Sabíamos que se pueden trasplantar órganos (riñones, pulmones, corazones, etc.) para restituir los órganos enfermos del donante. No tenemos ánimo de frivolizar si decimos que los avances en la ciencia han permitido que este tipo de procedimiento se realicen cada vez con menos peligro para el paciente; pero al no ser la medicina una ciencia exacta, siempre hay que contar con cierto porcentaje de riesgo.
La cosa no acaba aquí, pues los primeros injertos de cara son una realidad desde 2005. Hace escasamente un año, conocíamos el caso de Patrick Hardison, un bombero estadounidense que quedó totalmente desfigurado por culpa de un terrible incendio y que se convirtió en la primera persona en recibir un trasplante de cara completo.
Ahora se pretende dar un nuevo salto de gigante tras el que se ha proclamado como “el primer trasplante de cabeza con éxito”. ¿Qué opinaría Mary Shelley?
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¿En qué ha consistido el primer trasplante de cabeza?
El comienzo parece ser prometedor. La primera operación de trasplante de cabeza en humanos acaba de ser llevada a cabo en la Universidad de Medicina de Harbin, en China. Al frente de la hazaña están el Doctor Xiaoping Ren y su equipo.
Ahora bien, conviene hacer una serie de apuntes para no confundir a nadie: el procedimiento se llevó a cabo en un cadáver. 18 horas después de la intervención, los profesionales habían conseguido conectar la columna vertebral, los nervios craneales y los vasos sanguíneos de la cabeza con los del nuevo cuerpo.
Sergio Canavero, Director del Grupo de Neuromodulación Avanzada de Turín, que también formaba parte del grupo, veía esto como una puerta abierta a la posibilidad de realizar el trasplante en personas vivas. Según sus palabras al diario The Telegraph:
"La estimulación eléctrica de las terminaciones nerviosas prueba el éxito de la operación"
Un año antes se conseguía trasplantar la cabeza de un mono
Tanto optimismo viene precedido por otro triunfo de los mismos investigadores a comienzos de 2016. En esta ocasión, la hazaña consistía en haber logrado empalmar las venas de la cabeza de un pequeño primate asiático, haciendo que el animal sobreviviera sin sufrir daño cerebral alguno.
Aunque no se alcanzaba pleno, pues la espina dorsal del animal no pudo ser unida correctamente entre la cabeza y el cuerpo, sí que el peludo paciente superó la experiencia. De todas formas y por motivos éticos, lo mantuvieron con vida, pero en estado inconsciente durante 20 horas después.
El trasplante de cabeza del mono fue la antesala que impulsó a poner fecha para el experimento en pacientes humanos, aunque utilizando primero cuerpos inertes como método para perfeccionar la técnica. Aun así, parece que ya está prevista su realización en personas vivas.
Primer trasplante de cabeza a pacientes con vida
Canavero espera que para estas próximas Navidades pueda llevarse a cabo la proeza. El elegido es un paciente chino de quien poco se sabe, además de que ocupará los titulares de prensa, independientemente del resultado del trasplante.
Más allá de la complejidad que conlleva la actuación, deberá tenerse mucho cuidado con el proceso de rehabilitación, que se estima que sea de un año. Durante todo este tiempo, el sujeto permanecerá en coma inducido unas semanas, para que se restablezcan todas las conexiones entre la cabeza y el resto del cuerpo. Mientras permanezca inmovilizado, mediante pequeñas descargas eléctricas, se estimulará la médula espinal con tal de revitalizar las fibras entre sí.
Esperaremos las noticias al respecto en lo que el Doctor Xiaoping y sus colegas preparan el instrumental y se mentalizan. A continuación mostramos una entrevista hecha al futuro receptor del cuerpo:
No todo son voces de júbilo
A pesar de las repercusiones para la Medicina que algo así puede tener, hay algunos que ven en las aspiraciones de Canavero poco más que fantasías propias de un adolescente con pretensiones, en lugar de las de un profesional de su talla y experiencia.
En un artículo del periódico The Guardian, se cuestionan duramente las motivaciones del italiano. Para su autor, en referencia a la operación de trasplante de la cabeza de mono de 2016, éste no habría podido recuperar plenamente sus funciones. Según sus palabras,
"No hubo ningún intento por conectar la espina dorsal, de modo que la criatura habría quedado paralizada de por vida[...]fue una operación de éxito, si se considera que la parálisis, la falta de conciencia y una esperanza de vida de apenas unos días son indicadores de éxito"
El autor del escrito, Dean Brunette, sentencia que no se pueden separar ciertas partes del cuerpo humano y acoplarlas con otras, como si de unas piezas de Lego se tratase. Igualmente, el periodista se mantiene expectante ante lo que pueda ocurrir; pero para él, Canavero no ha ofrecido ninguna explicación convincente a nivel científico que garantice que podrá superar los obstáculos que suponen la protección de los tejidos o el flujo del riego sanguíneo.
Independientemente de su actitud escéptica, Brunette ha asegurado que, en caso de que Canavero triunfe, retirará todo lo dicho y se disculpará. Pero insiste en que ve poco probable que esto pase.
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