Corría el año 1999 y Marvel llevaba una década en crisis. Una de las editoriales de comics más importntes del siglo XX, creadora de superhéroes icónicos (y por lo tanto personajes de la cultura pop icónicos) estaba en serios apuros económicos por una serie de horribles decisiones editoriales. A finales de los 80 se vivía una segunda fiebre por los cómics que llevó a Marvel a crecerse y intentar prescindir a su distribuidora habitual Diamond Comics para hacerse cargo personalmente de la distribución de sus cómics a través de Heroes World Distribution, una filial.
La experiencia fue horrible, Marvel no tenía capacidad para distribuir sus propios comics y los problemas no paraban de sucederse. Además, los acuerdos a los que llegaba con las tiendas especialicadas a las que acudían los fans a comprar sus cómics eran abusivos para ellas.
Esto hizo que los grandes artistas de la compañía, como Jim Lee, Todd McFarlane y Rob Liefeld, abandonaran Marvel en 1991. Sin ellos, Marvel, la autodenominada "Casa de las Ideas" se quedó sin ideas y dio bandazos editoriales que harían sonrojar la imaginación de un niño de 4 años. Fue una década crítica para Marvel.
Para solventar la situación, Marvel vendió los derechos audioviduales de algunos de sus superhéroes más famosos a productoras cinematográficas. en el caso de los X-Men fue Fox, en el caso de Spider-Man, Sony.
El éxito de las películas de X-Men y, en menor medida, Spider-Man, supuso un balón de oxígeno económico para Marvel que empezó a sanear sus cuentas.
En 2007, tras haberse recueperado lo suficiente para poder apostar por producciones originales, Marvel decidió probar suerte con un personaje que Sony no había querido adquirir, Iron-Man. La película fue todo un éxito y un año después Marvel fue comprada por Disney por cuatro mil (4.000) millones de dólares y se empezó a desarrollar una de las apuestas cinematográficas y ficcionales mas importantes de la historia, el MCU o Marvel Cinematic Universe.
El éxito del MCU sin Spider-Man
El éxito del Marvel Cinamatic Universe fue increíble. Thor, Capitán América, Ojo de Halcón, Hulk o La Viuda Negra funcionaron a la perfección y Marvel, ya bajo la batuta de Disney, se volvió a convertir en una de las marcas más importantes del mundo del entretenimiento.
Sin embargo, Marvel no podía incluir a Spider-Man, quizá su superhéroe más conocido, en las películas del MCU. Sony seguía teniendo los derechos del hombre araña, y los fans de Marvel empezaban a demandar una colaboración de los Vengadores con Spider-Man.
Por su parte, Sony había producido y estrenado cinco películas de Spider-Man desde que se hiciera con los derechos del superhéroe. Cinco películas divididas en dos sagas ('Spider-Man' y 'The Amazing Spider-Man') protagonizadas por dos actores diferentes (Tobey Maguire y Andrew Garfield respectivamente) que no habían tenido el éxito esperado.
Spider-Man era un caramelo demasiado apetecible como para desaprovecharlo. Al fin y al cabo había vendido millones de comics y las ventas de entradas de cine no estaban a la altura.
El acuerdo de Sony y Marvel con Spiderman
Era ya el año 2015 cuando, siendo el MCU una exitosísima realidad, se llegó a un acuerdo entre Marvel y Sony respecto a Spider-Man.
Los términos eran provechosos para ambas compañías. Por un lado Marvel se encargaría de la producción creativa de las nuevas películas de Spider-Man que vieran la luz, concretamente bajo la batuta de Kevin Feige, el director de Marvel, y podría incorporar a Spider-Man en las películas del MCU, así como los derechos de merchadising.
Por otro, Sony, se quedaría con el 95 % de lo recaudado por las películas de Spider-Man, dejando a Disney/Marvel solo con el 5% de los beneficios.
Este acuerdo hizo posible la incorporación de Tom Holland como Spider-Man en una jugada que a la postre, ha resultado siendo un éxito (Tom Holland es calificado por muchos como el mejor Spider-Man hasta la fecha) y la visión de Feige ha sido un acierto; las películas de Sony y Marvel han sido las más exitosas hasta la fecha de todas las que ha protagonizado el hombre araña.
Esto ha funcionado así durante las dos primeras películas de Holland en solitario ('Spider-Man: Homecoming' y 'Spider-Man: Far From Home') y durante tres de las películas del MCU donde ha intervenido Spiderman ('Capitán América: Civil War', 'Avengers: Infinity War' y 'Avengers: Endgame'). Sin emabrgo este acuerdo se ha roto de manera fulminante después de que Disney, ya en absoluto control de Marvel y reforzada por su increíbles éxitos en el MCU, cambiara sus pretensiones en el acuerdo sobre los derechos de Spiderman.
La disputa de Sony y Marvel por Spider-Man
En esas llegamos a este año 2019. Se ha reestrenado con éxito 'Spider-Man: Far From Home' y se ha convertido en la primera película de Spider-Man en superar los 1000 millones de recaudación y en la película más exitosa de Sony superando a las de la saga de James Bond con Daniel Craig a la cabeza.
Marvel, por su lado, ha anunciado el desarrollo de la fase 4 del MCU con nuevos superhéroes a la cabeza y, tras la compra de Fox por Disney, vuelve a tener el control de los X-Men, los 4 Fantásticos o de Deadpool.
Con estos cambios en las condiciones, Marvel le ha trasladado a Sony que quiere cambiar las condiciones de su acuerdo. Ahora quiere que se repartan al 50% los beneficios de las películas de Spider-Man.
Esto ha sido considerado por Sony como una oferta con malas intenciones. Es un cambio tan sustancial en las condiciones que parece diseñado para que, como ha sucedido, Sony rompa el acuerdo. Marvel ya ha utilizado a Spider-Man en la saga 'Vengadores' y puede no tener un encaje fácil o necesario en esta nueva fase del proyecto.
La cuestión es que los fans consideran que Kevin Feige, de Marvel, de Disney, es uno de los grandes artífices de que las películas de Spider-Man protgonizadas por Tom Holland hayan subido el nivel respecto de las anteriores. Un Tom Holland que podría ser uno de los grandes damnificados de la ruptura de las negociaciones, ya que tiene aún dos películas por rodar con Sony que puede que no lleguen a estrenarse o que no estén a la altura de las previas.
Marvel/Disney ha puesto toda su maquinaria mediática a trabajar y las redes sociales (Twitter en concreto) se ha llenado de bots que, bajo el hashtag #saveSpiderman, piden que el acuerdo se cierre y puedan volver a colaborar los equipos de Marvel y de Sony en la realización de las películas que quedan. En la famosa batalla por el relato parece que Disney está poniendo toda la carne en el asador y que quiere que sea la presión de los fans la que tumbe la resistencia de Sony a la hora de alcanzar nuevas condiciones.
¿Qué pasará con la disputa entre Sony y Marvel? ¿Será todo un globo sonda para crear espectación entre los fans? ¿Quién se quedará con Spiderman?
Todas estas preguntas se responderan muy pronto. De momento las negociaciones están paradas y no se llega a ningún acuerdo, pero es un tema lo suficientemente importante para ambas compañías como para dejarlo muerto mucho tiempo más.
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