Cuando uno indaga en la figura de Stanley Kubrick (1928-1999) es muy difícil no perderse en todo lo que refleja la personalidad del megalómano director, considerado uno de los cineastas más brillantes de la historia del cine, a pesar de no haber obtenido jamás un Premio de la Academia en vida.
Acaba de filtrarse la noticia de que el genio de Nueva York habría estado trabajando en tres nuevos proyectos cinematográficos; tres guiones inconclusos durante su segundo problemático matrimonio con la polifacética, Ruth Sobotka (1925-1967), actriz, directora de arte, bailarina diseñadora de vestuario y pintora.
Matrimonio, celos y adulterio
Este sería el tríptico de temas a tratar en estas tres piezas halladas y que se encontraban sin finalizar del cineasta. Indudablemente, estaban reflejando el estado emocional de un autor que siempre se dedicó al 100% a su arte, el quehacer cinematográfico.
Más que guiones serían, borradores o secuencias sueltas de varios proyectos que Kubrick habría estado barajando por aquel entonces, y que habría ido descartando y redactando entre 1954 y 1956.
Cronológicamente hablando entroncaría con su matrimonio con Sobotka, el cual se dio entre 1952 y 1957, llegando esta a participar en el segundo film de Kubrick,‘El beso del asesino’ (1955), en donde Sobotka interpretaría a la bailarina de la famosa secuencia de ballet que describe la coprotagonista, Irene Kane.
Mejor tras las cámaras que escribiendo
Nathan Abrams, profesor de estudios fílmicos en la Universidad de Bangor y especialista en Kubrick atestigua las capacidades literarias del cineasta a través de una anécdota de Kirk Douglas: “Stanley…siempre ha funcionado mejor si tiene a un buen escritor y si trabaja con él como editor… Tengo una copia de la horrible primera versión de ‘Senderos de Gloria’ que él escribió para hacerla más comercial. Si hubiéramos grabado ese guión, Stanley probablemente seguiría viviendo en su apartamento de Brooklyn en vez de en un castillo en Inglaterra.”
Así mismo, Abrams añadió que se sentía realmente satisfecho con el hallazgo del material, a pesar de haber rescrito antes de este descubrimiento su libro Eyes Wide Shut: Stanley Kubrick and the Making of His Final Film, compartiendo coautoría con Robert Kolker.
“La década de 1950 es probablemente de las menos conocidas de la carrera de Kubrick. Esto demuestra que trabajaba en varios proyectos a la vez, en más de los que pensábamos. Era muy productivo. Por aquel entonces estaba intentando escribir de su propia mano.” Agregaba Abrams con respecto a esta faceta poco conocida del director.
Y es que nunca se sabe qué otros descubrimientos podrían depararnos el legado que pudieran habernos dejado las mejores mentes de la historia del séptimo arte.
- También puedes leer: Keanu Reeves habría estado en la llamada Lista Negra de Hollywood.
Todas las novedades y noticias sobre cine y series del momento, las encontarás en este enlace.