Ligar consiste básicamente en seducir a una persona por la que se siente una atracción. La variedad de posibilidades para conquistar suele pasar por conversaciones más o menos interesantes o citas románticas, sin olvidar la creación de cierto grado de tensión sexual para intentar asegurar el éxito del que seduce.
Vivimos en una era en la que el auge tecnológico está invadiendo todos los hábitos de nuestro día a día; y el noble arte de la seducción ha visto modificados sus variables en este aspecto.
La proliferación de múltiples apps de ligoteo ha contribuido a abandonar viejas tácticas de conquista amorosa, ya que estos nuevos instrumentos facilitan el trabajo a mucha gente que no se atreve a entablar una conversación inocente en cualquiera de los sitios por los que se mueve.
No obstante, aún quedan quienes continúan creyendo en el poder de la atracción a primera vista y que siguen recurriendo a las situaciones cotidianas para acercarse a cortejar a otra persona. Por ello te proponemos un listado con claves para que puedas poner a prueba tus dotes seductoras; no sin antes darte algunos consejos previos a pasar a la acción.
A tener en cuenta antes de ligar
Será mejor que tengas en mente las siguientes claves si has decido sacar a relucir tu vertiente más atractiva.
1. Confirma que vas a “entrarle” a alguien sin pareja
A veces tendemos a pensar que porque la otra persona está siendo amable con nosotros y muestra reciprocidad ante nuestro interés, inmediatamente inferimos que también se siente atraída. Y no es siempre así; no confundas la amabilidad con el flirteo. Por ello, trata de sonsacar de forma sutil si está soltera y no tiene a nadie en su corazón. Y, más importante todavía, no te vengas abajo si no recibes la respuesta que esperabas. Como suele decirse: “Hay muchos peces en el mar”.
2. No fuerces la conversación
Básico. Si ves que la cosa no fluye, hazte a un lado. No hay nada peor que una conversación que no fluye y que está condenada al fracaso. Para ser más espontáneo, puedes lanzar una pregunta que sirva para captar su atención.
3. No finjas, sé tú mismo
También muy elemental pero que se pierde fácilmente de vista. En ocasiones, hay gente que se avergüenza de quién es y por ello recurre a la mentira. No hace falta; aunque hayas oído acerca de los beneficios de la mentira, créenos, a la larga te traerá problemas. No tienes que fingir ser quien no eres creyendo que así vas a agradar más, ni tampoco tienes que demostrar nada, esto no es una carrera de méritos.
5 sitios atípicos donde ligar
Aquí tienes cinco sitios donde no es usual ponerse a tontear y que se alejan de otros lugares más manidos, como bares o discotecas, donde la creatividad de flirteo ya casi brilla por su ausencia.
1. Sala de espera
Bien sea en la consulta del médico, del dentista, del psicólogo… En este tipo de lugares pasamos muchos minutos muertos. ¿Quién sabe? Tal vez llegue un paciente que despierta tu interés y con quien puedes congeniar. Evita hablar sobre lo que os ha llevado a la consulta, para no entrar en detalles demasiado escatológicos o privados que no convenga revelar.
2. En un avión, tren, autobús
Especialmente en los trayectos de duración media o larga, donde pasamos horas metidos en un mismo sitio. Si tienes la suerte de que se te ha sentado al lado una persona atractiva, tienes cualquier excusa para iniciar un diálogo: ofrécele un auricular de tu Ipod por si le interesa oír tu música, pregúntale qué música escucha o qué está leyendo. Evidentemente, hazlo con tacto y que se note espontaneidad.
Si crees que opciones de este estilo son demasiado invasivas, haz algún comentario gracioso del tipo “¿Soy yo o en este asiento te rompes la espalda?” o “Tengo las piernas comprimidas de lo cerca que está el asiento de delante, ¿no te pasa igual?”. Si lo haces con el suficiente salero, pasarás un rato agradable mientras dure el viaje.
3. En colas
Sin más. Bien sea comprando en el supermercado, en una tienda de ropa o en el cine; estos ratos que a veces se eternizan pueden acabar mejor de lo que esperabas. Aprovecha la ocasión y da rienda suelta a tu ingenio sin pasarte, ya que puedes parecer demasiado grosero si interrogas a la persona sobre lo que ha comprado. En el cine, en cambio, puedes optar por preguntarle si ya ha visto la película o es la primera vez; y a partir de ahí, seguir.
2. Clases de baile
El auge de academias en las que se enseñan diferentes tipos de danza ha abierto los ojos de muchas personas, que han visto en ella un territorio inexplorado en el que poder ligar. La circunstancia es favorable, ya que el acercamiento físico está garantizado.
Aunque para muchos es como pasar de cero a cien en apenas segundos, puedes sacarle ventaja a la situación. Eso sí, ojo con las manos, estas deben estar todo el rato en su sitio, de lo contrario, seguiría siendo una grosería a pesar del contexto.
Debes tener presente, que la gente va estas clases para aprender. Si bien brinda una oportunidad muy buena para conocerse y entablar conversación, lo correcto es hacerlo después de la clase o durante los descansos, ya que, mientras estás bailando, la otra persona está demasiado cerca como para distanciarse físicamente si lo necesita, pudiendo crear situaciones realmente incómodas.
1. Biblioteca
Las bibliotecas no son únicamente fuente de conocimiento y sabiduría. Si eres hábil, puede servirte también para que salgas de ahí con algún número de teléfono. Especialmente en época de exámenes, estos lugares se llenan de estudiantes que pasan horas y horas cada día hincando codos.
Entre tanto hervidero de neuronas a veces surge la chispa: una mirada,otra, una sonrisa, un acercamiento...También puedes aprovechar los descansos para no importunar el estudio de alguien si no lo acabas de ver claro.
Menciones especiales
No podemos concluir este escrito sin dedicarle unas líneas a otros lugar o situaciones en que también abren la puerta a ligar, por ejemplo en las ya clásicas bodas, en un ascensor, un partido (si eres espectador, claro) o paseando al perro.
Una última recomendación
¡Ojo! En el mundo del ligoteo no hay nada escrito, así como tampoco garantías. Puede ser que un día tu capacidad por dar rienda suelta a tu ingenio no se encuentre en un buen momento o que a la persona a la que intentas seducir no tenga ganas de hablar contigo.
Así que, igual que te recomendamos cuándo y dónde usar tu gracia, también te advertimos de que, si no lo acabas de ver claro, no insistas y déjalo estar. No olvides que “una retirada a tiempo es una victoria”.