Además de la cuadratura del círculo, hay ciertas cuestiones que parecen irresolubles. Por eso, traemos una colección de preguntas sin respuesta con las que cualquier velada podrá convertirse en un debate de eruditos. ¿Tienes una contestación para cada una de ellas? Veamos...
Saca a relucir tu ingenio con esta colección de interrogantes que harán que le estés dando vueltas a la cabeza durante largo y tendido.
Una duda aparentemente irresoluble y que ninguna profesora de matemáticas jamás me respondió.
Nunca dejará de maravillarnos ver a según qué personajes ponerse a levantar hierros con la gorra puesta EN UN SITIO CUBIERTO.
Aunque la pregunta más bien debería ser: “¿cómo puede haber hombres que elijan por voluntad propia hacerse eso en la cabeza?”.
Ocurre el 100 % de las veces.
Alguien muy gracioso me dijo una vez: “porque se nos saldrían disparados de las cuencas”.
Otro hermoso paraje destrozado por el turismo de postalita e Instagram.
En los debates filosóficos no pueden faltar preguntas sin contestación para pensar sobre cuál es la verdadera condición de nuestra especie.
En ocasiones pienso que tardaría menos tratando de saltarles por encima que esperando que se hagan a un lado para dejarme pasar.
Si eres aficionado a la serie de Seth McFarlane, habrás visto que hay veces en las que los Griffin parecen comunicarse sin problemas con el pequeño de la familia y en otros episodios, es como si no le escucharan.
Es más, ¿quién la compra?
Hay quien dice que es por precaución.
Una pandemia que afecta a centenares de jóvenes de hoy en día.
¿Se puso alguien a contarlas cuando documentó a este miriápodo o lo dijo ‘a ojo’?
Uno de los agujeros de guion del cine contemporáneo tan grandes como la caída del todoterreno que el dinosaurio tira por el despeñadero. “Es que había una pendiente por la que el dinosaurio subía y bajaba”, dicen algunos… NO CUELA.
Esta es una de las muchas preguntas que no tienen respuesta que plantea el feminismo de tercera oleada y que no se sabe (o no se quiere) responder, seguramente para no sacar a relucir las muchas contradicciones de esta ideología.
No falla: justo cuando menos ganas tienes de socializar, alguien con una sonrisa de oreja a oreja te hace la pregunta del millón.
No son pocos los que no se creen la versión oficial que la Historia nos ha contado acerca del fin del dictador.
Una de dos: o el móvil se queda sin batería o misteriosamente se apaga.
Sí, seguramente fuera un reloj de sol, pero aún así cuesta imaginar en base a qué lo pondrían en hora.
¿Beberían mucha agua cuando querían despertarse temprano, tenían un gallo cerca o no sabían lo que es madrugar?
Una de esas incógnitas que plantea el lenguaje.
Casi 8 mil millones de personas en el planeta, recursos escaseando y creciendo a un nivel mucho más lento que lo que lo hace la población; y aún así, nos seguimos reproduciendo.
Freud tendría mucho que decir de esta feliz casualidad.
A mí este tipo de preguntas sin resolver sobre la vida son las que me quitan el sueño por las noches.
Por no hablar del balón con el que jugaban, que se deformaba como si fuera un globo.
Algunos se creen que las mantas están hechas de acero reforzado.
En ocasiones, las particularidades del vocabulario plantean incógnitas sobre las que poco podemos decir al respecto.
Si eran débiles a este elemento, entonces no necesitarían hidratarse, ¿no? ¿O sí?
Total, si lo van a matar…
Quien no haya leído los libros de Tolkien o no esté familiarizado con la Tierra Media más allá de las películas se habrá planteado esta cuestión. Lo cierto es que sí que hay una respuesta, pero no os la vamos a dar.
La verdad es que no tengo ni idea.
Cuando tienes una copa entre manos no estás para plantearte ciertas preguntas, ¿verdad?
Ni los Jedi están exentos de padecer problemas de memoria.
Con los niveles de superpoblación que comentábamos antes y el ritmo de crecimiento que llevamos, parece que tristemente, el ser humano seguirá haciéndole mucho daño al planeta durante algún tiempo.
“No, porque hay otras cosas en esta vida que…”. Sí, sí, pero nadie le diría que no a unos cuantos milloncejos; yo el primero.
Se conectan a Internet, hacen unas fotografías y vídeos de calidad excepcional, se puede incluso pagar con ellos... PERO NO SE PUEDE GUARDAR UNA ALARMA PARA QUE SUENE ESTANDO APAGADOS. Inteligentísimos, vaya...
Sólo se nos ocurre una solución:
El maestro del cine recibió el premio honorífico a toda su carrera, que es lo mismo que un premio de consolación para tranquilizar las conciencias de los supuestos “expertos” de la Academia.
Nunca, nunca, nunca ocurrirá.
La infinidad del Universo y de lo que pueda haber más allá ha dado lugar a múltiples preguntas que todavía no quedan del todo claras.
Gran parte de los dogmas impuestos por el lobby feminista, como suele ocurrir con otros asuntos políticos y sociales, pueden contestarse con una sola palabra: “subvenciones”. No obstante, hay más tela que cortar...
Hipocresía en su máxima expresión. Ahora bien, que si así las salas están más vacías de gente impertinente, eso que ganamos los que queremos disfrutar de la película.
Veamos… ‘Gente’+ ‘Alcohol’ + ‘Gratis’ = ¡SORPRESA!
Nosotros contestamos con un rotundo “NO”. ¿Y tú?