Si eres una persona que se ofende con facilidad con según qué asuntos, será mejor que dejes de leer aquí. Si en cambio te consideras abierta de mente y que puedes asimilar lo que exponemos a continuación, te invitamos a seguir leyendo.
Es posible que no conozcas lo que es el Plan Kalergi o que, directamente, nunca lo hayas escuchado nombrar. En las siguientes líneas te vamos a tratar de explicar sus puntos más polémicos.
En qué consiste el Plan Kalergi
Muy resumidamente, se trataría de una estrategia de exterminio de la raza blanca ideado en 1923 por Richard Nikolaus Graf Coudenhove-Kalergi (considerado el padre de la Unión Europea); que deberá ser sustituida poco a poco mediante flujos migratorios provenientes de países asiáticos, africanos, musulmanes y latinoamericanos.
Por otro lado, para hacer más efectiva esta reducción de la población occidental, en estos países se impondría una serie de políticas que buscarían el cese de la reproducción de estos ciudadanos (aumento de la edad de jubilación, encarecimiento del estilo de vida, promoción de modelos de familia diferente al tradicional…). Así pues, habría dos frentes abiertos: por un lado estaría la entrada masiva de personas de países subdesarrollados, y por el otro, una reducción de descendencia occidental.
De acuerdo con sus tesis, el objetivo de todo esto yacería en la destrucción de los países occidentales y sus costumbres, para crear posteriormente una nueva estirpe que (siempre conforme a sus postulados), sería más “mansa y fácilmente domable” por las altas élites.
Implicaciones del Plan Kalergi
Antes de continuar, queremos expresar nuestro más profundo respeto y admiración a aquellas personas que se ven obligadas a abandonar su hogar, ya sea por necesidades económicas o a causa de una guerra.
Las guerras prefabricadas son el medio perfecto que contribuye a echar a estas personas de su tierra, que no tienen ninguna culpa de los intereses que mueven a aquellos que juegan con las riquezas de todos los países para sacar el mayor rédito posible. Como siempre, los perjudicados son los que no pueden defenderse y que no han provocado la situación en la que se ven.
Sin ser conscientes de ello, esta pobre gente que lo ha dejado todo atrás está siendo utilizada para complacer los designios de unos pocos, que mueven los hilos desde las sombras con tal de que el Plan Kalergi sea un éxito.
El Plan Kalergi no intenta imponer religión alguna, ni mucho menos. Lo que en realidad se propone es minar el estilo de vida occidental, devaluando la calidad del trabajo, los sueldos y derechos de los trabajadores. Con una mano de obra proveniente de países más empobrecidos, las exigencias también bajarán, con lo que la conformidad ante unas condiciones más desfavorables, aumentará.
Para los que están de acuerdo en que el Plan Kalergi es real y que se está llevando a cabo, suelen decir que éste busca, en última instancia, la instauración de un Nuevo Orden Mundial, que se representa con las siglas NWO (New World Order).
Club Bilberberg: detrás del Plan Kalergi
Como se ha mencionado, este reemplazo racial buscaría que las altas élites aristócratas y empresariales tuvieran un control férreo sobre toda la población. A través del mestizaje masivo e indiscriminado de las nuevas generaciones, aseguran que éstas se volverían sumisas y más predispuestas a ser manipuladas, lo que permitiría que pudieran ser moldeadas a voluntad de sus gobernantes.
Las reuniones que realiza el tan conocido como secreto club Bildelberg, que acoge a las personalidades más influyentes del planeta, se dice que sirven para comentar los avances acerca del Plan Kalergi, junto con la inclusión de las novedades pertinentes.
Empresarios como Peter Sutherland, miembro de este selecto club, que también es Director del Banco Real de Escocia y exdirector del grupo Goldman Sachs, declaró que “La Unión Europea debe minar su homogeneidad nacional” y que “la prosperidad está en la multiculturalidad”. La duda es, ¿la prosperidad de quién?
