Una vida de excesos, junto a un historial de traumas personales y la incapacidad por sobrellevar las exigencias de la fama, han sido claves en la trayectoria de los artistas que forman parte del ‘club de los 27; fallecidos prematuramente de forma trágica.
Dentro del ámbito musical, muchos ya hablan de una maldición alrededor de esta fatídica cifra.
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¿Qué es el club de los 27?
Mundialmente es como se conoce al listado de cantantes o músicos de enorme popularidad que coinciden en la edad de su muerte: 27 años. Para formar parte de este lúgubre grupo, se da la casualidad de que muchas de estas muertes han ocurrido tras un largo historial de consumo desorbitado de alcohol y drogas, que han dado lugar a trágicas sobredosis o suicidios. No obstante, dentro del club de los 27 también encontramos intérpretes que han fallecido asesinados o en circunstancias que no han sido esclarecidas.
Lo que comenzó siendo como una mera casualidad, fue ganando popularidad entre las masas con cada nuevo nombre que se añadía, hasta convertirse en una de las leyendas urbanas más macabras sobre la cara oculta de la industria musical.
Para alimentar aún más las conjeturas, gran parte de los fallecidos del club de los eternos 27 murieron cuando se encontraban en el momento álgido de sus respectivas carreras, como si alcanzar esta edad marcase un punto de inflexión en las vidas de estos genios clave de la música contemporánea.
La historia del club de los 27 a través de sus miembros más destacados
Conozcamos quienes componen esta crónica negra de la música y cómo es su fatídica biografía.
1. Robert Johnson (1911 - 1938)
Aunque cinco son los “miembros de oro”, fue este guitarrista quien inauguró el club de los 27. Fuente de inspiración de otros grandes portentos de la guitarra como Jimmy Hendrix, Muddy Waters, Eric Clapton o Keith Richards, la leyenda negra alrededor de la figura de Robert Johnson es muy turbia.
Dicen las malas lenguas que la habilidad para tocar este instrumento le fue otorgada tras realizar un pacto con el Diablo, pues hasta entonces sus dotes eran más bien escasos, llegando a calificarse de “mediocres”, según sus contemporáneos. Además, se cuenta que Johnson había jurado lealtad al Maligno porque había renegado de la fe en Dios cuando, en 1930, su mujer murió dando a luz a su primogénito, que tampoco sobrevivió.
La triste historia del Rey del blues del Delta llegó a su fin el 16 de agosto de 1938, cuando su cuerpo fue encontrado en una encrucijada de caminos en Greenwood, Mississippi. Las causas de la muerte nunca han sido definitivas, aunque la hipótesis que cobra más fuerza es que fue envenenado por el dueño de un local en el que horas antes había estado tocando y del que tuvo que irse por sentirse indispuesto. Según esta versión, aquel hombre era el marido despechado de una amante del músico que juró vengarse del engaño.
El club de los 27 abría sus puertas.
2. Brian Jones (1942 - 1969)
Él es quien bautizó a los Rolling Stones, banda que fundaría y de la que pasaría a formar parte tocando el bajo. Sin embargo, Brian Jones era un talento musical nato, con un fino oído para las notas y un don especial para aprender a tocar cualquier instrumento en poco tiempo, como el sitar hindú que podemos escuchar en la canción Paint it, black.
Pero la tensa relación con Keith Richards y Mick Jagger debido a su habitual consumo de sustancias, le habían sumido en una depresión de la que no saldría. Fue en junio de 1969 cuando el vocalista y guitarrista echaron a Jones de los Stones, algo que éste aceptó de buen grado consciente de su condición. Apenas un mes después de aquello, el fundador de “sus Satánicas Majestades” se encontró muerto flotando boca abajo en la piscina de su casa de Sussex. Todavía hoy se discuten las causas sobre qué pudo costarle la vida.
3. Jimi Hendrix (1942 - 1970)
El mago de la guitarra por excelencia de todos los tiempos, es uno de los premium del club de los 27. Considerado en varias ocasiones como el mejor guitarrista de la historia, pasando por delante de otros grandes como B.B. King, Jimmy Page o Chuck Berry; Jimi Hendrix consiguió crear con este instrumento sonidos eléctricos y distorsiones con los que experimentaba en sus canciones.
El que fuera uno de los símbolos del desenfreno de la época hippie congregó a miles de fans apasionados de su música, emocionados con verle tocar en festivales como el de Woodstock. Zurdo como era, Jimi Hendrix no siempre disponía de guitarras adaptadas a su necesidad, así que tocaba en los conciertos con una Fender para diestros vuelta del revés, a la que había cambiado la posición de las cuerdas; otro detalle que se convertiría también en su principal seña de identidad.
Desgraciadamente, un fatídico cóctel de alcohol y nueve somníferos apagaron su fulgurante estrella: tal y como trascendió a los medios de comunicación, Hendrix falleció en la ambulancia de camino al hospital, ahogado en su propio vómito, ya que ningún enfermero se preocupó por ladear su cabeza para prevenir el mortal atragantamiento.
4. Janis Joplin (1943 - 1970)
Varias fechas están marcadas en rojo a lo largo de los 70 con las muertes de los principales cantantes del club de los 27. Un mes después de Hendrix, en octubre, se acallaba una de las voces más potentes jamás escuchadas. Janis Joplin destacó por ser la primera mujer que triunfó cantando rock, convirtiéndose en todo un emblema del espíritu revolucionario de aquellos años gracias a sus rasgados aullidos.
