A través de los siguientes mitos mayas esta civilización transmitió de forma oral explicaciones para los fenómenos naturales, para los comportamientos del hombre y su relación con la naturaleza. Son historias fascinantes que te sorprenderán. ¡No te los pierdas!
ÍNDICE
1. El mito maya de la creación
2. Los mitos mayas más importantes
El mito maya de la creación
Las distintas traducciones y copias del Popol Vuh o “Libro de la comunidad” de los mayas (civilización mesoamericana que sobrevivió 18 siglos) ha permitido que llegue hasta nuestros días el contenido del texto más importante para entender la cultura de ese pueblo, su concepción del hombre y su relación con el mundo y la naturaleza.
Según el mito de la creación maya contenido en el Popol Vuh, el mundo fue precedido por un vacío formado por silencio y calma en el cual permanecían agazapados los dioses de la Creación, ataviados con plumas azules y verdes, y presididos por Tepeu y Gucumaz.
Reunidos en los confines de la noche, los dioses creadores acordaron dar vida al hombre y para ello retiraron las aguas, hicieron emerger la tierra y la unieron al cielo mientras en ella aparecían los bosques y las montañas. Los dioses poblaron la tierra de animales, pero estos no podían hablar, así que crearon un hombre de barro.
Pero el barro era endeble y aunque podía hablar, no podía pensar. Por eso lo destruyeron y crearon un hombre de madera, que era aún demasiado limitado. Por eso lo arrasaron con un diluvio. Finalmente crearon el hombre mediante una mazorca de maíz, que podía ver y conocían demasiado, con lo cual les fue limitado el entendimiento.
Después fue creada la mujer y así se completó la Creación, con la fabricación de un ser humano más inteligente que los animales pero menos capacitado que los dioses.
Los mitos mayas más importantes
De entre la gran variedad de mitos mayas que existen, estos son los más importantes y los que ocupaban un lugar central en la cultura mesoamericana hace miles de años.
1. El mito de la flor de loto
La mitología era la forma que tenían las culturas antiguas para explicar fenómenos de la naturaleza. Esta es la leyenda de la mitología maya más famosa y explica el origen de la flor de loto a partir de la intervención de los dioses en la naturaleza.
Duce la leyenda que en la selva de Mayab, el príncipe Chacdziedzib (pájaro cardenal en lengua maya) se enamoró locamente de la hija del guardián del cenote (depósito de agua manantial). Esta doncella se llamaba Nicté-Ha (flor de loto en lengua maya). Pero la oposición de su padre hizo que los dioses decretaran la muerte de la chica.
Un bufón de la corte del príncipe conocedor de los planes de los dioses advirtió a su amo, que escogió al mejor de sus caballeros para rescatar a la doncella. Pero este murió en su intento, y entonces Chacdziedzib asumió personalmente el reto. Llegó así hasta la doncella y la salvó, pero mientras permanecían abrazados una flecha atravesó el corazón de Nicté-Ha.
Así es como la chica murió y su cuerpo se hundió en el agua, invadiendo el corazón del príncipe de un dolor inenarrable. Para redimirlo, el dios de las aguas y el dios de las aves convirtieron al príncipe en un pájaro cardenal y a la princesa en una flor de loto. Desde entonces, cada mañana el pájaro le canta a la flor su amor sincero.
2. El mito maya de la luna: Ixchel
Según la mitología maya, cuando los dioses eran aún mortales existía una bella doncella llamada Ixchel. Entre sus muchos pretendientes llamaban la atención un joven llamado Itzamná y otro de nombre desconocido.
Para resolver la situación la hermana de la bella muchacha, llamada Ixtab, convocó a los dos pretendientes y les retó a una lucha en la que sólo podría quedar uno en pie. Itzamná fue más hábil y luchó con más arrojo, pero cuando ya tenía a su contrincante sometido, en un descuido este se revolvió y le derrotó.
Afligida por la muerte de su amado, Ixchel corre hacia su hermana y le dice que su alma siempre estará con Itzanmá. Acto seguido se suicida, y entonces Ixtab para vengar su muerte decide matar al hombre que había dado muerte a Iztamná.
