Sabemos, o eso dicen, que nuestra apariencia dice mucho de nosotros: además nuestra forma de vestir o de peinarnos, hay otro tipo de detalles de nuestro físico que no pasan desapercibidos para algunas personas con las que nos cruzamos e interactuamos, como son nuestra figura y altura. Este último es un factor que influye, aunque sin ser determinante, a la hora de juzgar nuestra agradabilidad.
La estatura puede ser una bendición o un incordio para según qué personas, por eso en el escrito de hoy nos hemos propuesto hacer un listado con los pros y los contras de ser una persona de mediana o pequeña estatura. Sin ánimo de ofender a nadie y menos de frivolizar, simplemente tratamos de verle la cara amable a algo que puede llegar a suponer un complejo (por defecto o por exceso) para algunas personas.
La altura de cada país
Antes de entrar en materia, aportaremos una serie de datos interesantes sobre la media de altura de acuerdo con un análisis llevado a cabo por la OCDE (Organización para el Consumo y Desarrollo Económicos) en relación a la media de altura de 27 países.
Este estudio comparativo de 2009 halló que a la cabeza de los países con los hombres más altos están Dinamarca y Holanda, con una media de 182 centímetros; mientras que la población femenina de mayor altura se encuentra en Islandia y también Dinamarca, con 168 centímetros de media. Estas cifras se refieren a la población entre los 20 y 49 años.
Por otro lado, la media europea oscila entre los 177 centímetros en el caso de los hombres y 164, en el de las mujeres. ¿En qué parte del ránking se sitúa España, en la superior o la inferior? “Piensa mal y acertarás”, dicen; y es que el pequeño país está casi a la cola de este ránking, con cifras que van de los 174 centímetros de altura en varones y 163 en sus colegas del sexo opuesto.
No obstante, otros países están por debajo de España. Por ejemplo: la media de altura de hombres en Japón, Corea del Sur, Portugal y México es inferior (de 172 a 167, respectivamente); mientras que los países con la media de altura en mujeres por debajo de la española son Estados Unidos, Turquía y los ya citados, cuyos valores fluctúan entre los 162 y los 154 centímetros.
Desventajas de las personas bajas
Sin pretender caer en el pesimismo, hemos decidido comenzar por los puntos en contra de no ser muy alto, para luego contrarrestarlos con optimismo mediante las ventajas a las que podemos sacarle partido a la poca altura.
1. No alcanzar los objetos que están demasiado alto
Esa dichosa taza que está guardada en lo alto de la alacena, los platos para las ocasiones especiales que llevan guardados desde la última cena que celebramos en casa y que no hay manera de alcanzar; o bien el libro que nos interesa que está en lo alto del estante de la librería o biblioteca… Sea como sea, para algunas personas puede suponer un momento incómodo el tener que pedirle a alguien que nos lo alcance.
2. Coger el bajo de los pantalones o vestidos
Una lucha sin tregua es la que tiene lugar cada vez que se va a comprar ropa nueva. El largo de la mayoría de pantalones y vestidos responde a unas medidas que no siempre cumple todo el mundo. No es raro encontrarse con que el bajo de los pantalones cae demasiado, haciendo perder la forma de la prenda; o en el caso de los vestidos de señora, que se va arrastrando por el suelo.
¿La solución? Llevarlo al sastre a arreglar, algo que a priori no cuesta demasiado esfuerzo ni dinero, simplemente tratamos de remarcar que hay quienes no necesitan ningún arreglo adicional.
3. En el metro o bus, llegas a la gente a la altura del sobaco
Este es un problema que se ve acentuado en verano, aunque el fenómeno puede ocurrir durante todas las estaciones y se vive igual de mal para los que lo tienen que sufrir.
