Andalucía comienza a ofrecer un revolucionario sistema de ayudas económicas para los estudiantes universitarios. Esta arriesgada medida, permite a sus alumnos obtener un año completo gratis de matrículas, siempre y cuando el año previo lo hayan aprobado todo con un 5.
Esto hace que los futuros graduados deban pagar solo el primer año (alrededor de 757 euros de media en las universidades de esta comunidad autónoma española). De aprobarlo todo, podrán descontarse en el siguiente curso hasta el 99% del valor total, haciendo que se pueda terminar la carrera pagando exclusivamente el primer año.
El gasto final para un estudiante que consiga sacarse la carrera (sin suspender asignaturas) será pues, de unos 800 euros, cuando antes, la media estaba en torno a los 3.000 euros.
A esta medida se suman todas las universidades andaluzas, siempre y cuando, por supuesto, sean públicas.
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¿De quién fue la idea?
La propuesta que ha entrado en vigor este curso por primera vez en las universidades andaluzas, fue fruto de la mente de Susana Díaz. Quien es la secretaria general del PSOE en Andalucía, propuso esta medida justo después de perder las primarias.
Dicha medida se aplicará a las 11 universidades públicas que alberga la comunidad autónoma, de tal manera, que en cualquiera de ellas, se podrá obtener la matrícula prácticamente gratis con haber sacado un 5 en el año anterior.
Matrículas de honor ¿para qué?
Sin duda, esta bonificación económica para los estudiantes choca frontalmente con el sistema de matrículas de honor que existe en las universidades españolas y en otras muchas universidades del mundo.
Las MH se ofrecen a los alumnos más aventajados en aquellas asignaturas que han destacado por encima de sus compañeros. Este mérito era solo accesible para unos pocos.
Matrícula de honor o el suficiente
Para obtener una matrícula de honor, en la mayoría de universidades, se debe obtener una media superior a 9 en el cómputo final de la asignatura (teniendo en cuenta exámenes, trabajos, actividades, prácticas, etc) y ser, al mismo tiempo, una de las mejores notas de la clase.
Para ser exactos, se podía dar una matrícula de honor al mejor estudiante de cada 20 o 25 alumnos, por tanto, solo uno o dos estudiantes de cada asignatura podían obtener la añorada matrícula de honor; siempre y cuando superasen una media de 9, como hemos dicho.
Una vez obtenida la MH, el equivalente a los créditos de esa asignatura, eran desgrabados de la factura para el siguiente semestre. Toda una recompensa para los estudiantes que más se han esforzado.
Frente a esto, tenemos que la nueva medida andaluza, otorga la misma bonificación económica, pero con el menor esfuerzo posible: el 5 sobre 10.
La única diferencia será la media en el expediente académico. Pero, ¿es esto realmente tan importante para el mundo y en especial, para el laboral? ¿Cuántos estudiantes tienen más presente la nota que el costo de la carrera?
Igual con el máster
Aquí no acaba todo. Lo cierto, es que esta medida también se aplica al caso de los másteres universitarios. Es decir, el alumno que aprueba el último año todas las asignaturas con un cinco (o más, evidentemente), puede acceder a un máster con la misma bonificación, accediendo así a estudios de postgrado de manera casi gratuita.
Esta medida, como cabría esperar, ha disparado la demanda por parte de los estudiantes de los másteres. Para ser exactos, de las 20.850 solicitudes del año pasado para acceder a un máster, este año ha aumentado a más de 26.000. Dicho de otro modo, las solicitudes a másteres han aumentado de un año para otro un 30%.
La meritocracia en jaque
Es tan difícil predecir las futuras implicaciones de esta medida, como las motivaciones ocultas de la misma. Sin duda, a corto plazo, el aumento de demanda está garantizado, como ya se ha comprobado. Si una persona dudaba en entrar a una carrera por el precio tan elevado que debía pagar, ahora esa excusa ya no existe. Cuatro años de formación universitaria por unos 800 euros. ¿Dónde hay que firmar?
Ante el estado de crisis y paro, mejorar el currículum, aunque esto no sea una opción segura, es el único recurso para muchos. Pero este arma de doble filo convierte a los estudios universitarios, aún más, en una formación "para todos", en vez de un lugar donde los intelectuales de todas las áreas del saber se forman y luchan por alcanzar el conocimiento, como era antiguamente.
Aquí el eterno debate, ¿una universidad accesible para todos o una universidad que prepare a los mejores profesionales del mercado?
Además, desde hace ya tiempo, dejó de ser esto último, y con las nuevas medidas andaluzas, se enfatiza sobre todo lo primero. Los grandes vencedores en última instancia serán las instituciones, que verán sus plazas completas e incluso, jóvenes de todas partes viajarán a Andalucía para estudiar (con lo que se ahorran pueden pagarse el alojamiento y la estancia) y los estudiantes mediocres que se han conformado siempre con hacer lo mínimo para aprobar, que estarán más orgullosos de ello que nunca.
En un mundo laboral donde sobran universitarios, medidas que conviertan la universidad en otro producto de consumo promovido por rebajas dignas del Black Friday, no hacen más que un flaco favor a la sociedad. Mientras tanto, las colas del paro se llenan, y los trabajadores que atienden en el McDonals te hablan en 4 idiomas distintos.
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