Los sueños son sucesos o imágenes frecuentes en todas las personas que tienen lugar cuando se duerme. Pese a que muchas sostienen que no sueñan, todos lo hacemos, aunque no siempre se recuerde el qué. Incluso se ha verificado que algunos animales son capaces de hacerlo.
El contenido de los sueños varía en función de quién los esté teniendo, al igual que su carga emocional, mas muchas veces predominan aquellos que nos dejan un mal sabor de boca. En ellos, podemos representar escenarios irreales que parecen haber sido creados a partir de la nada; otras veces nos situamos en sitios que frecuentamos habitualmente o solíamos frecuentar y nos enfrentamos a situaciones inverosímiles.
Incluso podemos llegar a soñar con personas conocidas. Algunos sueños siguen una temática universal a todos, por ejemplo aquellos en los que nos persiguen, nos atacan, caemos al vacío o sentimos que no podemos movernos. Realmente las combinaciones son muchas, puesto que una parte de nuestro cerebro sigue activada y por ende, creando material onírico.
La importancia de la tradición psicoanalítica
Desde finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, la escuela del psicoanálisis lleva intentando ofrecer una explicación que aclare el porqué de los sueños y su verdadero motivo.
Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, otorgó una vital importancia al contenido de los sueños, puesto que para él y los teóricos afines a su escuela, éstos contienen una información muy relevante acerca de nuestra forma de ser, que normalmente se mantiene oculta.
De acuerdo según sus explicaciones, esto ocurre porque los mecanismos represivos de ciertos pensamientos permanecen activos durante la vigilia, mientras que al dormir y entrar en estadios profundos del sueño, se desactivan, favoreciendo que afloren a la conciencia. Sin embargo, a la mañana siguiente lo recordaremos todo de forma deformada o fragmentada y sin seguir una secuencia ordenada.
¿Qué significan los sueños?
Freud trata de inferir de qué manera actúa la mente inconsciente en la elaboración de los sueños. Tal y como se apoya en la obra “La interpretación de los sueños”, existirían dos clases de contenido: el manifiesto y el latente.
- Manifiesto: el que recordamos del sueño y podemos relatar, más accesible y evocable incluso habiendo pasado tiempo.
- Latente: aquel cuyo significado simbólico trata de enmascarar algún deseo o pensamiento oculto, expresado mediante los sueños. Incluso las pesadillas, que a priori son momentos angustiosos que experimentamos durmiendo, contendrían algún tipo de anhelo.
Otro elemento con relevancia para el psicoanálisis son las experiencias traumáticas que hemos sufrido en algún momento de nuestra infancia, que quedarían enterradas en lo más hondo de esta parte de la psique. Al soñar los muros impuestos por el Yo durante la vigilia, que mantendrían a raya todo este material, disminuyen, dejando paso al material inconsciente que se encontraba reprimido sea destapado hasta cierto punto.
De esta forma, existe un significado oculto o subliminal en aquello que soñamos. Con la ayuda del terapeuta, que irá guiando al paciente para descifrar todo este compendio de representaciones aparentemente inconexas y aleatorias, se deducirá cuál es este significado.
Si se realiza con éxito, incluso los detalles a los que menos importancia se les concede o aquellos que regresan a nuestra memoria repentinamente cuando parecíamos habernos olvidado de ellos, cobrarán sentido.
A pesar de que tanto el proceso de soñar, como el hecho de que los contenidos inconscientes se camuflen para emerger a la conciencia son un fenómeno universal para esta disciplina, no está de más aclarar que la interpretación oculta de los mismos variará según la persona, pues los detalles de cada sueño se construyen de acuerdo con la subjetividad propia de cada individuo.
El método de la asociación libre como vía de liberación
Este procedimiento, que pretende que el paciente “desate” su mente para liberar el material inconsciente que alberga, debe seguirse con la ayuda de un terapeuta. Lo que se pretende lograr en este ejercicio es que los mecanismos que mantienen reprimidos a los pensamientos inconscientes se relajen.
La asociación libre permite la expresión de éstos de forma indirecta, para luego usar el lenguaje y reelaborarlos. Consiste en dejar al paciente que relate todo lo que le esté pasando por la cabeza en ese momento, sin ningún tipo de guía o censura por parte del profesional; así, sin darse cuenta de ello, las barreras de represión del sujeto disminuyen. Todos los asuntos acerca de lo que vaya diciendo el sujeto se interpreta que están condicionados por su actividad inconsciente.
El papel del terapeuta consiste en detectar y analizar el uso de símbolos o metáforas; o las cuestiones acerca de las que el paciente evita hablar y parecen importantes a tratar. A continuación, deberá transformar todas las ideas que haya ido recopilando que le parezcan relevantes para transformarlas en una nueva y se la trasladará al sujeto. Este nuevo significado encajará con aquello que más dificultades le produce expresar conscientemente, y se verá obligado a enfrentarse a este inédito análisis de la situación.
La importancia de Freud
Tal y como hemos visto, Freud fue el primero en conceder importancia al papel que el inconsciente juega en nosotros, en una época en la que hasta ese momento únicamente se hablaba de lo que ocurría en los estadios conscientes. También fue pionero en el estudio de aspectos afectivos y emocionales determinantes en nuestra vida, como son los miedos o la ansiedad.