Sectas satánicas: símbolos, rituales y las 5 más famosas

Una crónica con todos los secretos sobre las sectas satánicas, símbolos, rituales y los 5 cultos que te pondrán los pelos de punta.

Grupo de satánicos ante una cruz invertida.
Un repaso a los rasgos comunes en las sectas satánicas. | Imagen de: Redes sociales.

 

Suicidios colectivos, abusos sexuales, secuestros y sacrificios animales y humanos son solo algunos de los rituales más espeluznantes de las sectas satánicas, pequeños grupos que suelen actuar en secreto  y de forma aislada con mensajes apocalípticos y la adoración del Maligno. ¿Quieres saber más sobre estos grupos demoníacos?

¿Cuáles son sus símbolos y sus rituales? ¿Qué objetivo persiguen y cómo se organizan? Descubre lo más asombrosos de los adoradores de Satán en el siguiente artículos.

CONTENIDO DEL ARTÍCULO

1. Sectas satánicas: el fenómeno

2. Símbolos y rituales de las sectas satánicas.

3. Las sectas satánicas más famosas.

Sectas satánicas: el fenómeno

El satanismo es la práctica organizada o aislada de rituales de invocación del diablo dentro de los procedimientos de la magia negra. Cuando la exaltación de Satanás se desarrolla de una forma sistemática en  grupos grandes o pequeños, estructurados y organizados, hablamos de sectas satánicas, aunque su definición es algo confusa.

Los expertos no se atreven a dar una definición canónica de qué son las sectas satánicas, pues una de sus características fundamentales es la heterogeneidad y diversidad de sus grupos. Las diversas sectas no responden a un perfil común, sino que son portadoras de principios y prácticas de lo más variopinto.

Desde la perspectiva de la fe, el satanismo y sus sectas obedecen a la obra del demonio que quiere apartar a los hombres del camino de Dios, pero desde un punto de vista sociológico debemos hablar en propiedad de grupos formados por personas que culminan un proceso de profundización de aspectos esotéricos.

El funcionamiento de estas sectas no sería muy distinto al de una secta normal: captación, aislamiento de la persona, inducción a un sistema de valores, lavado de cerebro, etc. Lo que las caracteriza y las hace especiales es que manejan todo tipo de supersticiones y prácticas ocultistas que coinciden en señalar a Satanás como ser supremo al que hay que rendir culto.

Una de las señas de identificación del satanismo es que suelen ser grupos muy reducidos rodeados de un gran hermetismo, y aunque los fines varían según cada célula, es muy común encontrar como objetivo final la autodestrucción con toda suerte de mensajes apocalípticos. En muchos casos el fin último es el suicidio colectivo.

Las personas que suelen acabar en las sectas presentan perfiles con experiencias traumáticas, vidas desestructuradas y crisis de identidad, para los cuales el satanismo supone una revelación y una liberación. Al ofrecer una subversión de la moral y el orden, tuvieron su momento cumbre en los años setenta y sus orgías de música, drogas y irreverencia.

Símbolos y rituales de las sectas satánicas

En realidad el satanismo no es más que la inversión de los códigos religiosos cristianos, y los rituales giran entorno a la  iniciación, la invocación, los rogatorios y los festivos con el objeto de desprenderse de la moral y los principios y abrazar la subversión. Su hilo conductor es el Anticristo, y a pesar de su heterogeneidad tienen sus elementos comunes.

Como todas las demás sectas, las satánicas necesitan unos códigos, unos símbolos y unos rituales para consolidar su sistema de creencias. Estos son algunos de los más extendidos entre este tipo de grupos satánicos.

1. Pentagrama invertido

El símbolo más utilizado y más extendido del mundo satánico es el pentagrama invertido, una estrella de cinco puntas representada a la inversa que sirve para invocar los malos espíritus. Es la traslación de los cuatro elementos del universo más el espíritu, pero también la transfiguración del hombre, con sus cuatro extremidades y la cabeza.

Al quedar con las dos puntas hacia arriba representa también la imagen del macho cabrío con los dos cuernos, y siempre se suele representar cercada por un círculo.

2. Baphomet

Es la deidad demoníaca por excelencia, y se representa como mitad hombre mitad bestia en una imagen antropomórfica del macho cabrío. En algunas tradiciones el Baphomet es iconizado también con una cabeza con dos caras, e incluso se llega a confundir su aspecto barbudo con la cabeza cortada de San Juan Bautista.

Sabemos que el mito de Baphomet fue creado por la Orden de los Templarios y durante la edad media sirvió de base para la acusación de la Inquisición sobre determinados grupos por herejía. En todo caso, Baphomet es además de la representación del demonio, una supuesta fuente de energía y sabiduría que inviste a los hombres de decisión y poder

3. El Hexagrama

Algunos la confunden con la estrella de David, pero el hexagrama es uno de los símbolos más utilizados por sectas en rituales de magia negra. En el mundo hermético y cabalístico, el hexagrama, que gráficamente es la superposición de dos triángulos, representa  la conexión del reino superior con el reino inferior.

