¿Es posible realmente “colocarse” con sonidos? La nueva moda entre la población más joven son las drogas auditivas, que no se consumen como los alucinógenos tradicionales por vía intravenosa, oral o esnifadas, sino a través del oído. Te contamos en qué consisten las drogas que se escuchan y cuáles son sus efectos.
¿Qué son las drogas auditivas?
Las drogas auditivas son una nueva moda en el mundo de los narcóticos que cada vez tiene más aceptación entre los jóvenes, y que consiste en sonidos que supuestamente producen alteraciones del sistema nervioso. La exposición del individuo a este tipo de sonido genera el efecto que tienen las drogas habituales en el cerebro.
Las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías y el acceso de los jóvenes a todo un mundo audiovisual a través de Internet favorecieron la aparición de este nuevo concepto hace alrededor de unos diez años. Desde entonces, el interés por este tipo de nuevas sensaciones no ha hecho más que incrementar.
La base neurocientífica
La base científica sobre la que se apoyan es, sin embargo, mucho anterior. En 1839 el físico Heinrich Wilhelm Dove descubrió que las ondas binaturales provocan un efecto especial en el sistema nervioso central por la recepción de distintos sonidos con frecuencias desiguales en cada oído.
A partir de esa base neurocientífica y con el desarrollo de las nuevas tecnologías se han diseñado pistas de sonidos y piezas musicales que consigan imitar, mediante las sensaciones que se reproducen en el cerebro al escucharlas, los efectos que pueden tener la marihuana, la cocaína, el crack o el éxtasis.
Con independencia de si las drogas sonoras funcionan realmente o no, lo que es evidente es que tienen un coste menor que las sustancias estupefacientes, que no están ilegalizadas y que por el momento no se han señalado efectos adversos que deterioren el cerebro y el organismo.
¿Cuáles son sus efectos?
El primer sistema que experimentó con las drogas auditivas, el I-Doser, se basaba en la utilización de dos canales de sonido con diferente frecuencia que entraban cada uno por un oído diferente, generando un desajuste del equilibrio del sistema nervioso que produce mareos, confusión y un estado alterado de la consciencia.
Al escuchar estos sonidos binaturales la zona meso-límbica del sistema nervioso, encargada de regular los estados de activación y relajación, y las conductas emocionales, altera sus procesos normales induciendo al individuo a sensaciones parecidas a las drogas comunes.
1. Vértigo y mareo
Puesto que el canal auditivo está relacionado con el equilibrio y el vértigo, uno de los efectos inmediatos de las drogas auditivas es precisamente la alteración del equilibrio y la sensación de mareo. Esto puede venir acompañado también de dolores de cabeza y sensación de bloqueo mental, lo cual sigue a un estado de descompresión y relajación.
2. Depresión del sistema nervioso central
Dentro de las drogas existe el grupo conocido como depresores del sistema nervioso central, en el que se encuentran por ejemplo el alcohol, los opiáceos y los hipnosedantes. Lo que les caracteriza es que anulan o rebajan las principales funciones del sistema nervioso, generando una sensación de inhibición y adormecimiento del cerebro.
Pues bien, esta sensación es también aplicable mediante las drogas auditivas si se modula la frecuencia de los sonidos binatirales a un pulso menor a 13Hz.
3. Ansiedad y taquicardias
Aunque difícilmente las drogas auditivas puedan alcanzar los niveles de sensación de euforia y desinhibición que ofrecen algunos narcóticos como la cocaína, el speed o el éxtasis, en realidad está comprobado que la música puede liberar sustancias como la serotonina y la adrenalina, conocidas como hormonas de la felicidad.
No obstante, en cuanto a los efectos fisiológicos de los sonidos binaturales, es más frecuente que produzcan una saturación del sistema nervioso con sus consiguientes consecuencias: cuadros de estrés, ansiedad y taquicardias.
4. Euforia y relajación
Hay quien modula los sonidos bilaterales para colocarse con las drogas sonoras y conseguir sensación de euforia. Para ello, la frecuencia que mejor estimula las ondas cerebrales es de 10,5 Hz, que en el caso de incorporar los sonidos bilaterales se produce una circulación de los mismos a través del sistema neuronal produciendo sensación de euforia y relajación.
Esta sensación en concreto puede ser potenciada estimulando la vista con imágenes distorsionadas que refuerzan los efectos de las drogas auditivas.
¿Cómo consumir las drogas acústicas?
Los consumidores pueden descargar las pistas de audios y las músicas desde diversos sitios de Internet, la mayoría de ellos gratuitos, aunque también existen páginas especializadas que ofrecen descargas al precio de unos 8 euros. El precio varía en función del tipo de sonido y la droga que intentan imitar.
Puesto que las drogas auditivas se basan en los sonidos bilaterales, escuchar la música sin audífonos afecta en la dispersión del sonido y rebaja los efectos de las mismas. En este sentido, lo mejor es escuchar las pistas de sonidos directamente desde unos auriculares, que permiten potenciar la entrada de distintas frecuencias en cada oído.
Además, se aconseja hacerlo con los ojos tapados, porque toda nuestra captación de la realidad carga su peso en el oído. Mediante la visualización de imágenes distorsionadas o con composiciones psicodélicas el individuo se puede ver inducido a lapsos momentáneos de alucinación y alteración de la conciencia.
Otra diferencia respecto las drogas habituales es que se recomienda consumir las drogas sonoras tumbado, relajado y aislado. Mientras que la tomar cocaína o speed lo normal estar de fiesta en ambientes de socialización y desinhibición, en este caso las drogas auditivas exigen concentración para desarrollar sus efectos.
¿Funcionan realmente las drogas auditivas?
La comunidad científica ha investigado los efectos de las drogas auditivas y hay un consenso general en establecer que éstas no logran alcanzar los niveles de alteración del sistema nervioso central y la conciencia del individuo que sí poseen las drogas consumidas por vena, oralmente o por la nariz.
Sin embargo, sí se constatan efectos secundarios derivados de la utilización de las drogas acústicas. En un sentido directo, mediante los efectos inmediatos que provoca al suponer una alteración abrupta de los niveles auditivos, y en un sentido indirecto, a través de la liberación de sustancias y hormonas que en nuestro organismo generan ansiedad o bien euforia.
De todos modos, los expertos señalan la importancia que adquiere aquí todo lo que tiene que ver con la sugestión. Al tratarse de una moda, los jóvenes experimentan con las drogas acústicas y se pueden ver inducidos a sensaciones generadas por su propio deseo. En todo caso, los efectos que estas drogas tienen en el individuo son momentáneos.
Referencias bibliográficas
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Agustín, L. G. O., Oswaldo, O. T., Patricia, C. G., de Coyoacán, C. A. M., de ciencias Biológicas, C. Á., & Escolar, P. XXI CONGRESO DE INVESTIGACION CUAM-ACMor “COMPARACIÓN DE LOS EFECTOS PSICO-FISIOLÓGICOS DE LA MARIGUANA Y LA DROGA AUDITIVA”.