Con la globalización los cánones que gobiernan la moda y las tendencias estéticas de todas las culturas llegan casi a cualquier parte del mundo. El feng shui es un particular caso que ha llegado a occidente y que mezcla moda y filosofía oriental.
En el siguiente artículo vamos a ver qué es exactamente, cuál es el origen, y descubriremos los principios básicos generales así como las recomendaciones para decorar y construir una casa al estilo feng shui.
A pesar de estar considereado como una pseudociencia, es un hecho que muchas personas sienten admiración por este estilo y encuentran prácticas sus recomendaciones, para ellos y para los curiosos, traemos la siguiente información.
¿Qué es el feng shui?
Feng shui significa literalmente: viento y agua. A grandes rasgos se puede decir que el feng shui es un sistema filosófico de origen chino, concretamente taoísta. En dicho sistema se tiene como elemento central la armonía del espacio, los objetos que lo ocupan y la relaciones que estos guardan entre sí.
Todo esto pertenece a lo que se llama shenmiwenhua, es decir, forma parte de una porción de la cultura china dedicada a tratar temas misteriosos e invisibles para los ojos de las personas (no expertas en la materia).
Es por esto, que solo quienes se han instruido en las técnicas shenmiwenhua como el feng shui, son capaces de percibir las relaciones entre el mundo físico y el mundo invisible o de las vibraciones.
Origen del feng shui
Técnicamente se considera una disciplina geomántica (adivinación por formas, líneas, orientaciones, etc). En el caso del feng shui, surgió originalmente como el estudio de la naturaleza, el clima y cielo astrológico. También se añadió el estudio del terreno como las montañas, los ríos y demás elementos, que según estas creencias, influían en los acontecimientos futuros.
Tal fue la relevancia que consiguió este movimiento filosófico que el uso de los conocimientos propios del feng shui se restringieron solo a emperadores y clases nobles. De este modo, solo las personas con un cierto estatus social y económico podía gozar de sus beneficios.
Su aplicación abarcó prácticamente todas las áreas de la sociedad china, desde la distribución de los muebles en los hogares, la construcción de edificios, hasta la colocación de las lápidas en los cementerios.
Por desgracia, cuando la república se instauró en China, el feng shui (como casi cualquier práctica cultural tradicional) fue prohibido.
¿Para qué sirve?
El objetivo principal del feng shui es conseguir, mediante la distribución del espacio y sus cuerpos, una influencia positiva hacia las personas que están presentes, mejorando así significativamente su estilo de vida y salud.
Principios del feng shui
El feng shui se centra en conseguir una armonía y un buen fluir de (supuestamente) la energía.
Principios básicos y generales
A continuación enumeramos los principios que rigen toda práctica del feng shui. Los hemos ejemplificado con el hogar, pero en realidad se aplican a todos los ámbitos de la vida.
1. Comodidad
Ante todo, debe reinar la comodidad. El hogar debe ser un lugar donde la persona se sienta segura y le resulte agradable estar. Nada de muebles y formas que antepongan la supuesta belleza a la comodidad real del espacio.
2. Sencillez
Muchas veces, menos es más, y este es un caso claro de ello. Hay que eliminar todo aquello que no se use o no sea imprescindible. Ten en mente qué es lo que realmente necesitas y descarta lo que no. Este es uno de los principios más importantes del feng shui.
3. Limpieza
Por supuesto, un buen hogar debe contar con una buena higiene. Dedicar tiempo a la limpieza es como dedicar tiempo a tu espacio, esto no solo mejorará las condiciones y la durabilidad del entorno, sino que te hará sentir mejor.
4. Aire
Evita que el aire se sobrecargue. Deja que circule de manera natural abriendo de vez en cuando, todos los días, un rato las ventanas de distintas partes de la casa consiguiendo crear una suave brisa.
5. Luz
La luminosidad es importante, sobre todo la natural. Tener partes de la casa donde entran los rayos del sol es fundamental para conseguir un hogar de acuerdo con las creencias del feng shui.