Otras familias de poderosos magnates que tendrían en su agenda llevar el Plan Kalergi a buen término serían los Rothschild, Soros y Rockefeller (entre otros), a los que no sería descabellado tildar como “los amos que mueven el mundo”.
Muchos amantes de la conspiración aseguran que dichas dinastías subvencionan a partidos políticos afines, medios de comunicación y diferentes ONG’s para que incluyan en sus programas (siempre en secreto y de forma encubierta) la ejecución del plan. Para ellos, el caso de Europa (con la acogida de inmigrantes y refugiados) sería un reflejo de que éste sigue su curso. América también estaría en el punto de mira para correr la misma suerte que el continente europeo.
La financiación de las ONG para llevar a cabo el Plan Kalergi
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, declaró en junio de 2017 que “las ONG financiadas por George Soros actúan como una mafia”.
Según parece, Hungría es un ejemplo de las consecuencias que dignatarios como Soros ejercen sobre diferentes países con tal de imponer su proyecto. Dos semanas más tarde de proponer una ley en el Parlamento húngaro para ejercer más control sobre las ONG de George Soros y poder prohibirlas, ésta se aprobó.
Hungría es de los países que se ha negado a cumplir con la cuota impuesta por la UE de acogida de refugiados, probablemente porque su primer ministro considera que haciéndolo contribuye a los oscuros planes de George Soros y sus colegas. Y parece que otros países están tomando ejemplo y se han propuesto amputarle los tentáculos al magnate.
Ya hemos dicho que no negamos el drama humano de los inmigrantes y refugiados forzados, más aún cuando se les está utilizando como marionetas con fines políticos y sociales. Para nosotros, los únicos culpables de todo este entramado son aquellos que están dirigiendo ataques entre países para tener una excusa que permita sumergir a la población en cualquier tipo de crisis que les convenga crear.
Algunas cuestiones que plantea el plan Kalergi
Los interrogantes que se nos vienen a la cabeza son: ¿por qué ahora este interés repentino por echar a la gente de sus países de origen sumiéndolos en conflictos armados? “pues por el petróleo”, dirán algunos ¿ya está, tan simple como eso?
Y en cuanto al Plan Kalergi: ¿existe realmente?, ¿somos todos títeres de algún propósito para que nos gobiernen los de arriba con mano dura? Y de ser cierto, ¿se detendrá en algún momento?, ¿favorecen las cadenas de televisión y periódicos su aplicación?
Esta última cuestión ha cobrado relevancia en los últimos dos años, coincidiendo con la llegada de demandantes de asilo a países occidentales de acogida como Suecia, Alemania o Inglaterra, entre otros. Como en cualquier grupo heterogéneo de personas, entre los recién llegados también se encuentran indeseables que han protagonizado ataques y violaciones a ciudadanos y ciudadanas autóctonos.
Estos hechos apenas recibieron cobertura informativa por parte de algunos medios de comunicación, mientras otros optaron por el silencio, como presas de un miedo por hablar del origen de los atacantes.
Da la sensación de que nos encontramos ante un nuevo tipo de censura. “Censura”, una palabra de la que muchos niegan su existencia… Salvo cuando salen a la palestra ciertos asuntos de los que no interesa hablar, sobre los que conviene mirar para otro lado; o cuyas consecuencias se minimizan. El miedo a no quedar mal ante lo políticamente correcto convierte a algunos en cómplices de lo que sucede.
Un último comentario
No pretendemos que esta reflexión final apoye la existencia del Plan Kalergi, que haya un Nuevo Orden Mundial o que se pretenda institucionalizar; pero nos ha parecido que es un tema polémico que merecía ser tratado. Esperamos no haber ofendido a nadie.
Ahora bien, tampoco perdemos de vista que para muchos el Plan Kalergi, los refugiados o ciertos colectivos supuestamente financiados por las élites de poder son el chivo expiatorio para sostener ciertos argumentos xenófobos y de alguna forma, legitimar su odio hacia el que no es como él. Este artículo no pretende dar alas a este tipo de ideas.