Mujer junto al mar.

11 poemas sobre el mar de poetas famosos

Poemas dedicados al mar de Rafael Alberti, Miguel de Unamuno, Juan Ramón Jiménez y Pedro Salinas.
Mujer junto al mar.
Selección de poemas dedicados al mar. | Jake Melara.

 

El mar es un tema recurrente en la poesía española y latinoamericana, y estos poemas sobre el mar dan fe de ello. Nos hemos centrado en la obra de cuatro poetas españoles que otorgan una importancia capital al mar en su obra, como son Rafael Alberti, Miguel de Unamuno, Juan Ramón Jiménez y Pedro Salinas.

Es a finales del siglo XIX y a lo largo del siglo XX cuando el mar ocupa el puesto que merece en la poesía. Si analizamos la literatura anterior, nos damos cuenta de que el mar solo aparece de forma esporádica durante el romanticismo, y casi siempre para enmarcar el poema dentro de un tema superior.

ÍNDICE

1. Poemas sobre el mar de Miguel de Unamuno

2. Poemas sobre el mar de Rafael Alberti

3. Poemas sobre el mar de Pedro Salinas

4. Poemas sobre el mar de Juan Ramón Jiménez

Poemas sobre el mar de Miguel de Unamuno

Fue Miguel de Unamuno el primero utilizó el mar como un vehículo más para expresar la belleza de la poesía. Con frecuencia, Unamuno vincula el mar a los sucesos históricos, que son las olas que chocan violentamente en la superficie. Otras veces, se trata del espacio entre el cielo y la tierra, el lugar donde el poeta puede encontrar a Dios.

Aquí algunos poemas de Unamuno dedicados al mar.

1. El mar de encinas

En este mar de encinas castellano

los siglos resbalaron con sosiego

lejos de las tormentas de la historia,

lejos del sueño

que a otras tierras la vida sacudiera;

sobre este mar de encinas tiende el cielo

su paz engendradora de reposo,

su paz sin tedio.

Sobre este mar que guarda en sus entrañas

de toda tradición el manadero

esperan una voz de hondo conjuro

largos silencios.

Cuando desuella estío la llanura

cuando la pela el riguroso invierno,

brinda al azul el piélago de encinas

su verde viejo.

Como los días, van sus recias hojas

rodando una tras otra al pudridero,

y siempre verde el mar, de lo divino

nos es espejo.

[...]

2. Hermosura

¡Aguas dormidas,

Verdura densa.

Piedras de oro,

Cielo de plata!

Del agua surge la verdura densa;

De la verdura.

Como espigas gigantes, las torres

Que en el cielo burilan

En plata su oro.

Son cuatro fajas:

La del río, sobre ella la alameda.

La ciudadana torre

Y el cielo en que reposa.

Y todo descansando sobre el agua,

Fluido cimiento,

Agua de siglos,

Espejo de hermosura.

[...]

3. Soneto XXXIV (De Fuerteventura a París)

La mar ciñe a ¡a noche en su regazo

y la noche a la mar; la luna, ausente;

se besan en los ojos y en la frente;

los besos dejan misterioso trazo.

Derritense después en un abrazo,

tiritan las estrellas con ardiente

pasión de mero amor y el alma siente

que noche y mar la enredan en su lazo.

4. Soneto XL (De Fuerteventura a París)

¿Cuál de vosotras, olas de consuelo

que rodando venís desde la raya

celestial y surcando con la laya

espumosa a la mar el leve suelo;

cuál de vosotras que aviváis mi anhelo

viene del fiero golfo de Vizcaya?

¿Cuál de vosotras con su lengua ensaya

cantos que fueron mi primer desvelo?

Poemas sobre el mar de Rafael Alberti

Rafael Alberti nació el Puerto de Santa María de Cádiz en 1902. Como buen gaditano, el mar siempre está presente en su pensamiento y obra. Para él, el mar trae recuerdos de la niñez y adolescencia, etapas anteriores a su trayectoria como poeta. A través de la nostalgia y la religiosidad, Alberti evoca el océano desde la visión del desterrado que echa de menos su patria.

Algunos poemas de Alberti que hacen referencia al mar son los siguientes.

1. Sueño del marinero

Yo, marinero, en la ribera mía,

posada sobre un cano y dulce río

que da su brazo a un mar de Andalucía,

sueño en ser almirante de navío,

para partir el lomo de los mares,

al sol ardiente y a la luna fría.

[...]

y la luna del agua por padrinos!

El mar, la tierra, el aire, mi sirena,

surcaré atado a los cabellos finos

y verdes de tu álgida melena.

Mis gallardetes blancos enarbola,

¡Oh marinero!, ante la aurora llena

¡Y ruede por el mar tu caracola!

