Qué es el marxismo cultural y cuál es su origen

Una explicación sencilla del marxismo cultural y de cómo esta teoría conspirativa se ha ido extendiendo por todos los grupos derechistas y conservadores.

Quizás hayas oído hablar del marxismo o tengas una cierta noción de lo que significa. Si es así puede que lo asocies con  el marxismo cultural, un concepto relacionado pero que puede llevar a engaño. Te enseñamos en qué consiste este pensamiento y cuál es su origen. Descubrirás que la política marxista sigue teniendo incidencia en la sociedad actual y cómo algunos círculos políticos, completamente contrarios al marxismo, hacen referencia a ella.

¿Qué es el marxismo cultural?

Para entender qué es el marxismo cultural primero debemos echar un ojeada al concepto de marxismo. A grandes rasgos el marxismo es un planteamiento teórico político que se sustenta en cuatro pilares básicos: la lucha de clases como método de análisis e la historia humana, la crítica al sistema económico capitalista, el concepto de ideología como método de control mental y el capitalismo, una sociedad teórica en contraposición al capitalismo.

Partiendo de esta teoría, algunos círculos conservadores y de derechas (especialmente en Estados Unidos) empezaron a desarrollar una teoría conspirativa denominada marxismo cultural. Esta idea defendía que el marxismo se había instaurado en la sociedad occidental con el objetivo de destruir las instituciones y los valores tradicionales. El denominado marxismo cultural también recibe el nombre de conspiración judeo-masónica.

Para estos círculos de derechas, conservadores y normalmente católicos, el marxismo es un mal que sigue latente en la sociedad y que pone en peligro el bienestar de la misma. Por otro lado, los valores tradicionales y el conservadurismo son considerados la vía correcta para el crecimiento de la sociedad capitalista.

Origen del marxismo cultural

El origen de la teoría del marxismo cultural se remonta a 1992, cuando Michael Minnicino escribió el ensayo titulado La nueva edad oscura: La Escuela de Fráncfort y la "corrección política”. En esta obra, el ensayista habla de una conspiración a nivel global para romper las instituciones tradicionales e instaurar una sociedad marxista. Minnicino afirmaba que esta conspiración se manifestaría a través del control de los medios de comunicación y las universidades, y que los precursores fueron los pensadores de la Escuela de Fráncfort.

Varios miembros de la autoproclamada Escuela de Fránfort.
Varios miembros de la autoproclamada Escuela de Fránfort. | Imagen de: Wikimedia Commons.

 

Para ponernos en contexto, la Escuela de Fráncfort era un grupo de investigadores, afines a las teorías comunistas y anticapitalistas de Hegel, Marx y Freud, que se reunían en el Instituto de Investigación Social de Fráncfort del Meno, en Alemania. Dichos investigadores adoptaron la teoría marxista y les dieron un carácter explicativo.

Expansión del marxismo cultural

Como es obvio, no hay evidencia alguna de que este grupo de investigadores de principios de siglo quisiera tomar el control de los medios de comunicación o la educación, pero aún así la teoría de Minnicino caló en los círculos más conservadores de los Estados Unidos a finales de los años 90. Willian S. Lind, uno de los abanderados de esta teoría conspirativa, llegó a afirmar que el marxismo cultural considera virtuosos a los «negros, hispanos, mujeres feministas, homosexuales y otras minorías» mientras que considera malignos a los «hombres blancos».

A lo largo del nuevo siglo, la teoría se ha extendido fuera de los Estados Unidos en diversos grupos políticos de derechas de todo el mundo. El movimiento Tea Party y el republicanismo llegó a publicar en varios sitios webs estudios referentes al marxismo cultural, reforzando la idea de que había que preservar aspectos como el cristianismo, el capitalismo, la autoridad, la familia y el patriarcado, conceptos que se están poniendo muy en duda en la sociedad moderna.

Con el cambio de contexto cultural, las revoluciones políticas en distintos países y el resurgimiento del feminismo, el marxismo cultural se ha ido diluyendo y adoptando nuevas formas. En este sentido, el filósofo Jérome Jamin asegura que existe una visión actual del marxismo cultural, pero que es un mero  pretexto para que la derecha más radical y conservadora evite discursos xenófobos y antidemocráticos.

Bolchevismo cultural

En cierta manera, el precedente del marxismo cultural es el bolchevismo cultural. Este término surgió en la Alemania nazi para denominar a los movimientos modernistas en el arte de la época. El gobierno nazi se movilizó para prohibir las expresiones más modernas y vanguardistas de arte que, según su discurso, ponía en peligro la ideología supremacista. Podemos establecer ciertos paralelismos entre el fascismo y el nazismo y el movimiento paleoconservador estadounidense, en tanto que ambos se muestran como ideologías xenófobas, antimarxistas y patriarcales.

Conclusión

En cierta manera, las corrientes políticas más conservadores siguen alimentando su discurso con el marxismo cultural, aunque no desde una perspectiva tan radical como lo hizo la Alemania nazi o las altas esferas del Tea Party en los 90. Aunque esta teoría carece de una credibilidad objetivo, se sigue creyendo que hay un interés oculto por corromper las instituciones y las universidades para acabar con el sistema capitalista actual.

Bibliografía

MINNICIO, M. (1992) «The New Dark Age: The Frankfurt School and 'Political Correctness'». FIDELIO.

JEROME, J. (2018) Cultural Marxism: A survey  Religion Compass

MICHAYD, E; LLOYD, J. (2004). The Cult of Art in Nazi Germany. Stanford. Stanford University Press.

MARX, K. (1867) El capital. Crítica de la economía política. Revisado en 2018.