6. Agua
Es recomendable dejar presente el agua en algunas zonas de la casa, por ejemplo, con alguna fuente o pecera. El fluir del agua, tanto visual como sonoro, da calidez y es relajante para muchas personas.
7. Vegetación
Al igual que el agua, la vegetación natural también está aconsejada por el feng shui. Ya sea distribuida por la casa o dedicar un espacio para ella, mejorará el aspecto y la sensación general del hogar.
Feng shui en el hogar
Ahora vamos a tratar algunas recomendaciones de la filosofía feng shui a las distintas partes de la casa:
1. El recibidor o vestíbulo
Es uno de los puntos más importantes para el feng shui. Se suele recomendar que la entrada enfoque hacia el sur. Especialmente se debe cuidar la puerta, que debe ser de madera, con plantas cercanas y unas campanillas típicas de estilo feng shui.
Ya comentábamos la importancia de tener la casa limpia y con espacio, esto cobra todavía más importancia en el recibidor.
2. La sala de estar
Libera esta zona de los objetos que no necesites. Este es el lugar donde se suele compartir tiempo con otras personas de fuera de la casa, permite que haya espacio suficiente para que se puedan mover con comodidad. Si debes renunciar a algún mueble, no lo dudes.
Para que te hagas una idea, se suele aconsejar que en todas las habitaciones los muebles no ocupen más de la mitad del espacio total.
3. Dormitorio
En primer lugar, el dormitorio será el elemento más importante. Este se debe situar en la pared nordeste, pero nunca tocándola.
Al mismo tiempo, si el techo tiene vigas, ninguna de las mismas debe situarse en medio de los cónyuges (suponiendo que sea la habitación de una pareja o matrimonio).
En cuanto a objetos imprescindibles, encontramos que todos tiene que encontrarse por pares, además de un espejo redondo en la entrada.
En lo que refiere al color, se recomienda combinar colores yin yang (blanco-negro, rojo-negro, gris-beige, etc).
4. Dormitorio de los hijos
Si la casa cuenta con una habitación para los hijos, esta debe tener como elemento principal el agua, de tal modo que se recomienda una pecera. Las plantas también son recomendables.
Si nos lo podemos permitir, una gran pecera que combine agua (obviamente) con abundantes elementos de vegetación marina, sera una apuesta segura.
5. La cocina
Uno de los sitios más complejos de habilitar al estilo feng shui, por las posibilidades que otorga.
La mejor opción es siempre una cocina tipo kitchenette. Es decir, una cocina pequeña empotrada que puede ser tapada como un armario, de tal forma que se encuentre al mismo tiempo en el salón, pero se pueda ocultar para dar una sensación más sencilla y minimalista.
La otra opción es tener una cocina abierta que de al comedor, separada en todo caso por un pequeño banco de cocina o una mesa de madera.
El motivo de todo esto: conseguir que en el mismo espacio estén los cinco elementos cardinales del feng shui (madera, metal, agua, fuego y tierra).
En cuanto a la pila, una detalle importante es que debe ser redonda, de tal manera que el agua pueda circular libremente y de manera fluida.
6. Cuarto de baño
Si es un baño dentro de un dormitorio, lo recomendable es que la puerta esté generalmente cerrada. En cualquier caso, también se recomienda disponer alguna planta de clima húmedo, supuestamente para neutralizar las malas energías.
A diferencia de otras zonas, los colores en el baño son bastante importantes, y se aconsejan los tonos azules y verdes.
¿Qué tiene de cierto?
Desgraciadamente, el feng shui está considerado por las organizaciones internacionales científicas como una práctica pseudocientífica. No se ha encontrado ni un solo estudio científico riguroso que demuestre que esta filosofía de origen chino mejore ningún aspecto vital de las personas más allá de los gustos estéticos subjetivos de cada uno.
De hecho, muchas veces se considera al feng shui más como un conjunto de supersticiones arbitrarias de origen chino que cualquier otra cosa.
Por otro lado, los defensores del feng shui alegan que esto se debe a que la filosofía de dicha disciplina se ha ido diversificando a lo largo del tiempo y ha perdido su espíritu inicial, de tal modo que muy pocas corrientes conservan la práctica como debiera hacerse antaño.