Al representar los dos triángulos uno el mundo material y otro la dimensión espiritual, las sectas satánicas utilizan el hexagrama para aumentar la potencia de su deseo a través del reino espiritual y acelerar la manifestación de su voluntad en el mundo físico.

4. La lengua extendida

Seguro que recuerdas Gene Simmons, miembro del grupo de rock Kiss, sacando la lengua en los conciertos, en los que además solía maquillarse con una estética satánica. Pues bien, el símbolo no es ni mucho menos inocente, pues la lengua extendida es un símbolo satánico.

En su raíz, se trata de un símbolo de muerte y maldad.

Dioses indios, monstruos mitológicos varios y seres de la cosmogonía azteca aparecen en sus representaciones con la lengua fuera. Su traslación más directa es la diosa Kali, que en sánscrito significa negro, y que representa la brutalidad y el miedo. La diosa es representada con cuatro brazos en uno de los cuales lleva una cabeza cortada.

5. Cruz Tau

Este símbolo es una aportación de las tradiciones orientales al satanismo clásico, ya que la Cruz Tau simboliza el dios Matras de los persas y Aryans de la India. Este es el ángel de la luz, que según la tradición cristiana correspondería con Lucifer (“el portador de luz”), pero además representa el dios del sol, el Tammuz.

Para comprenderlo hay que desterrar primero el concepto del cristianismo que asimilar Dios con el bien y la luz, y el demonio con el mal y la oscuridad. Contra lo que se pueda pensar, el satanismo es un práctica de exaltación y reclamo de la luz, solo que con fines distintos a los del cristianismo. Tammuz era la divinidad mesopotámica de la fertilidad y la primavera.

6. Cruz invertida

Es el símbolo de la blasfemia al sufrimiento y la muerte de Jesús, el rechazo del individuo al sistema de creencias que forman parte del cristianismo. Puesto que la fuente de legitimidad del satanismo es su rechazo a la obediencia y la sumisión, la inversión del símbolo principal del sacrificio de Jesucristo es la inversión de la cruz.

De hecho, ni la cruz invertida es un símbolo original del satanismo, pues según la tradición, San Pedro fue crucificado  a petición propia en una cruz invertida al creer que no era digno de ser clavado en una cruz como Jesús.

7. El pacto con el diablo

Uno de los rituales preferidos de las sectas satánicas es el pacto con el diablo, por medio del cual el individuo vende su alma a cambio de grandes poderes para satisfacer la propia voluntad. Según estas ceremonias, para pactar con el diablo hay que realizar un ritual de invocación en el que se blasfeman los símbolos sagrados y se practica un sacrificio.

El ritual se realiza con un ayuno previo de quince días a base de pan negro y habas negras o hierbas lechosas narcóticas, y se realiza siempre la noche del lunes al martes, o del viernes al sábado, preferiblemente en lugares apartados como cementerios, casas abandonadas o incluso recintos sagrados.

Con una espada se traza un círuclo con un camino de salida y se marca un triángulo con sangre. El individuo yace en el centro, descalzo y con la cabeza cubierta. Tras las frases de invocación, según uno de los grandes expertos en satanismo Eliphas Levi, hay que expresar los deseos en un pergamino y quemarlo para que se produzca el trueque.

8. El ritual satánico

El ritual satánico por excelencia es la misa negra, y por lo tanto es una simple inversión de los rituales litúrgicos sacralizados por los procedimientos de la magia negra (que a diferencia de la magia blanca, invoca las fuerzas de la naturaleza para lograr fines malévolos).

Para los satánicos, la misa negra es el medio para despertar dentro de sí mismos una fuente de energía que convierta la voluntad en algo identificable y medible. Según esta premisa, el satanismo es un elemento liberador, porque permite al hombre desprenderse del Dios facilitador y, a priori, el hombre queda como único dueño de sí mismo.

Hay muchas variantes de la misa negra, pero todas requieren disponer de los  principales símbolos satánicos (una calavera, una cruz invertido, un sello de Baphomet, un pentagrama invertido, velas negras…) y procedimientos rituales como danzas, cantos, oraciones y quemas.

Algunos actos como beber del cáliz o pronunciar una oración son rituales litúrgicos invertidos.

Las sectas satánicas más famosas

Conocemos las principales prácticas de las sectas de Satán gracias al estudio detallado de alguno de estos grupos que se hicieron célebres por su fanatismo y sus sorprendentes rituales. 

