Puede que no haya un invento tan revolucionario en la historia como Internet. La red de redes que tiene ventajas y desventajas para la sociedad, pero que ha cambiado nuestras vidas de forma radical. ¿A qué peligros nos exponemos cuando navegamos en la red? ¿Qué podemos hacer para mejorar el entorno online? Trataremos de dar respuesta a estas cuestiones y muchas otras.
Internet es una tecnología en desarrollo y parte de los usuarios desconoce las consecuencias de su abuso. A continuación señalamos 5 ventajas y 5 desventajas del entorno online.
Empezamos analizando los aspectos de Internet que han supuesto una mejora para la sociedad.
Internet es una red de alcance global, y como tal elimina cualquier barrera espacial o temporal, con el único condicionante de la calidad de la infraestructura que estamos utilizando. No es algo de lo que debamos preocuparnos demasiado, y es que la mayoría de compañías ofrecen un servicio lo suficientemente bueno como para que podamos conectarnos con la otra parte del mundo en cuestión de décimas de segundo.
Esa eliminación de las barreras espaciotemporales hace que los individuos puedan estar en contacto siempre. Aunque la telefonía ya empezó a ayudarnos en ese aspecto, ahora podemos relacionarnos con las personas de nuestro entorno de una forma mucho más cómoda e inmediata.
Antes de Internet, el acceso a la información y el conocimiento estaba restringido en base al nivel de escolarización o al nivel adquisitivo del individuo. Aunque hay parte de la sociedad que sigue sin tener acceso a Internet (sobretodo en países subdesarrollados o en vía de desarrollo), la mayoría de la población puede acceder a mucha información de inmediato.
Esto hace que la World Wide Web se convierta en la herramienta perfecta para ser autodidacta y adquirir nuevos conocimientos, todo de forma gratuita. Como analizaremos más adelante, esta ventaja se puede convertir en una desventaja si se hace un mal uso.
Internet no solo está presente en los ordenadores de sobremesa o en los Smartphone, sino que ya se ha integrado en otros aparatos domésticos como el televisor e incluso la nevera. Por ejemplo, hay electrodomésticos capaces de detectar si nos falta algún producto y hacer una compra online.
Por otro lado, los dispositivos electrónicos cada vez integran más prestaciones y servicios. En la actualidad, utilizamos el teléfono no solo para comunicarnos sino para hacer fotos, enviar un correo, consultar las redes sociales o efectuar una transacción.
Una de las ventajas más evidentes de Internet es que ya no necesitamos salir de casa para ir al trabajo. El teletrabajo nos aporta flexibilidad, conciliación familiar y reduce el nivel de estrés. Por otro lado, las relaciones entre empresas son más efectivas e inmediatas, aumentando así la eficiencia y la productividad de cada trabajador.
Exponemos los aspectos de la red que debemos controlar y que pueden tener un efecto negativo.
Cada minuto que pasa se envían más de 200 millones de correos electrónicos, se hacen 2 millones de consultas en Google, se suben 48 horas de vídeo a Youtube, escriben más de 100.000 mensajes en Twitter y se suben más de 6.000 fotografías a Instagram. Esto ritmo frenético no para de crecer, a medida que más y más gente tiene acceso a Internet.
El acceso libre a tal cantidad de información puede hacer que no seamos capaces de procesarla correctamente. El exceso de estímulos puede derivar en ansiedad, aislamiento, adicciones o abulia intelectual (falta de interés).
El usuario debe ser consciente de los datos personales que está descubriendo en la red. Esto no solo incluye datos bancarios o personales, sino la actividad que realizamos, nuestros intereses o nuestra ubicación. Por ejemplo: si un usuario sube una foto a Instagram desde el balcón de su casa, puede estar revelando su ubicación en aquél preciso momento.
Que nuestros datos estén en manos de grandes empresas no significa que estén a salvo. En este sentido, Facebook sufrió una filtración histórica que provocó pérdidas millonarias y la baja de otros tantos usuarios.
El sedentarismo es otro de los problemas de Internet. Según el biólogo Aric Sigman, que realizó un estudio para la BBC, el uso de la red acaba limitando nuestra actividad física y genera problemas de todo tipo: genéticos, inmunológicos, hormonales y mentales. Conviene hacer un uso responsable y establecer limitaciones.
La dependencia de Internet puede ser comparable a la adicción a cualquier sustancia. Ciertos hábitos de la conducta pueden tener efectos perjudiciales, incluso para nuestra salud. Algunos de los síntomas habituales son:
La mayoría de información que se comparte en Internet es pública y puede acarrear una reputación negativa para quien la comparte, siempre que haya alguien dispuesto a utilizarla en nuestra contra. En este sentido, el ciberacoso entra en nuestro espacio personal y se extiende a través de las redes sociales o aplicaciones de mensajería. Por lo tanto, si el ciberacoso llega a nuestro ámbito privado, es más difícil de reconocer y revertir.