¿Por qué cuando fumo me duele la cabeza?

Desvelamos el motivo que explica por qué al fumar duele la cabeza. Hay distintos compuestos en el cigarro o el porro que producen cefaleas leves o fuertes.

El consumo de tabaco ha disminuido en algunos países desarrollados.
El consumo de tabaco ha disminuido en algunos países desarrollados. | Imagen de: Itay Kabalo.

 

¿Te has preguntado alguna vez por qué cuando fumas te duele la cabeza, independientemente de que seas un fumador habitual,  esporádico  e incluso pasivo? Aunque se ha probado que fumar tiene varios efectos sobre nuestro organismo, siguen existiendo millones de fumadores en todo el mundo que padecen las consecuencias de este hábito oloroso.

En las próximas líneas vamos a tratar de descifrar por qué cuando se fuma luego duele la cabeza.

Datos contradictorias sobre la relación entre fumar y el dolor de cabeza

La comunidad científica no ha acabado de ponerse de acuerdo a la hora de establecer un nexo inequívoco entre fumar y tener jaqueca después.

En un principio, se creía que fumar podría actuar como analgésico que mitigara el dolor de cabeza, ya que los consumidores de cigarrillos fuman para reducir su ansiedad. No obstante,  poco a poco se ha ido cambiando de opinión con respecto a esta afirmación, ya que los últimos hallazgos parecen indicar que, en lugar de paliar estos efectos, lo que hace fumar es que aumenten las probabilidades de sentir dolor de cabeza.

Explicación fisiológica de por qué al fumar duele la cabeza

Es hora de que desmitifiquemos que fumar no contribuirá a mejorar la sintomatología de los dolores de cabeza y de que ayudemos a esclarecer por qué cuando fumamos nos duele la cabeza. A continuación desvelamos al gran culpable:

La nicotina es el alcaloide (un compuesto químico que contiene nitrógeno) que se sintetiza de la planta del tabaco. Como por todos es sabido, es la nicotina la que causa la adicción al tabaco, comúnmente conocida como “tabaquismo”.

Pero, ¿qué hace la nicotina cuando entra en el cuerpo? y ¿por qué cuando se fuma que nos duele la cabeza?

1. Constricción de los vasos sanguíneos

El proceso de oxidación de la nicotina comienza cuando ésta es absorbida por el torrente sanguíneo. Los receptores que se encargan de esta desintegración son los colinérgicos; sin embargo, si bien en un principio su funcionamiento es normal, al segundo o tercer cigarro,  la nicotina termina por paralizar la acción dichos receptores. 

De esta manera, al no poder ser sintetizada, los vasos sanguíneos de la cabeza se constriñen, lo que hace que se reduzca la cantidad de riego sanguíneo que irriga las meninges, las membranas que recubren el encéfalo, situadas justo debajo del hueso del cráneo y que contribuyen a la protección del sistema nervioso central.

2. La presión sanguínea aumenta repentinamente tras la vasoconstricción

Después del encogimiento de los vasos sanguíneos y de la reducción del riego del encéfalo, las glándulas suprarrenales (encargadas de reacciones que se dan en situaciones de huida) segregan una gran cantidad de adrenalina, que eleva el bombeo de sangre en cabeza, dando lugar a la jaqueca.

Por ello, otras de las patologías que pueden ser causadas por el tabaquismo son las endocrinas.

3. Peor rendimiento de algunas funciones cerebrales

La sangre debe fluir bien por todo el cerebro para contribuir a que éste funcione a pleno rendimiento. La constricción de las venas y capilares que lo recubren,  provoca que el flujo sanguíneo no llegue tan bien a todas las partes del cerebro, que funciona peor y hace que se produzcan las migrañas.

Algunos de los síntomas que producen las jaquecas por inhalación de humo son: embotamiento, reducción de la agudeza visual (peor enfoque, visión borrosa…) y auditiva, mareos constantes y náuseas ocasionales.

4. Estimulación nociceptores

La jaqueca no se desencadena únicamente porque las membranas que recubren el cerebro no reciban el suficiente flujo sanguíneo, sino porque además, la nicotina activa los nociceptores (los receptores que captan el dolor) y que recorren la cabeza.

5. Persistencia del dolor si hay abuso

El dolor de cabeza puede cronificarse en tanto se mantenga el vicio de fumar,  ya que estos procesos no se revertirán hasta que no se deje de consumir.

Riesgo de jaqueca para fumadores activos y pasivos por igual

Padecer jaquecas puede ser el producto resultante de la acción de fumar, así como de la inhalación del humo en caso de ser fumador pasivo.

Para los fumadores habituales, la nicotina es la causante de la alteración de los nervios craneales que recubren las amígdalas, lo que puede permite explicar por qué cuando se fuma duele la cabeza. Por otro lado,  las personas expuestas al humo del tabaco también padecen estas jaquecas, debido a una hipersensibilidad a esta sustancia.

¿Cuáles son las soluciones en ambos casos?

1. Fumadores: retirar la nicotina para que no nos duela la cabeza

La mejor opción para que desaparezcan los dolores de cabeza es ir retirando poco a poco la nicotina. De hacerlo bruscamente la persona estaría desarrollando sintomatología ansiógena, que puede somatizar (manifestarse físicamente) en dolores de cabeza, lo que no ayudaría a mitigar el problema.

Las personas fumadoras que dejan de fumar y  reducen a la mitad la cantidad de cigarros por día que fuman, notan que se reduce su dolor de cabeza.

2. Fumadores pasivos: evitar lugares donde haya humo

Muchas personas son extremadamente sensibles al olor que desprende el humo de la nicotina, o directamente, son alérgicas.

Aunque por fortuna cada vez hay una mayor regularización que prohibe tener que estar condenado a tragar humo ajeno en espacios públicos, es recomendable para quienes sean susceptibles a desarrollar migrañas que no se expongan a este tipo de situaciones o que traten de alejarse para inhalar la menor cantidad de humo posible.