Pentagrama satánico en un lugar abandonado.
Los cinco cultos satánicos más importantes de la actualidad. | Imagen de: Redes sociales.

 

1. La Familia Manson

La secta satánica más célebre es el grupo organizado por Charles Manson que sembró el terror en la California de los años sesenta. Formó a su alrededor la Familia Manson, un puñado de jóvenes que creían a pies juntillas la teoría de este psicópata sobre una supuesta guerra entre blancos y negros.

Su grupo tenía mucho de hippie: aunque Manson era un delincuente común, aprovechó el tirón del movimiento hippie para atraer jóvenes idealistas como gurú del amor, pero poco a poco sus prácticas se fueron volviendo más excéntricas. En un momento dado, la Familia Manson se retira al desierto para esperar el Apocalipsis.

En una de esas, a Manson se le ocurrió que podía grabar un disco, pero el productor Terry Melcher no se presentó a la cita. Enfurecido, el gurú ordenó a la familia que asesinara todo aquel que se encontrara en la casa de Melcher, sin saber que este ya no vivía allí sino que era la nueva residencia del director Roman Polanski y su esposa Sharon Tate, embarazada.

Esta murió junto a siete personas más en la fatídica noche del 8 de agosto de 1968.

2. Los hermanos de Changó

Espeluznante es también la secta “Los hermanos de Changó”, que te pondrá aún más los pelos de punta cuando sepas que tenía su centro de operaciones en la localidad de Terrassa, en la provincia de Barcelona. En 1992 la Policia Nacional investigó unos supuestos sacrificios de bebés que eran comprados a familias sin recursos.

Tras las primeras detenciones, algunos miembros reconocieron la celebración de rituales en los que se bebía sangre de animales e incluso de niños. La secta estaba férreamente controlada por la sacerdotisa, que controlaba a los miembros y amenazaba de muerte al que quería abandonar el grupo. Changó es una deidad de la religión animista Orishas.

3. Los adoradores de Seth

Lo que convierte a este grupo en una de las sectas más peligrosas del mundo es que están diseminados por todas partes en pequeñas células para no ser descabezados, y actúan con absoluto sigilo y hermetismo  para evitar poner en evidencia las horrorosas prácticas que realizan, como asesinatos, secuestros, violaciones e incitación al suicidio.

Los miembros de la secta satánica conocida como los “adoradores de Seth” veneran al Príncipe de las Tinieblas y, para asegurar sus poderes místicos, ofrecen continuamente rituales y sacrificios en los que la sangre se convierte en el elemento sagrado. En los casos más extremos se han registrado  abusos sexuales infantiles y casos de necrofilia.

4. Los Narcosatánicos

Los llamados Narcosatánicos fueron uno de los cultos satánicos más crueles que floreció en México bajo el manto del sacerdote Adolfo Jesús Costanzo. Este se inició en las misas negras en 1983, con sacrificios de animales que se volvieron cada vez más frecuentes. Cuando en 1987 se unió afectivamente a la hechicera Sara Alderete, empezó a desaparecer gente.

La última de sus víctimas, Mark Kilroy, desencadenó una investigó que llevó a la policía hasta el Rancho Santa Elena, donde se descubrieron 17 cadáveres. Los miembros de la secta Narcosatánicos cayeron uno a uno, y confesaron la práctica de rituales humanos en el rancho de los horrores. Pero lo peor estaba por llegar…

Al revisar las instalaciones descubrieron un caldero con sangre seca y restos humanos como genitales, cerebros y ojos. Adolfo Jesús había convencido a sus acólitos que beber esa poción otorgaba la inmortalidad, mientras que confeccionaba collares-amuletos con la columna vertebral  de algunas víctimas. Una auténtica orgía de sangre y sadismo.

5. El Movimiento para la Restauración de los 10 Mandamientos

Sucedió en Uganda, en 1978. Una mujer congregó a su alrededor un movimiento de unas 5.000 personas después de revelar una supuestas visiones de la Virgen. En un inicio se trataba de un movimiento católico fundamentalista  que perseguí el estricto cumplimiento de los mandamientos, pero sus métodos pronto cruzaron todas las líneas rojas.

Y es que, mezclando el fundamentalismo católico con las tradiciones locales ugandesas, los miembros de esta secta sólo comían una vez al día, trabajaban duro, tenían prohibido hablar y dormir, y cumplían un estricto celibato. Los líderes de este grupo, una de las sectas satánicas más inquietantes  de la historia, aseguraron que el mundo se acabaría en el año 2000.

Cuando eso no ocurrió y los miembros empezaron a revelarse, fijaron un ultimátum: el 17 de marzo. Tras una fiesta, el edificio en el que se encontraban explotó, y otros integrantes fueron apuñalados y envenenados.