La guitarra probablemente sea el instrumento de la familia de cuerda más famoso en todo el mundo, si bien es cierto que la variedad de miembros es muy amplia. Aun siendo un instrumento cuyas primeras versiones datan de siglos atrás, las partes de la guitarra más esenciales se han mantenido intactas, mientras que otras han sufrido alguna que otra modificación hasta tener la forma con la que la conocemos actualmente.
La guitarra que conocemos actualmente está compuesta de las siguientes estructuras, aunque no siempre tuvo el aspecto que todos evocamos.
El núcleo de la guitarra, el elemento central de todo el instrumento. Hablaremos de “caja de resonancia” o de “cuerpo” indistintamente para referirnos a una de las partes de la guitarra más importantes, ya que es la que amplifica el sonido.
Cuando se rasga una cuerda o un acorde, la vibración se propaga a lo largo del cuerpo de la guitarra y sale por la boca (en el caso de las españolas y acústicas) o a través de las pastillas, convertida en señal eléctrica, en dirección al amplificador (en las guitarras eléctricas).
Orificio realizado en la parte media-central del cuerpo de las guitarras españolas y acústicas, que sirve para ampliar el sonido una vez se tocan las cuerdas.
Es una de las partes de la guitarra ausente en las eléctricas, pues al estar conectadas mediante un cable a un amplificador, que va unido a su vez a una fuente de alimentación, no la necesitan.
El golpeador está pegado a la tapa del instrumento. Esta pieza está concebida para proteger el cuerpo del instrumento por la zona en la que se suele “atacar” las cuerdas y así impedir que se dañe por el choque con las uñas o la púa del músico al tocar.
A pesar de su utilidad, el golpeador puede quitarse por cuestiones estéticas o para mejorar la sonoridad de la melodía en aquellas guitarras que lo lleven incorporado; mientras que algunas marcas venden sus instrumentos directamente sin.
Se trata de una de las partes de la guitarra común en todas las clases, pegada al cuerpo del instrumento y que consta de seis orificios por los cuales se pasará cada una de las cuerdas, que quedarán fijas al instrumento por la parte inferior. Desde allí, podrá ajustarse su altura y tensarse o relajarse utilizando una pequeña herramienta llamada ‘selleta’.
Situada en una ranura que el puente deja y que permite encajarla, la cejilla sirve para elevar las cuerdas o acercarlas más al cuerpo de la guitarra. Es a través de esta pequeña pieza que la vibración se transmite desde las cuerdas hacia la caja de resonancia.
A lo largo del mástil puede colocarse una segunda cejilla, que es extraíble y sólo necesaria para afinaciones específicas. Es una pequeña pieza con forma de pinza que nos dará un sonido más grave o más agudo según el traste en el que la coloquemos, con las correspondientes variaciones en la posición de los dedos para conseguir cada acorde.
También conocido como “brazo”, es una de las partes de la guitarra más destacables por su forma alargada. El mástil, hecho de madera, está unido al cuerpo de la guitarra y se extiende hasta el clavijero.
A lo largo del mástil se posan los dedos del guitarrista para entonar las notas que quiera tocar, cada una de ellas localizada en un traste.
El diapasón es una lámina de madera que reviste el mástil por la parte anterior, generalmente obtenida del ébano, lo que le da un aspecto oscurecido. Sobre el diapasón es donde están dispuestos todos los trastes, de manera que el músico deberá presionar cada cuerda para conseguir entonar la nota que desee en el traste correspondiente.
La versión clásica de la guitarra consta de 6 cuerdas, cuyo grosor aumenta de forma gradual. En todas las partituras y tablaturas, las cuerdas de la guitarra están numeradas de abajo hacia arriba del diapasón, por lo que las notas deben tocarse de forma opuesta a como lo vemos representado (la primera cuerda será la más fina, mientras que la sexta será la de mayor grosor).
La afinación estándar de estas seis partes de la guitarra es la siguiente, de más aguda a graves:
Cuerda 1: Mi agudo (E)
Cuerda 2: Si (B)
Cuerda 3: Sol (G)
Cuerda 4: Re (D)
Cuerda 5: La (A)
Cuerda 6: Mi grave (E)
Un método para asegurarse de que la afinación es correcta, consiste en comprobar que cada cuerda, tocada al aire (sin presionar sobre ella en ningún traste), suena igual que su superior presionando el traste 5. Para facilitar esta tarea, especialmente a los que acaban de introducirse en este mundo, recomendamos utilizar un afinador, aunque con el tiempo el oído se acostumbrará a detectar las notas correctamente y podremos ser capaces de afinar sin necesidad de este aparato.
En lo que respecta a los materiales con que están hechas estas partes de la guitarra, encontraremos diferencias según el tipo de instrumento. En el caso de las españolas, las cuerdas son todas de nylon, si bien las tres últimas suelen tener una envoltura de metal, por la presión que soportan al afinarse. En cambio, las cuerdas de las guitarras acústicas y eléctricas son en su totalidad de metal.
Cada una de las barras de metal incrustadas a lo largo de todo el diapasón, aunque este término también se refiere al espacio que queda entre estos resaltos.
Cada traste tiene asignada una nota diferente según la cuerda y, para que conseguir que el tono sea más puro, siempre se recomienda que el dedo con el que se pulse la cuerda esté lo más próximo posible al traste, sin llegar a presionarla justo encima del mismo, ya que si no ésta no suena.
Algunas guitarras y bajos de gamas más altas están desprovistos de trastes,“fretless”, en inglés, así como los instrumentos de cuerda frotada (violines, violas, chelos y contrabajos). De esta manera se cree que ganan en calidad de sonido. Sin embargo, esta medida tiene el inconveniente de que resulta más complicado encontrar la nota correcta al comienzo.
Las pastillas son partes de la guitarra eléctrica que no encontramos en las otras variantes de este instrumento, debido a su papel en el sonido de las cuerdas. Se trata de pequeños mecanismos adheridos al cuerpo, encargados de la captación del sonido cuando se rasguea la cuerda. Generalmente encontramos entre 2 y cuatro pastillas por instrumento, cada una de las cuales transmite la vibración desde el cuerpo del instrumento hasta el cable, convertida en señal eléctrica.
De acuerdo con los controles e interruptores que la guitarra eléctrica lleva incorporados, ajustando cuál de las pastillas deseamos que suene, se que producirá un tipo de sonido u otro, tal y como nos indican en el vídeo.
Extremo del mástil que forma parte del mismo trozo de madera, una suerte de “cabeza” de la guitarra. En esta pieza es donde están distribuidas las clavijas metálicas, que servirán para ajustar la afinación.
Es una de las partes de una guitarra acústica, española o eléctrica, cuya forma diferirá según la marca y el diseño, ya que cada casa da un toque personal a sus productos con un acabado diferente. Es además la parte de la guitarra donde figura el logo de la marca.
Cada uno de los seis metales que sostienen las cuerdas se llama “clavija”. Haciéndolas girar, las cuerdas de la guitarra se afinan acorde a la tonalidad deseada, de modo que tensando hacia fuera se consiguen notas más agudas y viceversa.
Por ello, el clavijero es cada una de las piezas situada al final del mástil en la que están colocadas las seis clavijas.