El pescado azul va bien para la sangre y el pescado blanco es un excelente depurador del sistema digestivo del perro. Eso sí, extremo cuidado con las espinas, tenemos que tener la precisión de un cirujano para extraerlas y que no quede ni una.
3. Huevos
Se contempla la posibilidad de que coman huevos. Ahora bien, siempre pasados por agua. Se les pueden mezclar con carne o verduras, así aseguramos que los coma.
4. Alimentos vegetales
Incluir zanahorias hervidas o espinacas en la comida del perro es un buen complemento para su dieta. Más adelante algunas hortalizas que conviene apartar y no darle a nuestro peludo amigo.
5. Restos
Las sobras, huesos (tanto si son crudos como hervidos) o los cartílagos, son una buena fuente extra de energía. Ahora bien, los huesos de ave o de conejo quedan totalmente prohibidos, ya que son fácilmente astillables y pueden producirle daños en la faringe al tragar.
6. Cereales
También se debería incluir en la dieta perruna los cereales, por ejemplo arroz o avena hervidos mezclados con carne. Si ninguna de estas dos opciones gusta al perro, se pueden substituir por sémola.
7. Legumbres
Son buenas para los perros, pero nos lo agradecerán si se las trituramos, ya que eso les facilita la digestión. Ahora bien, las legumbres tienen el mismo efecto que con los humanos, así que si tu hogar de repente huele raro, puede que el culpable ande a cuatro patas y no a dos.
8. Yogures naturales
Para mejorar sus niveles de calcio, el perro puede tomar, muy de vez en cuando, un yogur natural que no sea azucarado. Esto es especialmente bueno cuando son jóvenes, para garantizar que sus huesos crezcan fuertes y se desarrollen correctamente. Además, el yogur contiene enzimas que permiten una fácil regulación de su tracto digestivo. Pero, insistimos, la frecuencia con que lo haremos ha de ser espaciada en el tiempo.
9. Frutas
No están todas prohibidas, si bien las que sí podemos dar a los perros es mejor hervirlas en agua para que se reblandezcan y les sea más fácil su deglución. Lo mejor son las peras y las manzanas; pero si el animal está estreñido, le podemos dar ciruelas (preferiblemente maduras). La táctica de mezclar la fruta con otras comidas que sean más de su agrado, para que no note tanto el sabor, siempre funciona. Pero démosle pequeñas cantidades.
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Alimentos prohibidos
A pesar de ser comer de todo, algunos alimentos están vetados para nuestros peludos cuadrúpedos:
1. Frutas
Tacharemos como posibilidades el aguacate, melón, plátano o las uvas (su piel puede causar obstrucción intestinal tras quedarse en el intestino y ser asimilada). Asimismo, los cítricos los eliminaremos también, ya que dan acidez de estómago.
2. Hortalizas
Tomates, berenjenas y cebollas, también descartadas.
3. Harina de trigo
Todo lo que esté hecho con harina de trigo, está rotundamente prohibido. Recordemos que los perros son celíacos. La harina de soja es un buen sucedáneo para no optar por la de trigo.
4. Azúcares
Puro veneno para su sistema digestivo, sin más.
5. Lácteos
Los perros son intolerantes a la lactosa, por lo que no digieren bien los alimentos que la contengan. En el caso de los yogures, como comentábamos con anterioridad, se puede hacer una excepción. Los yogures contienen enzimas que también se encuentran en el estómago de los perros, lo que facilita que se puedan procesar.
6. Otros
El archiconocido chocolate, las patatas o las espinas de pescado (por riesgo de atragantamiento y parásitos en caso de no estar cocinado). Igualmente, las nueces tampoco son plato del gusto de los perros, ya que contienen un tipo de ácido que les produce problemas digestivos y musculares.
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