Gota de aceite sobre una mano

¿Por qué cuando despierto tengo las manos dormidas?

¿Por qué cuando despierto tengo las manos dormidas o con sensación de hormigueo? Es un síntoma común relacionado con algunas enfermedades o problemas de salud.

Gota de aceite sobre una mano
Solución al problema de las manos dormidas. | Unsplash.

Mucha gente se pregunta por qué cuando despierta siente las manos dormidas, como con un hormigueo que las recorre. Esta molesta sensación puede incluso provocar varios despertares a lo largo de nuestro sueño si se da con cierta frecuencia en una misma noche.

Por eso, vamos a tratar de descifrar qué causa despertar con las manos dormidas, un fenómeno que no siempre es por lo que generalmente se cree.

¿Por qué despierto con las manos dormidas?

Estas son algunas de las posibles causas que expliquen por qué al despertar sentimos las manos adormecidas.

1. Retener líquidos

La retención de líquidos ocurre cuando pesamos más de lo debido, si nuestro estilo de vida es sedentario o, si la dieta que seguimos no es del todo correcta.

Aunque se cree que la retención de líquidos ocurre sobre todo en los pies, las manos también pueden presentar esta condición e hincharse, resultando en el cosquilleo tan característico que podría explicar por qué al despertar tenemos la sensación de las manos dormidas.

En este caso, lo ideal sería consultar a un médico para que nos recomiende cómo podemos hacer para dejar de sentir esta picazón.

2. Déficit Vitamina B

La mala alimentación está en muchas ocasiones relacionada con sintomatología adversa.

Cuando nuestro cuerpo experimenta la carencia de ciertos nutrientes, como la vitamina B, nuestro cuerpo se resiente: nos sentimos más cansados, con la sensación de ir durmiéndonos por las esquinas y con sobrecarga en manos y piernas, como si las hubiéramos ejercitado varias horas.

La consecuencia de este déficit vitamínico es, pues, que se nos duerman las manos en las horas del día en las que nuestro cuerpo comienza a relajarse de todo el estrés acumulado.

3. Sobrecarga de las manos

Prácticamente no existe ninguna tarea diaria que no requiera del uso de nuestras manos. La segunda causa más probable que explique por qué las manos se duermen tiene que ver con el uso que les damos. Desde teclear en un ordenador en una oficina, hasta manipular peso en una cadena de montaje, pasando por el uso de maquinaria o instrumental especializado;  son algunas de las causas que hagan que las muñecas se resientan.

Es hacia la noche cuando el dolor se agudiza, ya que los ligamentos de la mano se han pasado todo el día soportando grandes niveles de tensión y, al dejar de ejercitarlos, comienzan a liberarse de este exceso de ejercicio; dándonos calambrazos en la zona.

4. Síndrome del túnel carpiano

El túnel carpiano es el nervio que recorre la muñeca por la parte interior, entre los huesos de la misma y los ligamentos.

La patología del síndrome del túnel carpiano ocurre por un exceso de presión que constriñe el nervio cuando se ejercita demasiado la zona de las muñecas. Aunque la mayoría de casos no son severos y pueden revertirse con ejercicios de estiramiento de manos o inmovilizando la muñeca afectada; en otros casos es necesaria una intervención quirúrgica para que el dolor remita.

La manifestación del síndrome del túnel carpiano puede ser una consecuencia directa del anterior punto, y afectará especialmente a los dedos corazón, índice y pulgar. Esto ocurre porque el dolor se va extendiendo desde la muñeca hasta los dedos, lo cual puede también explicar por qué a veces tenemos la sensación de que se han dormido las manos. Como decíamos, al llegar la noche y, en principio, tener las manos más relajadas que durante el día, aparecerá esta sensación tan incómoda.

5. Corte del riego sanguíneo

Probablemente la razón por la que este fenómeno ocurre con mayor frecuencia sea por la postura que toma nuestro cuerpo mientras dormimos. En ocasiones, nos dormimos con medio brazo debajo del cuerpo, lo que conlleva a que el flujo sanguíneo no logre irrigar del todo nuestra mano, provocando calambres o el cosquilleo típico.

¿Qué soluciones hay para que no se nos duerman las manos?

Existen remedios caseros que pueden ayudarnos a combatir un mal tan molesto como el hormigueo y que evitará que al despertar sintamos las manos dormidas.

1. Masaje de manos

Muchos músicos realizan estiramientos antes y después de tocar sus instrumentos durante largos periodos cada día. Este tipo de ejercicios para prevenir la fatiga posterior en las manos y el consecuente hormigueo por adormecimiento; además van bien para cualquier persona, sea músico o no.

2. Meter las manos en una cubeta con agua fría

Antes de ir a dormir, podemos llenar un cubo o recipiente donde nos quepan las manos con agua fría (si te atreves, incluso con hielo),  para relajar la tensión en nervios y tendones después de su uso, eludiendo el dolor.

De esta forma, se reducirán las probabilidades de sentir las manos entumecidas.

3. Ponerse muñequeras

Las muñequeras compresivas protegen los ligamentos de las manos y muñecas de futuras molestias por ejercicio excesivo. En cualquier farmacia te pueden recomendar cuáles son las mejores, junto con alguna crema que puedes aplicar en la zona.

4. Beber abundante agua durante el día

Si adquirimos hábitos saludables como mantener el cuerpo hidratado durante todo el día, se reducen las probabilidades de padecer retención de líquidos  y, en consecuencia, del adormecimiento de las manos.

5. Aceite de lino

Por lo visto, este aceite es un antiinflamatorio natural. Una cucharada al día puede ser suficiente para que dejemos  de tener las manos dormidas al despertar.

6. Reducir alimentos con sal y bebidas gaseosas

Los efectos sigilosos de una alimentación con exceso de sal, así como el consumo de bebidas gaseosas pueden inducir la hinchazón de los músculos, que presionarán los nervios y provocarán el dolor de manos del que hablamos.

7. Aumentar el consumo de alimentos ricos en vitamina B

Cereales, atún, huevos, plátanos o patatas, así como suplementos farmacéuticos que nos proporcionen esta vitamina que, cuando falta, puede explicar que al despertar, nuestras manos se hayan dormido.