Es así como Iztamná se convirtió en el dios del Sol, Ixchel en la diosa de la Luna, e Ixtab, que hasta entonces era la diosa Luna, pasó a ser la divinidad del suicidio. Los mayas creían que cuando en el cielo coinciden Ixchel y Iztamná, el sol y la luna, se realiza el amor de los amantes.
3. El mito maya del fuego
La mitología maya cuenta la leyenda de un ángel que comunicó a uno de los dioses creadores la existencia de un mundo habitado por seres humanos en la inmensidad del cosmos. Tras una visita relámpago, el dios constató que los humanos vivían en un mundo parcialmente helado, así que les bendijo con un regalo: les dio el Fuego.
Para hacerlo, el dios mandó un rayo que partió un árbol y lo convirtió en una gran hoguera, pero los hombres se asustaron y huyeron, dejando que este se convirtiera en ceniza. Como segundo intento, les envió un meteorito que quemó todos los bosques. Los hombre huyeron, dejando que los bosques se convirtieran en ceniza.
Sólo un hombre curiosos decidió acercarse y, al tocar la ceniza, se dio cuenta de que quemaba. Al arrojar las cenizas en un montón de hierba seca, estas se incendiaron, y entonces comprendió el poder del fuego. La luz y el calor acompañaron a los hombres durante muchos días, hasta que una lluvia torrencial lo extinguió nuevamente.
Enfurecido, el hombre volvió a las montañas y golpeando una piedra sobre la otra se dio cuenta de que aparecían chispas y eso originaba nuevamente el fuego. El dios suspiró tranquilo, y se retiró de nuevo a sus aposentos. Desde entonces la cultura mesoamericana considera el fuego como un regalo de los dioses.
Mitos mayas de amor
Los mitos mayas contienen una gran riqueza de elementos y narraciones originales de los que se puede extraer algunas historias de amor dignas de los mejores escritores. No te pierdas los mitos mayas de amor más fascinantes.
4. La leyenda del Cenote Zací
Dos familias compartían el poder sobre el poblado de Zací: los Cocom y los Cupules. La jefa de los Cocom era la hechicera del pueblo, que tenía como nieta una muchacha llamada Zak-Nicté (flor blanca). El cabecilla de los Cupules, Halach Huinic, tenía un hijo, el príncipe Hul-Kin, que tras una bella amistad con Zak-Nicté empezaron una historia de amor.
Sin embargo, el padre de Hul-Kin no podía permitir que su hijo se uniera con la nieta de su gran enemiga, así que pactó un matrimonio con una doncella de un pueblo vecino, y allí envió al príncipe. Tras la marcha de su amado, Zak-Nicté entró en una depresión y, víctima de la desesperación, confesó a su abuela que estaba embarazada de Hul-Kin.
La hechicera hizo lo posible para atraer de nuevo al joven príncipe, pero este se había casado y era feliz con su nueva esposa. Desesperada, Zak-Nicté ató su cabellera a una gran piedra y la arrojó al cenote, hundiéndose con ella. Una corazonada hizo que Hul-Kin volviera a su pueblo, y al enterarse de la muerte de la chica, se arrojó también al cenote.
Así fue como la hechicera, erguida ante el cenote, dedicó unas últimas palabras a su nieta: “Se ha cumplido mi promesa, te he traído de nuevo a Hul-Kin”. También lanzó una maldición al Cenote Zací, pues debería cobrarse la vida de un joven para honrar a los amados.
5. La leyenda del Maquech
La leyenda tiene como protagonista a Cuzán, una bella princesa que tenía los cabellos como las alas de las golondrinas. Cuando tuvo edad para el matrimonio, su padre la comprometió con el futuro rey de la ciudad de Nan Chan.