2. Salinero

....Y ya estarán los esteros

rezumando azul de mar.

¡Dejadme ser, salineros, granito del salinar!

¡Qué bien, a la madrugada,

correr en las vagonetas

llenas de nieve salada,

hacia las blancas casetas!

¡Dejo de ser marinero,

madre, por ser salinero!

3. Elegía del niño marinero

A Manuel Ruiz Castillo          

Marinerito delgado,

Luis Gonzaga de la mar,

¡qué fresco era tu pescado,

acabado de pescar!

Te fuiste, marinerito,

en una noche lunada,

¡tan alegre, tan bonito,

cantando, a la mar salada!

¡Qué humilde estaba la mar!

¡Él cómo la gobernaba!

Tan dulce era su cantar,

que el aire se enajenaba.

[...]

¡Ay mi niño marinero,

tan morenito y galán,

tan guapo y tan pinturero,

más puro y bueno que el pan!

¿Qué harás, pescador de oro,

allá en los valles salados

del mar? ¿Hallaste el tesoro

secreto de los pescados?

Deja, niño, el salinar

del fondo, y súbeme el cielo

de los peces y, en tu anzuelo,

mi hortelanita del mar.

Poemas sobre el mar de Pedro Salinas

En cuanto a Pedro Salinas, éste retoma el concepto místico. Mientras que Unamuno concibe el agua como el vehículo para llegar a Dios, para Salinas el mar es una herramienta para expresar la belleza de la poesía. De esta forma El Contemplado es una obra dedicada casi exclusivamente al mar, sin más objetivo que la contemplación de su belleza.

1. Variación I - Azules

Variaciones que enseñaban

en la escuela: Egeo, Atlántico,

Indico, Caribe, Mármara,

mar de la Sonda, mar Blanco.

Todos sois uno a mis ojos:

el azul del Contemplado.

En los atlas,

un azul te finge, falso.

Pero a mí no me engañó

ese engaño.

Te busqué el azul verdad;

un ángel, azul celeste,

me llevaba de la mano.

[...]

Cada vez que fui en tu busca,

allí te encontré, en tu gloria,

la que nunca me ha fallado.

Tu azul por azul se explica:

color azul, paraíso;

y mirarte a ti, mirarlo.

2. Variación IV - Por alegrías

¡Cuántas, cuántas tiene el mar,

cuántas alegrías!

Seres de luz, sobre el agua,

bailan, en puntillas.

¡Qué bien acaban las ondas:

mueren bailarinas!

En las azules tramoyas

fiestas se perfilan.

Ni olas, ni reflejos son

todo lo que brilla.

Ni espumas son las que juegan,

ya desvanecidas.

[...]

Alegrías que me falten,

él me las fabrica.

Desde sus lejos profundos

a mí se encaminan.

Y aquí en los ojos, las suyas

se vuelven las mías.

Poemas sobre el mar de Juan Ramón Jiménez

Por último, analizamos el vínculo entre el mar y la obra poética de Juan Ramón Jiménez. Para él, el mar es un símbolo de sus distintas etapas como poeta, señalando dos puntos clave: su viaje de nupcias a Estados Unidos y su viaje a Buenos Aires.

1. El amor en el mar

Parece, mar, que luchas

—¡oh desorden sin fin, hierro incesante!—

por encontrarte o porque yo te encuentre.

¡Qué inmenso demostrarte,

en tu desnudez sola

—sin compañera… o sin compañero,

según te diga el mar o la mar—, creando

el espectáculo completo

de nuestro mundo de hoy!

Estás, como en un parto,

dándote a luz —¡con qué fatiga!—

a ti mismo, ¡mar único!,

a ti mismo, a ti solo y en tu misma

y sola plenitud de plenitudes,

… ¡por encontrarte o porque yo te encuentre!

2. Hacia el mar

¡Qué cerca ya del alma

lo que está tan inmensamente lejos

de las manos aún!

Como una luz de estrella,

como una voz sin nombre

traída por el sueño, como el paso

de algún corcel remoto

que oímos anhelantes,

el oído en la tierra;

como el mar en teléfono...

Y se hace la vida

por dentro, con la luz inextinguible

de un día deleitoso

que brilla en otra parte.

¡Oh, qué dulce, qué dulce

verdad sin realidad aún, qué dulce!

Referencias bibliográficas

Pelosi, H. C. (2015). Rafael Alberti: La deriva de un marinero en tierra argentina,(1940-1963). Estudios de historia de España, 17(1)

Correa, G. (1966). El simbolismo del mar en la poesía española del siglo XX. Revista Hispánica Moderna, 32(1/2), 62-86.