Cuando viajamos en transporte público y nos vemos obligados a estar todo el trayecto de pie, algunos usuarios se aferran a las barras de seguridad en posturas que dejan su axila demasiado cerca de la nariz de la gente baja, premiando las personas que quedan por debajo con una muestra de olores corporales irrespirables, fruto de unas glándulas sudoríparas demasiado trabajadoras.
4. Los chicos de baja estatura son invisibles para algunas chicas
Sí, hay a quien le puede parecer que ciertos estereotipos ya han quedado anticuados con respecto a la altura de las parejas de estatura descompensada, pero lo cierto es que para cierto tipo de chicas sigue siendo motivo de descarte el dar con chicos más bajos que ellas.
La excusa que se utiliza es la de que una pareja en la que ella sea más alta que él “no queda bien” (a saber lo que eso significará), más aún cuando muchas gustan de vestir tacones en las ocasiones especiales.
¿Que esto es mentira y ya no pasa? Invitamos a los escépticos a que se den una vuelta por Tinder y otras redes sociales de contactos y se lean los perfiles de algunas chicas y vean cómo avisan de que ignorarán a todo aquel candidato que no sea de su misma altura o más.
Tal vez te interese: Tinder: La superficialidad y el lado oscuro de la gente
5. Las tallas de ropa se agotan rápidamente
En muchos países, donde ya hemos dicho que la altura media no suele sobrepasar el metro setenta y cinco, encontrar las tallas propias para la gente de esta estatura es a veces misión imposible, pues suelen ser las que antes se venden. Sí, también hay quienes visten tallas grandes y pueden encontrarse con que algunas marcas no fabrican la que les queda bien, pero creemos que es un problema que poco a poco ya se está comenzando a mitigar.
Ventajas de las personas bajas
Que todo el mundo esté tranquilo, aquí vienen cinco puntos a favor de ser una persona bajita, ¡no iba a ser todo malo!
1. Más comodidad en los asientos de avión o autobús
Sí, hay una ventaja de la que se benefician las personas de altura pequeña y que tiene que ver con el espacio que hay entre los asientos de un autobús o avión de pasajeros. Y es que muchas compañías dejan un hueco por el que apenas caben las piernas y hace que el viaje sea un incordio para las personas que las tienen demasiado largas.
2. En deportes de equipo es fácil escabullirse
Muchos deportes, como el fútbol o el baloncesto utilizan estrategias de ataque basadas en la rapidez y habilidad de sus jugadores de menos estatura para escurrirse entre los contrincantes con tal detener más opciones de marcar el mayor número de tantos posibles.
3. No hay que bajar la cabeza para pasar por ciertos sitios
Por suerte o por desgracia, normalmente los marcos de muchas puertas y accesos quedan muy por encima de las cabezas de mucha gente, con lo cual no tienen que ir vigilando de no chocarse cada vez que crucen por estos umbrales.
4. Poder estirarse sin problemas
A la hora del descanso no hay inconveniente en estirarse en el sofá de casa o en nuestra cama, pues quien no sea demasiado alto cabrá sin necesidad de flexionar las piernas y podrá ponerse en casi cualquier postura sin demasiados esfuerzos.
5. Los trajes a medida salen más baratos ya que gastan menos tela
Para aquellas ocasiones especiales en las que se requiera vestir de etiqueta, véase bodas, bautizos, comuniones o cenas de empresa, quienes no encuentren trajes adecuados a su altura o quieran darse el capricho, pueden optar por contratar a un sastre que les confeccione uno a medida. Aunque es una opción cara, lo será menos si tenemos en cuenta que la cantidad de tela requerida será inferior que la de alguien más alto.
¿Es mejor ser alto o ser bajo?
Aunque esta vez nos hemos centrado en un grupo de personas, no sería justo obviar que también las personas altas tienen que lidiar con ciertos inconvenientes en su día a día relacionados con su gran estatura. Por ejemplo: ser alto te hace destacar por encima de una multitud aunque no desees ser visto; mientras que esto puede ser un problema para personas del otro lado del espectro que quieran ser vistas.