Joplin bromeó en alguna ocasión con la idea de lo que ocurriría si ella también muriera, algo que dejaba desconcertados a sus más allegados y a sus seguidores. Incluso se preguntaba si su supuesta muerte supondría una pérdida similar a la de Hendrix, cuestión que ella misma se respondía diciendo que era incluso más famosa que el guitarrista de Woodstock. Semanas más tarde, Janis Joplin moría por una sobredosis de alcohol y heroína cuando estaba grabando su cuarto disco.
Lo que más ha extrañado a los investigadores es que nunca se hallaron pruebas de que la cantantese inoculara la droga, pues no había jeringuilla alguna o instrumental en el lugar de su muerte.
5. Jim Morrison (1943 - 1971)
El vocalista del conjunto de rock psicodélico The Doors encarnó el arquetipo de líder carismático y atractivo para el gran público, gracias a su torrente de voz inigualable y enorme presencia que llenaba cualquier escenario que pisase. Consumidor reconocido de LSD, cannabis y peyote, supuestamente Morrison rehusaba la heroína por su fobia a las agujas.
Sin embargo, después de que su novia de entonces encontrara el cadáver del artista en la bañera, el informe médico sostuvo que la causa de la defunción se debió a un fallo cardíaco multiplicado por un consumo abusivo de alcohol. Ahora bien, nubes negras planean sobre la muerte de este miembro de honor del club de los 27, ya que no se realizó la autopsia al cuerpo por la falta de signos de violencia.
Tal vez Morrison muriera por una sobredosis de heroína administrada por un traficante de drogas francés, Jean de Breteuil, novio de la cantante Marianne Faithful. Desgraciadamente, esta información no pudo ser corroborada porque de Breteuil fallecería un año después.
6. Kurt Cobain (1967 - 1994)
Tuvieron que transcurrir 23 años hasta que un nuevo artista venido a menos pasara a formar parte del club de los 27. Esta vez le tocó el turno al icono del movimiento grunge. Las posibles explicaciones sobre qué pudo motivarle a acabar con su vida de forma tan drástica siempre han ido enfocadas a su oposición por convertirse en un producto de consumo más del marketing musical, algo contra lo que había remado siempre y dejado claro en las letras de sus canciones.
Treinta días después de un intento fallido de suicidio (Cobain estaba en tratamiento por una depresión a consecuencia de una laringitis que había provocado su retirada temporal), su cuerpo sin vida apareció tumbado en el suelo, sobre un charco de sangre y junto a una escopeta con la que, aparentemente, se había disparado a la cabeza. Kurt Cobain había dejado una nota de despedida en la que pedía a su mujer que cuidara de su hija, de pocos años de vida, por él.
Por lo visto, ya de adolescente, Cobain admitió sentir una extraña fascinación con el club de los 27, aunque su madre jamás se lo había tomado en serio como para preocuparse.
Otros integrantes del club de los 27
Además de estos enormes de la música contemporánea, hubo otras estrellas que, aunque brillaron con menos fuerza, sus muertes supusieron una enorme pérdida y contribuyeron a alimentar el mito del infame club de los 27.
7. Mia Zapata (1965 - 1993)
The Gits fue un grupo punk de la ciudad de Seattle, al que Mia Zapata puso voz. Habituales de los garitos de la noche donde debutaron, pronto la banda comenzó a ganar fama internacional. Con una gira por Estados Unidos y por Europa previstas, la violación y el asesinato de la cantante supuso el fin de The Gits.
Tuvieron que pasar casi 10 años hasta que el caso no se esclareció por completo y el culpable fuera detenido gracias a una muestra de saliva que permitió responder al enigma.
8. Freaky Tah (1971 - 1999)
Uno de los componentes de The Lost Boyz también murió asesinado, esta vez de un tiro en la nuca, a la salida de un hotel en el barrio de Queens, Nueva York. Su atacante huyó del lugar en coche, y fue condenado a 7 años de prisión.
El de Raymond Rogers (el nombre real del ex-Lost Boy) supuso el tercer asesinato de un rapero en apenas tres años, después de los de Tupac Shakur (septiembre de 1996) y Notorious B.I.G. (marzo de 1997).
9. Amy Winehouse (1983 - 2011)
La joven heredera del soul, que tanto prometía en sus orígenes, es probablemente la incorporación al club de los 27 que más se vio venir, a pesar de la multitud de premios que acumuló y del enorme talento que demostró para lograr un registro de voz que pocas veces se había escuchado.
Desgraciadamente, una malsana afición al alcohol y a las drogas que fue en aumento, hicieron que los medios se hicieran eco de Amy Winehouse por sus escándalos y problemas con la justicia. En una de sus últimas apariciones públicas, la diva en caída libre tuvo que cancelar un bochornoso concierto en Belgrado, tras aparecer en un estado de embriaguez tal que le impidió apenas mantenerse en pie.
Semanas más tarde, Winehouse fue encontrada muerta en su casa de Londres. Presentaba un nivel de alcohol en sangre de 416 mg/dl, cuando la cantidad de riesgo está estipulada en 350 mg/dl.
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