Netflix pone a prueba a sus suscriptores y sube los precios en septiembre

 

Durante el ultimo año, hemos analizado como Netflix se encuentra en una situación cada vez más complicada, pasando de ser el servicio de streaming más popular de forma indiscutible, a tener que pelear duramente con HBO o Amazon Prime Video, entre otros. Y es que, las previsiones no son nada buenas para la compañía americana, que en diciembre tendrá que afrontar la aparición del nuevo servicio de streaming de Disney, que ofrecerá gran cantidad de originales y un precio muy competitivo.

 

En una situación que podríamos tildar de complicada, Netflix ha decidido incrementar los precios de sus abonos, la segunda vez desde que el servicio llegara a España en 2015, y que va en la línea que está siguiendo la compañía en el resto de países en los que opera. Netflix se comprometió con sus clientes a informarles con 30 días de antelación en el caso de que se produjera un aumento de las tarifas, y la noticia ha saltado cuando algunos de los usuarios españoles ha recibido la notificación que a partir del día 4 de septiembre subirán los precios. 

Conocemos ya los cambios que se producirán en las  tarifas de Netflix, y para el alivio de los usuarios del plan básico, no habrá cambios de facturación para ellos. Los cambios los encontraremos en los planes Estándar (dos dispositivos y visualización en HD) y el Premium (cuatro dispositivos y visualización en Ultra HD). La diferencia con las políticas de Netflix en otros países es que en los otros lugares donde opera, Netflix subió también el precio del plan básico.

El plan Estándar, pasará de 10,99 euros al mes a 11,99, un cambio no muy significativo, pero que aún así no es del agrado de los usuarios. Esta opción es para todas aquellas personas que quieren disfrutar de la calidad HD de Netflix, pero que no tienen ninguna necesidad de tener cuatro cuentas disponibles, aún en detrimente del Ultra HD. 

El plan  Premium, pasará de los 13,99 euros mensuales a los 15,99, rompiendo la barrera de precio psicológica de 15 euros. Este cambio será el que más afectación tendrá, puesto que como determinó Edward Einhorn, en su libro, The Neurology of the Soul, romper esta barrera de precio y además no ofrecer un beneficio potencial al cliente, no es bueno para la continuidad a largo plazo de la marca.

 

Como hemos comentado anteriormente, el aumento de la competencia en un sector que Netflix ha controlado de forma monopolística durante varios años, les obliga a tomar medidas no muy populares, para no perder sus proyecciones de crecimiento, que en lo que llevamos de 2019, se han reducido un 8,8% en relación al mismo periodo de tiempo de 2018.

 

Aún así, los inversores de Netflix han repartido 614,7 millones de dólares entre sus bolsillos. A pesar de ello, la perdida de 130.000 suscriptores en Estados Unidos en lo que llevamos de año, no pronostica nada bueno para la compañía americana, que tendrá que buscar nuevas alternativas, ya que como se ha demostrado una y otra vez, un aumento de precios sin una mejora del producto sustancial, tiende a levantar ampollas entre los consumidores.