El tipo de alimentación es clave para la clasificación de los animales: además de herbívoros y carnívoros, también están los denominados ‘animales omnívoros’, aquellos que han evolucionado de forma que toleran alimentos de ambas dietas.
Sepamos un poco más sobre las características y régimen alimenticio de los animales omnivoros.
Tal y como veníamos adelantando, los animales omnívoros son aquellos cuya alimentación habitual se compone de plantas y de otros seres vivos por igual. De esta forma, para considerar a un animal omnívoro, no debe haber un predominio de uno u otro tipo de comida en su dieta, sino más bien un equilibrio entre ambos.
La evolución ha dotado a estas criaturas de rasgos propios de herbívoros y carnívoros, conformándose como una especie de híbrido cuyo organismo se ha adaptado para digerir estos nutrientes. Por ejemplo, la mandíbula de los animales omnívoros cuenta con dientes de diferentes tipos: desde premolares y molares posteriores que les permiten masticar hojas, plantas y raíces, hasta caninos para poder triturar la carne y desgarrar huesos o tendones.
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Ya hablamos de esto en nuestro artículo sobre animales carnívoros. En él, incidíamos en que hay ocasiones en las que, tanto herbívoros como carnívoros, se veían empujados a variar su alimentación habitual debido a la falta de la comida que, por su naturaleza, consumen.
Oportunistas son todos los animales, más si el alimento a su alrededor escasea, por lo que no se considerará como animal omnívoro a, por ejemplo, un león que, debido a la carencia de ñúes o gacelas, coma hierba.
Insistimos, los animales omnívoros lo son porque se nutren de la misma proporción, y con la misma frecuencia, de carne y vegetación.
Que la evolución haya dotado a algunos animales de técnicas de alimentación omnívora trae tanto ventajas como desventajas para la especie en cuestión.
La adaptación al medio ha permitido que los animales omnívoros incorporen a su dieta todas las clases de alimento que encuentran. Afortunadamente para ellos, esta característica esencial les facilita la búsqueda de sustento para sobrevivir, ya que no están condicionados a un tipo de comida.
De esta forma, la capacidad de adaptación de los animales omnívoros es mayor que la de sus colegas de régimen alimentario único, por lo que pueden sobrevivir en entornos diversos (si nos basamos en su forma de conseguir sustento y obviamos otros factores, como la inexistencia de depredadores alrededor).
No obstante, aunque parece que los animales omnívoros cuentan con una ventaja evolutiva que los otros no, lo cierto es que estar situados entre dos tipos de dieta, tiene sus consecuencias.
En resumidas cuentas, los omnívoros no consiguen asimilar en su totalidad ni las proteínas de la carne ni el hierro o las sales minerales de los vegetales. De esta manera, en caso de alimentarse en exceso de verde o rojo, llegará un momento en el que deberán restituir esta descompensación aportando a su organismo alimentos de la clase opuesta que les confieran otros nutrientes que su cuerpo también necesita.
Veamos algunos ejemplos de clases de animales omnívoros que pertenecen a la fauna de varios ecosistemas.
La gran familia de los mamíferos, incluye esas especies animales típicamente conocida por sus hábitos omnívoros.
En cualquiera de sus subespecies, ya sea aquellas utilizadas en la ganadería o las que se han criado en estado salvaje (como los jabalíes o facóqueros), los cerdos son el clásico ejemplo de animal omnívoro que primero se enseña en las escuelas.
Esta especie de marsupial, considerado invasor por sus ataques a las gallinas de las granjas, forman parte también de los animales omnívoros. Además, son muy beneficiosas para el control de ciertas plagas, como ratas e insectos. Sin embargo, la fruta también se encuentra en su menú cotidiano.
Uno de los parientes más cercanos del ser humano es famoso por no hacer ascos a ningún tipo de comida.
Hace años, se les consideraba plenamente herbívoros y frugívoros, pero con el estudio de estos primates, se descubrió que también tenían hábitos cazadores, incluso caníbales, cuando se trata de miembros de clanes rivales.
Que a nadie le engañe su aspecto lobuno, pues este primo lejano de los grandes lobos consume fruta, hierbas, insectos y pequeños animales.
Otro pariente de los lobos, los perros, también son animales omnívoros.
Como bien habrás podido deducir, nuestra especie es puramente omnívora por naturaleza, independientemente de las decisiones personales de cada uno con su régimen.