Sabemos que a veces no parece haber lugar para nada más que el desasosiego y el pesimismo. Por eso mismo, te traemos una larga lista de frases de esperanza, para que no te olvides que, aunque es humano sentirse mal, no debemos regodearnos en el dolor o, de lo contrario, no avanzaremos.
Si estás pasando por un mal momento, esperamos que nuestras frases de esperanza te suban el ánimo y te ayuden a levantarte. ¡No hay nada perdido!
Todos hemos escuchado esta frase de esperanza para mirar al futuro con optimismo, aunque en su versión acortada: “cuando una puerta se cierra, otra se abre”. Fue Graham Bell quien la dijo.
Para el historiador Thomas Fuller, las esperanzas son lo que mantiene vivo a nuestro espíritu.
Aunque suenen maravillosas, es mejor no alimentarnos a base de frases de esperanza.
Así lo pensaba Benjamin Franklin.
Que haya motivos para pensar que algo puede no salir bien, no es suficiente para no desear que las cosas surjan como nos gustaría.
La saga Star Wars está llena de frases de esperanza. Esta en concreto, la escuchamos en Rogue One (2016).
La escritora Emily Dickinson tenía muchos motivos para creer en ella.
Y como el sol, la esperanza es una luz que ilumina hasta el alma más ensombrecida.
A pesar de lo que nos dicen las frases de esperanza, el filósofo griego Heráclito nos aconseja que a veces es más conveniente no buscar ni esperar para encontrar.
No debemos temer a soñar para mantener vivas nuestras esperanzas, según Victor Hugo.
No obstante, hay que tener cuidado con atar esta cadena a nuestro cuello.
No todas las frases sobre la esperanza tienen por qué ser optimistas.
Creamos fervientemente en ella como si fuéramos Jedi, o seamos unos escépticos como Han Solo y lo llamemos “Fuerza” o “esperanza”, no conviene perderla.
El activista Martin Luther King tenía en su repertorio una cantidad enorme de frases de esperanza, a pesar de que muchos habían tirado la toalla.
No obstante, hay que volver de vez en cuando a poner los pies en el suelo.
Curioso que alguien con el apellido “Bacon” nos hable sobre el desayuno, mas tiene razón: hay que comer muchas esperanzas para desayunar, pero mejor no llenar el estómago de ellas antes de irnos a dormir.
Más bien hay que mantenerse en un punto intermedio. He ahí la verdadera proeza: no caer hacia ninguno de los lados.
Incluso cuando todo a nuestro alrededor parece que cae, la esperanza prevalece.
Esta frase esperanzadora de Epíteto nos dice que, a medida que avanzamos por el camino de la vida, nuestras aspiraciones y anhelos cambian con nuestra persona.
¿Quién dará un paso al frente cuando toque luchar por lo que más queremos?