¿Existen los beneficios de los videojuegos o jugar es un hábito que conlleva más aspectos negativos? Hacemos un extenso repaso a las ventas de jugar de forma habitual. Cabe destacar que todos los beneficios que listamos a continuación están respaldados por estudios científicos que los demuestran. Como podremos ver, echar una partida de forma habitual puede ser mucho más sano de lo que creemos.
CONTENIDO DEL ARTÍCULO
1. Beneficios de los videojuegos en la salud.
2. Beneficios de los videojuegos en la educación.
Primero detallamos los beneficios que provocan un impacto positivo en la salud física o mental del jugador.
Uno de los beneficios más sorprendentes es que mejora la capacidad de concentración en adultos. Esto funciona especialmente en las personas mayores con problemas cognitivos, según un estudio divulgado en la revista Nature. En el caso de los más pequeños, la cosa cambia significativamente, y es que los videojuegos deben ser un pasatiempo más y no un hábito compulsivo que les evada de sus obligaciones.
La gente que juega a videojuegos sabe que, durante la partida, se deben desarrollar algunas tareas de forma simultánea. Esto puede tener un efecto positivo demostrable cuando tenemos que hacer varias cosas en la vida real y tenemos poco tiempo para llevarlas a cabo.
Según el mismo estudio publicado en Natura, y del cual se hacía eco The New York Times, un grupo de entre 60 y 85 años fueron invitados a jugar al juego NeuroRacer 12 horas al mes. Después del ejercicio, los adultos de más edad demostraron ser más eficientes cuando tenían que ejecutar varias tareas en un período corto de tiempo.
Los dos puntos anteriores se traducen en una mejora sustancial de la memoria y las capacidades cognitivas en general. El desarrollo de la industria de los videojuegos ha permitido que cada vez veamos títulos más complejos, con mundos abiertos y misiones secundarias que nos invitan a hacer trabajar aspectos como la memoria, la visión o los reflejos.
En algunos de los juegos más frenéticos, especialmente aquellos de disparos o acción, debemos tomar decisiones importantes para la partida en cuestión de segundos o milésimas. Según un profesor del MIT de Boston, estas decisiones podrían ser éticamente más correctas. Jugar a videojuegos no nos hace mejor personas, pero nos ayuda a encontrar mecanismos y soluciones para afrontar la vida real. Un beneficio de los videojuegos que nos atañe a todos.
Está claro que jugar a videojuegos de forma habitual conlleva una vida sedentaria y menos saludable. Sin embargo, los expertos señalan que los niños que juegan a juegos de deportes se ven incitados a practicar esa misma actividad en la realidad.
En los últimos tiempos, hemos visto como la industria del videojuego y especialmente Nintendo se ha preocupado en ese aspecto. Jugar a la consola ya no tiene por qué ser una actividad sedentaria con juegos como WiiSports, que nos permite hacer ejercicio mientras nos divertimos con los amigos. En ese caso, jugar también mejoraría nuestras habilidades sociales.
Jugar a videojuegos tiene dos efectos positivos en este punto. Primero, calma el dolor y estimula la producción de dopamina. En segundo lugar, nos permite tener una visión más positiva sobre nuestra situación. Es un hecho contrastado por la Universidad de Washington, que probó los beneficios de los videojuegos (y concretamente de la realidad virtual) en dos pacientes que sufrían quemaduras. Sería una excelente idea introducir el gaming como terapia en los hospitales.
El mismo estudio de la Universidad de Washington comprobó que la realidad virtual es una herramienta excelente para superar ciertas fobias, como el miedo a las arañas, o paliar el estrés postraumático. Es la denominada terapia de la exposición, en la que el sujeto se expone regularmente a su fobia durante varias sesiones hasta que la ansiedad desaparece por completo.
El doctor Grant MacEwan, de la Universidad de Canadá, sugiere que los jugadores habituales tienen un mayor control sobre sus sueños y suelen ser conscientes de que están soñando. “Los jugadores controlan el entorno del juego, así que pueden trasladar eso a los sueños”, afirma. Esta afirmación tendría algo que ver con la mejora del control espacial.
Jugar a videojuegos puede ser beneficioso para la educación de los más pequeños, siempre que se haga un buen uso y sea un hábito moderado.
Un estudio publicado por varios científicos en CurrentBiology afirma que los niños con dislexia leen mejor tras jugar a videojuegos. Esto afecta la velocidad de lectura sin mermar la precisión, así que podría ser un tratamiento mucho más efectivo que algunos de los métodos más tradicionales. Para el resto del público, los videojuegos (al menos, los que no están doblados al castellano) también pueden mejorar la lectura.
Aunque existe cierto escepticismo a introducir las nuevas tecnologías en la educación, el uso de los videojuegos o de los dispositivos electrónicos puede abrir nuevas fronteras para las nuevas generaciones. Explicar un concepto a través de un entorno virtual hace el proceso de aprendizaje mucho más interesante que leer un párrafo en un libro de texto.
Como señalan algunos medios, no solo los más pequeños pueden aprovecharse de las nuevas tecnologías. En la actualidad, existe una gran demanda de profesionales de los videojuegos (especialmente tras el auge de los eSports) y no hay mejor manera de enfocar un plan educativo sobre videojuegos que en un entorno virtual.
Por último, pero no menos importante, un estudio de la Universidad de Deakin señala que los preescolares que han jugado a juegos interactivos como WiiSports tienen mejores habilidades motoras que el resto. Hablamos de cosas como coger una pelota, lanzar un disco o botar un balón. También se ha demostrado algún efectivo positivo en la coordinación.
Los videojuegos tienen algunos detractores acérrimos que, seguramente, habrán vivido una mala experiencia fruto de un mal uso. Sin embargo, los juegos pueden ser entendidos como cultura, en un estrato tan alto como la música y la pintura. Museos como el MOMA de Nueva York incluyen videojuegos como parte de su exposición permanente. Al fin y al cabo, ¿quién no se acuerda de algunos clásicos como Donkey Kong o Pac-man?
Hsu, J (2010). Video Gamers Can Control Dreams, Study Suggests. LiveScience.
VV.AA. (2013) Action Video Games Make Dyslexic Children Read Better. CurrentBiology.
Richtel, M (2013). A Multitasking Video Game Makes Old Brains Act Younger. The New York Times.
Virtual Reality Pain Reduction. University of Washington Seattle and U.W. Harborview Burn Center.