Pixar, o lo que viene siendo lo mismo, Disney, ha tomado cartas en el asunto al preparar las primeras películas del universo Toy Story para su vuelta al mercado, debido al éxito de ‘Toy Story 4’, casi a modo de estrategia de marketing financiero y de merchandising.
Con lo que no contaban los que se estaban ocupando de gestionar la conversión del formato DVD a 4K Ultra HD, era que se les había escapado una secuencia del personaje del Oloroso Pete en ‘Toy Story 2’ (1999), a modo de broma en los créditos, que debido a su evidente mensaje, se ha removido de esta nueva versión a comercializar.
La secuencia censurada de ‘Toy Story 2’
Les dejamos el enlace a Youtube para que ustedes mismos puedan deleitarse con la secuencia poscréditos que introdujeron los creadores de esta secuela. Y es que lo que se daba a entender es que el Oloroso Pete estaba haciendo de las suyas al mantener una conversación con dos gemelas Barbie en su embalaje.
“Ah, así que sois absolutamente idénticas, ¿eh? Sabéis, estoy seguro de que os puedo conseguir un papelito en ‘Toy Story 3’…” Es lo que el personaje antagónico de la cinta les está comentando, sin saber que las cámaras están grabando, como si su caja hiciera de camerino.
Seguidamente, el Oloroso Pete se percata de que están grabando una secuencia en la que él debería estar preparado (como muñeco-actor): “¡Ah! ¡¿Ya estamos?!” reacciona el personaje e indicando a las gemelas Barbie que salgan de su embalaje, echándolas una última mirada que nosotros como espectadores en seguida captamos.
Los efectos de la era #metoo en Pixar
Esta era en Hollywood lo ha cambiado todo, estamos seguros de que el escándalo de Harvey Weinstein es solo la punta del iceberg y de que según pase el tiempo encontraremos casos aún más sonados que el de él.
Sin lugar a dudas, es curioso que aún así, se apueste por eliminar una secuencia de poscréditos, introducida a modo de chiste, que bien podría ser entendida también como una denuncia de este tipo de comportamiento, en vez de, desde el punto de vista de los directivos del estudio, de verla como una banalización ofensiva de la problemática del abuso de poder en la industria.
No tiene ningún sentido, dado que no afecta al conjunto de la trama, era un gag, una broma del equipo creativo de la cinta. Aún con ello, se ha decidido cortar por lo sano y nunca mejor dicho, teniendo en cuenta que John Lasseter, director de la primera entrega y de esta secuela, fue denunciado por acoso sexual en 2017 y obligado a abandonar la compañía.
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