Un día, al regreso de la guerra, el padre de Cuzán le regaló a su hija varias joyas del botín. Cuando la princesa fue a la Gran Sala del palacio para agradecer a su padre el detalle, lo vio acompañado de uno de los guerreros de su séquito, un joven con el cabello rojo encendido llamado Chalpol. Se enamoraron locamente, y se prometieron amor eterno.
Cuando su padre descubrió que eran amantes se enfureció y ordenó la ejecución de Chalpol. Después de las súplicas de su hija y cuando ya todo estaba preparado para el sacrificio, el rey indultó a su guerrero bajo juramento de que Cuzán se encerraría en su habitación de la que no podría salir, o de lo contrario Chalpol moriría.
En mitad de la noche, la princesa fue llamada por el gran sacerdote, que le puso en sus manos un escarabajo: “Tu padre le perdonó la vida a Chalpol, pero me pidió que lo convirtiera en un escarabajo. Aquí tienes a tu amado, Maquech (escarabajo en lengua maya)”.
Cuzán pidió al joyero real que lo adornada con piedras preciosas y le atara las patitas a una cadena. Desde entonces, Cuzán lo llevó para siempre junto a su pecho.
6. Canek y Zak-Nicté
Vuelve a aparecer aquí la figura de Zak-Nicté, la flor blanca. En este leyenda se trata de una princesa que vivió en la época de la tregua entre las tres grandes urbes mayas: Mayapán, Uxmal y Chichen Itzá.
El joven Canek se había convertido en rey de Chichen Itzá, y se enamoró de Zak-Nicté sólo con verla, prometiendo que sus vidas estarían unidas para siempre. Pero el padre de la muchacha, rey de Mayapán, la había prometido con Ulil, el príncipe heredero de Uxmal. Cuando Canek recibió la invitación a la boda, aceptó y prometió no faltar a la cita.
Entonces, un enano acudió a él y le susurró al oído: “La flor blanca te espera entre las hojas verdes, no dejes que otro la arranque”.
El día de la boda todo estaba preparado, pero Canek, el rey de Chichen Itzá, no aparecía. Cuando los prometidos estaban en el altar, éste irrumpió con sus guerreros y arrebatando a la princesa huyeron al galope. Esto hizo que la tregua se rompiera y Mayapán y Uxmal se unieron contra Chichen Itzá, y le declararon la guerra.
Antes de que la guerra estallara los habitantes de la ciudad, liderados por su rey y la princesa, huyeron a los montes. Los reyes de Mayapán y Uxmal, al llegar a Chichen Itzá y ver que la ciudad estaba vacía, se enfurecieron y lo quemaron todo. Pero sus habitantes vivieron en las montañas en paz, bendecidos con el amor eterno de su rey y la princesa.
7. La paloma torcaz
Un guerrero valiente y muy apuesto amaba por encima de todo la caza, y en una de sus expediciones, tras varias horas de caza sin éxito, decidió acercarse a un manantial de agua donde los animales solían acercarse a beber. Allí vio a la mujer más hermosa que jamás había visto.
Desde entonces apenas dormía, y en vez de cazar se acercaba cada día al lago, pero nunca la encontraba y decidió recurrir a los servicios de una hechicera. Esta le ofreció la posibilidad de volver a verla a cambio de que se convirtiera en una paloma, sin posibilidad de volver nunca más a su forma humana. El hombre, locamente enamorado, aceptó.
La hechicera le clavó una espina en el cuello y lo convirtió en una paloma, tras lo cual arrancó el vuelo y se dirigió al arroyo. Y allí estaba la doncella. El pájaro se acercó hasta ella, pero esta al verlo le quitó la espina del cuello y el guerrero murió desangrado. La chica, arrepentida, se clavó la espina en el cuello y quedó convertida en una paloma que desde entonces llora la muerte de su amado.
Otros mitos mayas cortos
A través de las siguientes narraciones cortas, los mayas transmitían de forma oral historias que ayudan a pensar y reflexionar sobre los sentimientos y los comportamientos. Descubre los mitos mayas cortos más interesantes.
8. La tristeza del maya
Un hombre maya siempre estaba triste. Un día los animales se le acercaron y le preguntaron qué quería. Él respondió que quería ser feliz.
