La actual inestabilidad política en Hong Kong, donde el gobierno favorece un enlace con la China, ha llevado a que la población manifestante de la isla haga lo imposible por enfrentar esta situación.
En un momento clave para la historia de la región, en el que se debate si el país pasará a formar parte de un gobierno de marcado corte dictatorial, o si podrá por ende, mantenerse independiente como democracia, los manifestantes se las ingenian a través de diversas apps para poder seguir resistiendo las intervenciones del gobierno.
La población hongkonesa ha llegado a un punto en el que para evitar los arrestos por los efectivos de antidisturbios, así como el que se sofoquen las manifestaciones antes de que puedan organizarse, recurrir a lo que podríamos denominar perfectamente como una resistencia digital a través de las apps de Tinder,‘Pokémon Go’, Uber, todo vale ante esta situación.
La organización está siendo digna de una distopía ciberpunk: desde el uso de láseres contra la policía para evitar los sistemas de reconocimiento facial, pasando por la organización de eventos de Pokémon, que son en realidad, marchas y manifestaciones ocultas.
Tinder está resultando útil a la hora de informar y comunicar desde el lado de los manifestantes, lo que está sucediendo en realidad en el país, de cuáles son las intenciones del gobierno; a la hora de hacer match con un perfil, se pasan a compartir perfiles ocultos de los distintos disturbios acaecidos.
Aunque la resistencia digital intentó recurrir al uso de plataformas como Twitch y Telegram, a través de la cual se enviaban mensajes cifrados entre los manifestantes; el gobierno chino consiguió bloquear los canales y atacar la app.
Ahora China está preparando una clara campaña militarista trasladando su versión de los hechos, con el fin de calmar los ánimos y cómo tiende a suceder en estos casos: mostrar a la resistencia digital como los encolerizados vándalos que intentan evitar el transcurso de la historia.