Muere el despiadado asesino Charles Manson en prisión tras 48 años

Muere el famoso psicópata y asesino Charles Manson, dejando un legado inolvidable de muerte.
A la izquierda Manson durante su tiempo en prisión. A la derecha, cuando fue apresado.
A la izquierda Manson durante su tiempo en prisión. A la derecha, cuando fue apresado. | Imagen: ©GTRESONLINE.

Llevaba en prisión desde agosto de 1969, por instigar a sus adeptos a que asesinaran a siete personas en la zona de Beverly Hills. Entre las víctimas de los crímenes, estaba la por aquel entonces actriz Sharon Tate, esposa del director de cine Roman Polanski, embarazada de 8 meses. Charles Manson, líder de la secta “La Familia”, ha fallecido a la edad de 83 años.

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Líder de una secta que causó dos masacres

Charles Manson ha sido el arquetipo de asesino manipulador, que si bien nunca mató a nadie con sus propias manos, sí que fue capaz de lograr que sus discípulos matasen con tan solo pedirlo.

Viajamos en el tiempo hasta el 9 de agosto de 1969, a la zona noroeste de Beverly Hills,en Los Ángeles, estado de California. En un lujoso chalet de esta parte alta de la ciudad vivían Sharon Tate y su esposo, el cineasta Roman Polanski, que en aquellas fechas se encontraba de viaje en Londres. Ese día, Sharon Tate, a pocas semanas de dar a luz a su primogénito, iba acompañada por otras cuatro personas.

Sin más motivos que generar el caos, Charles Manson ordenó que cuatro de sus discípulos (Patricia Krenwinkel, Susan Atkins, Linda Kasabian y Charles “Tex” Watson) asaltaran la casa y matasen a todo el que encontraran en ella. Y dicho y hecho; sin la menor de las consideraciones, las tres jóvenes entraron y no dejaron a nadie con vida, mientras “Tex” aguardaba en su coche. Sharon Tate recibió 16 puñaladas y, con su sangre, escribieron en la pared un mensaje: “PIG”,  cerdo en inglés.

A la noche siguiente, dos de los participantes participantes (Tex y Krenwinkel, a quien se les unió la jovencísima Leslie Van Houten, de apenas 19 años), asesinaron a Leno y Rosemary LaBianca, un matrimonio que tenían casa en la zona de Los Feliz. Esta vez, pintaron con la sangre del señor LaBianca las palabras “RISE” (traducido, "levantáos"), “Death to the pigs” (“muerte a los cerdos”) y “Helter Skelter”, extraído de la canción de The Beatles y que La Familia utilizaba como lema para su cruzada racista.

Según había dicho el líder del culto, la letra de la canción ocultaba un mensaje que él había interpretado como el advenimiento de una guerra apocalíptica mundial de blancos contra negros y cuyos únicos supervivientes serían los miembros del clan.

Charles Manson, para bien o para mal, un icono

De acuerdo, puede que haya quien piense que podemos caer en la frivolización si decimos que Manson ha sido un símbolo de la cultura pop americana. No obstante, su nombre, como el de muchos otros, ha atravesado fronteras y se ha dado a conocer en todo el mundo.

Se ha hablado de él en canciones, ha inspirado el nombre artístico de un cantante de metal (Marilyn Manson) y  ha servido para la trama de capítulos de series como South Park o American Horror Story: Cult. Por no hablar de la cantidad de reportajes que se han dedicado a su figura o la cantidad de libros sobre crímenes atroces que le dedican varias páginas.

La salud de Manson había empeorado este último año

A comienzos de este año, Manson ya había sido ingresado por complicaciones intestinales que habían desembocado en una hemorragia interna, lo que daba a entender que su estado de salud era delicado y que poco más podía aguantar. A medida que han pasado los meses, su vida se ha ido apagando como una vela hasta que este domingo, sobre las 20:15 horas (4:13 según el horario de Greenwich), el psicópata ha dado su último respiro.

Charles Manson es, junto a Ted Bundy, Jeffrey Dahmer o John Wayne Gacy, de los asesinos en serie más conocidos, tanto por las atrocidades que cometieron, como por su particular personalidad. En todo este tiempo, Manson nunca se ha arrepentido de lo sucedido. Símbolo o no, ahora que ha muerto, el mundo es un lugar un poco mejor.

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