Se idearon para poder causar el mayor número de daños posibles a los ejércitos de agua de los enemigos, gracias a su capacidad de navegar bajo la superficie marina, lo que les permitía acercarse a los buques sin ser detectados. Los submarinos jugaron un papel importante en el desarrollo de la Primera y Segunda Guerra Mundial, ya que torpedearon cientos de embarcaciones, aunque no siempre se trató de objetivos militares.
Los avances en la tecnología han servido también para realizar todo tipo de modificaciones en estos sigilosos buques submarinos. Actualmente propulsados en su mayoría por reactores nucleares, a diferencia de sus parientes del siglo pasado (que lo hacían mediante un sistema combinado de combustible diésel y eléctrico), los submarinos de misiles balísticos tienen una capacidad de arrasar ciudades enteras y ocasionar incontables bajas.
Veamos qué se propone hacer Estados Unidos en los próximos años con estas mortíferas máquinas de guerra.
Ohio: los submarinos actuales
Los submarinos más potentes con los que cuenta el país de las barras y estrellas son los denominados Ohio, los de mayor tamaño de la marina estadounidense. Que a nadie le engañe su descomunal tamaño: son extremadamente sigilosos y cuentan con la más avanzada tecnología de espionaje, lo que les permite realizar tareas de vigilancia para mantener a raya a las naves enemigas, que tratarán por todos los medios de escapar a sus misiles.
Y es que los Ohio tienen cabida para 24 misiles de tipo Trident, lo que para muchos es un indicativo nada halagüeño de que la guerra nuclear es inminente, pues estos proyectiles tienen el mismo poder de devastación que causarían 600 bombas atómicas como la que se lanzó sobre la isla de Hiroshima. Además, los Ohio cuentan con mecanismos de camuflaje para evitar ser detectados por los radares y sistemas de dichos buques hostiles.
A pesar de su efectividad y autonomía (estos submarinos pueden funcionar durante 15 años sin necesidad de ningún mantenimiento), la longevidad de los submarinos Ohio pronto alcanzará su fin. A partir de 2030 se espera poder reemplazarlos por una generación más modernizada llamada Columbia.
Una nueva generación mejorada: los Columbia
Por si la capacidad destructiva de los Ohio fuera poca, la nueva clase de estos letales navíos (conocida como Columbia) será una versión renovada que incluirá mejoras en los defectos que tienen sus hermanos. Para empezar, su reactor nuclear será capaz de funcionar durante 42 años sin necesidad de reabastecerse, frente a los 15 años de vida que llegan a alcanzar sus antecesores.
Se estima que la nueva generación tenga la misma longitud que los Ohio actuales, pero ampliarán en un metro su diámetro, lo que les permitirá alargar los tubos propulsores por los que dispararán los misiles Trident. Los gobiernos de EEUU y Gran Bretaña serán los principales beneficiarios de los nuevos Columbia, ya que la marina británica dispone de un modelo vigente (los Vanguard) que alberga la misma clase de misiles que los Ohio; de ahí que desarrollen el proyecto en común.
La diferencia entre la versión norteamericana y la inglesa yacerá en su espacio para estos proyectiles: mientras que una podrá con 16, la otra verá reducido este número a 12, lo que no le restará peligrosidad. Un único Columbia podrá evaporar cualquier país del planeta con tan sólo pulsar un botón.
Habrá que esperar hasta entrar en el año 2030 para que el nuevo programa armamentístico (que se prevé será el tercero más caro en la historia de la defensa de Estados Unidos) se dé a conocer en todo el mundo. Sumado a los detalles del nuevo diseño, se ha dado a conocer el precio del programa; y adelantamos que no es precisamente barato.