“Formula un deseo realizable”, le dijo la lechuza. El hombre pidió saber cuándo llegarían las lluvias, y el ruiseñor se comprometió a avisarle. Quería conocer todas las hierbas medicinales, y la serpiente se las marcaba a su paso. El venado le dio energía para no cansarse, el buitre buena vista, el jaguar la fuerza y el zorro la inteligencia.
Así el hombre se fue, y la lechuza, fuente de sabiduría, le dijo al resto de animales que aunque el hombre pudiera hacer más cosas, siempre estaría triste.
9. El hombre que vendió su alma
Un hombre convocó al demonio Kizín y le propuso entregarle su alma a cambio de obtener siete deseos, uno para cada día de la semana antes de desaparecer para siempre. El demonio aceptó de buen agrado.
Como primer deseo pidió dinero, al segundo día solicitó salud, al tercero poder, y al cuarto comida. La quinta jornada reclamó viajar, al día siguiente mujeres, y como último deseo, el último día pidió lavar unos frijoles sucios para que convertirlos en blancos, pues el hombre sabía que los frijoles eran negros de por sí, y no podían volverse blancos.
Así, después de disfrutar de una semana de deseos el hombre consiguió retardar el desenlace. Finalmente el demonio Kizín descubrió el engaño y decidió crear los frijoles blancos y los rojos para que nunca más le volvieran a timar. Esta es la explicación que tienen los mayas de por qué hay frijoles negros y blancos.
10. Dziú y el maíz
Para que las tierras volvieran a ser fértiles y productivas, el dios del agua y el dios del fuego pactaron quemarlo todo para que volviera a nacer de nuevo. Antes, pidieron a las aves que guardaran una semilla de cada especie para luego volver a plantarlas. El ave Dziú, perezosa, se echó a dormir.
Cuando el incendio estaba a punto de arrasarlo todo, el ave despertó y consciente de su error se lanzó desesperado a la plantación para recoger las semillas de maíz. Sus ojos quedaron rojos, sus alas quemadas, y como reconocimiento Dios hizo que desde entonces en adelante todos los pájaros de su especie tuvieran los ojos rojos y las alas negras.
11. El perro y Kaskabal
Un hombre siempre pegaba a su perro, pero este permanecía fiel. El espíritu maligno Kaskabal vio la oportunidad de robar una nueva alma, y le dijo al perro que se escapara de su amo. El perro accedió pero le pidió un hueso por cada uno de los pelos que cubrían su cuerpo, así que Kaskabal empezó a contar uno por uno los pelos que tenía el perro.
Kaskabal contaba, y cuando estaba a punto de llegar al final, el perro saltaba argumentando que le molestaban las pulgas. El espíritu se descontaba, y volvía empezar de cero. Así hasta cien veces, hasta que Kaskabal le dijo al perro que podía quedarse con su alma. Y así fue como entendió que era más fácil quedarse con el alma de un humano, que con la de un perro.
12. La leyenda del colibrí
Este es uno de los mitos mayas cortos más bonitos, que explica la creación del pájaro más bello y fascinante del mundo: el colibrí.
Una vez los dioses estaban creando los pájaros pero, para crear al último, se habían quedado sin material, así que decidieron hacerlo con piedra de jade con la que moldearon una pequeña flecha. Al instante salió volando, y así nació el colibrí, una maravilla de la naturaleza a la que el solo daba un brillo verde a su plumaje.
Tan bello era, que los hombres se prometieron capturarlo y hacerlo suyo. Los dioses se enfadaron, y dieron al colibrí rapidez y agilidad, y la capacidad de moverse también hacia atrás. Desde entonces, este pájaro vive en libertad.
Referencias bibliográficas
Taube, K. (2004). Mitos aztecas y mayas (Vol. 8). Ediciones AKAL.
Popol Vuh. Linkgua digital, 2011.
Florescano, E. (2017). Quetzalcóatl y los mitos fundadores de Mesoamérica. Debolsillo.