Si alguna vez has mirado la parte inferior central de un tapón de cava, puedes apreciar que en él se encuentra un pequeño dibujo. Este nos describe el tipo de cava que tenemos delante, y el proceso de creación y embotellado por el que ha pasado. Para poder distinguir correctamente entre cada tipo, tenemos que conocer de antemano que es el vino espumoso, que es el cava, y todo su proceso.
¿Qué es el cava?
Aunque de antemano creamos que es un tipo de bebida, el cava se encuentra englobado dentro de la categoría de los vinos espumosos. Los vinos espumoso són los que debido al nivel de concentración de anhídrido carbónico en su embotellado, tienen como característica más destacable las burbujas, que además le confieren gran parte de su sabor.
Como todos los tipos de vino españoles, el cava se encuentra englobado y regulado por su denominación de origen, la D.O. Cava. La singularidad de esta D.O. es que no tiene una región específica, sino que se encuentra repartida por todos los rincones de la península.
Aunque tras esta explicación queda clara la diversidad de regiones que producen el vino en cuestión, La Rioja, Álava, Zaragoza, Navarra, Badajoz o Valencia, la más famosa por sus espumosos es Cataluña, donde se encuentran un total de 132 pueblos de habitual producción de cava, del total de 159 de España.