La explosión de vídeos de Youtube de gente susurrando cosas al micrófono me condujo a la inevitable pregunta: ¿Qué es el ASMR? A primera vista, no parece más que el experimento de cuatro youtubers para contentar a una audiencia con un cierto fetiche por determinados sonidos, pero parece que la ciencia tiene algo que decir al respecto. Al parecer, estos sonidos emiten una determinada frecuencia que provoca un efecto placentero en nuestro cerebro. En las siguientes líneas lo explicamos con más detalle.
CONTENIDO DEL ARTÍCULO:
4. ¿Qué provoca en el cerebro?
El término ASMR se corresponde a las siglas de Autonomous Sensory Meridian Response, lo que se traduce al castellano como Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma. La palabra fue utilizada por primera vez por la usuaria Jennifer Allen en un grupo de Facebook dedicado a este fenómeno, pero el estudio del estímulo sensorial se remonta a un hilo de debate de la web de salud steadyhealth.com. Orígenes aparte, el término ASMR se hizo popular gracias a Youtube, una red social donde podemos encontrar miles de vídeos sobre el tema.
En pocas palabras, podemos definir el ASMR como una sensación placentera que se produce como reacción a ciertos estímulos sensoriales. Otra definición de ASMR más simple podría ser un agradable cosquilleo, normalmente en la cabeza, que sentimos al escuchar ciertos sonidos o ver determinadas escenas, entre otras cosas. También ha sido descrito como “orgasmo cerebral”, “masaje cerebral” y “hormigueo por la espalda”.
A pesar de que existen los mecanismos necesarios para medir la respuesta sensorial, el ASMR no es objeto de investigación científica, al menos por el momento.
Como ya hemos mencionado, hay ciertos estímulos sensoriales que desencadenan la sensación placentera del ASMR. Dichos estímulos son llamados detonantes. He aquí algunos ejemplos que podemos identificar fácilmente.
Teniendo en cuenta estos factores, podemos diferenciar varios tipos de ASMR.
Es el tipo de ASMR más común. Responde a un estímulo auditivo, aunque no todo el mundo responde a los mismos. Puede ser una persona susurrando de manera pausada o la consecución de sonidos rítmicos.
Se trata de un estímulo bastante complejo, como ciertos patrones visuales o elementos que componen una escena. También se ha detectado una sensación placentera con ciertas combinaciones de colores o el movimiento de objetos.
Puede que hayas experimentado una sensación de bienestar al deslizar los dedos sobre ciertas superficies o hacer estallar papel de burbujas. Normalmente, el ASMR táctil puede ir acompañado de escalofríos.
Una de las respuestas sensoriales menos comunes es el ASMR situacional. Se produce mediante determinadas situaciones, como en la consulta del médico. Por ese motivo, algunos youtubers tratan de reproducir dichas situaciones mediante juegos de roles.
Por último, encontramos el ASMR hipnótico, una pseudoterapia que tiene como objetivo inducir al sueño. Este tipo de respuesta es estudiada por el doctor Craig Richard de la Universidad de Shenandoah, quien lleva años investigando el fenómeno.
Ante la falta de estudios científicos sobre la Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma, no podemos determinar el origen biológico de la sensación de placer. Como asegura el doctor Tom Stafford, de la Universidad de Sheffield, “puede ser un fenómeno real, pero es inherentemente difícil de investigar”.
Muchos han asociado el ASMR a la sinestesia, algo que podríamos definir como la sensación que se produce en una parte del cuerpo como consecuencia de un estímulo en otra parte del cuerpo. Sin embargo, la principal diferencia es que el ASMR siempre se asocia al hormigueo en la cabeza, sin que exista un estímulo en otra parte física del cuerpo. Una de las explicaciones más plausibles es la asociación de estímulos sensoriales con experiencias previas, pero por el momento son meras conjeturas.
Por el momento, Emma Barratt y Nick Davies, psicólogos de la Universidad de Swansea, proponen investigar este fenómeno, ya que se han demostrado los beneficios del ASMR sobre el dolor o el estado de ánimo.
EMMA L. BARRAT, NICK J. DAVIS (2015). Autonomous Sensory Meridian Response (ASMR): a flow-like mental state. NCBI.
R. MARSDEN (2012). Maria spends 20 minutes folding towels': Why millions are mesmerised by ASMR videos. The Independent.