10 mitos griegos cortos (famosos y poco conocidos)

Los antiguos helenos utilizaban los mitos griegos cortos como una forma de conocer su pasado y su presente.

A través de los mitos griegos cortos, los helenos pretendían dar una explicación a la creación del mundo y a los fenómenos que ocurrían en la naturaleza. Dichas narraciones se transmitieron de generación en generación para dar a conocer la historia de este pueblo y sirvieron de inspiración a los romanos, que las incorporaron a su tradición oral y escrita.

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10 mitos griegos cortos  de la Antigua Grecia

Muchos te sonarán por haber servido de argumento para películas, libros o videojuegos; pero también hay otras muchas epopeyas helenísticas que, aunque no son tan populares, no dejan de ser menos importantes o interesantes.

10. Las Titanomaquias

Las disputas familiares por el poder estaban a la orden del día en el Olimpo. En las ‘Titanomaquias’, se contaba la lucha de Zeus para destronar a su padre Cronos y liberar a sus hermanos, que habían sido engullidos por el Titán. En cuanto estuvieron libres, los cinco hermanos se unieron a los Cíclopes y Centimanos, en un intento por vencer a Cronos y a los Titanes de una vez por todas.

La contienda se saldó con la victoria de los dioses, que se establecieron en el Olimpo y la derrota de los Titanes, que fueron condenados a permanecer en el Tártaro.

9. El talón de Aquiles

Uno de los nombres más conocidos de La Ilíada de Homero es el de Aquiles, la gran baza del ejército griego en su intento por penetrar en la ciudad de Troya.  Son muchas las historias que se cuentan de esa guerra, desde el supuesto caballo de madera que serviría para engañar a los troyanos y permitir al enemigo traspasar los muros de la ciudad, hasta la supuesta condición divina de Aquiles. De hecho, Aquiles era conocido por ser (casi) invencible y por no tener ningún punto débil.

Pero esto no era exactamente así. Según uno de los mitos griegos cortos más famosos, Aquiles era hijo de la diosa Tetis. Cuando era un recién nacido, ésta lo tomó por los tobillos y lo sumergió varias veces en la laguna Estigia, lo que le otorgaría su prácticamente total invulnerabilidad de no haberse olvidado sumergir también el talón por el que lo tenía asido. Conociendo esta debilidad, el príncipe Paris disparó una flecha (para algunos, guiada por el dios Apolo) que alcanzó el punto débil del héroe casi inmortal.

8. La tragedia de Edipo

La vida de Edipo es una de las más trágicas de la Grecia Antigua. Según el oráculo de Delfos, Layo encontraría la muerte a manos de su primogénito y éste se casaría con su madre. Resuelto a que su destino no se cumpliera, el Rey abandonó a su hijo a su suerte en lo profundo del bosque; pero la fortuna estuvo de parte del pequeño, que fue rescatado y criado en otro reino lejano.

Un día, Edipo tuvo un percance con un hombre a caballo, con el que discutió acaloradamente y terminó asesinando, sin saber que se trataba de su propio padre. Después de acabar con la maldición de la Esfinge, Edipo se casó con la Reina regente de Tebas, Yocasta, desconociendo ambos que eran madre e hijo. Como resultado de su enlace, la pareja tuvo cuatro hijos. Al descubrirse la verdad, la Reina terminó con su vida y Edipo se sacó los ojos.

7. Prometeo y el fuego

Entre los mitos griegos cortos más famosos que narran las consecuencias de ofender a los dioses, la osadía de Prometeo tal vez resalta por encima del resto.  Este Titán no aprobaba que Zeus hubiera privado a los humanos del fuego y hubiera optado por mantenerlo en el Olimpo. Decidido a llevar de nuevo el preciado bien a la Tierra (algunas fuentes hablan de que se sirvió de las chispas que desprendía el carro de Apolo para prender una llama y otras de que lo robó de las fraguas de Hefesto), Zeus lo descubrió y escarmentó.

La penitencia impuesta consistía en permanecer encadenado para toda la eternidad a una gran roca y que un águila devorara su hígado cada día, pues por su condición de inmortal, Prometeo tenía la capacidad de regenerarse. De esta manera, la rapaz regresaba cada día para darse un festín a costa del temerario que se atrevió a contradecir los designios del Dios del Trueno.

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6. Ifigenia

El rey Agamenón había enfurecido a la diosa Artemisa cuando entró en sus dominios y cazó uno de sus ciervos sagrados. Ésta, como represalia, había retenido su flota de barcos que regresaban de la guerra de Troya, por lo que  Agamenón no sabía qué hacer para sosegar a la deidad, que era inconsolable. Después de consultar con un vidente, se le reveló que la única solución sería sacrificar a su hija Ifigenia, en pago de esa deuda. Y es aquí donde esta historia toma diferentes rumbos en función del lugar consultado.

La versión oficial sugiere que Artemisa, al ver la decisión del Rey por contentarla, sintió piedad por Ifigenia y sustituyó su sacrificio por el de una cierva. No obstante, otros textos aducen que la ofrenda sí que tuvo lugar, lo que provoca que la esposa de Agamenón lo asesine al enterarse del parricidio.

5. Las Amazonas

Las Amazonas eran un pueblo de mujeres guerreras conocidas por su fiereza en la batalla y que para muchos fue de los mitos griegos cortos que podrían haber existido en la realidad. Según ha trascendido, las Amazonas conformaban una sociedad matriarcal donde los varones no tenían cabida más que como sirvientes. Estas aguerridas luchadoras dedicaban su vida al arte de la guerra, tanto es así que, nada más nacer, se les amputaba uno de sus pechos para que tuvieran más facilidad para disparar flechas con su arco.

Hubo Amazonas que participaron en algunos de los capítulos más destacados de la mitología helenística, donde se enfatiza su carácter rudo e indómito.

4. Medusa y Perseo

Perseo fue el fruto de la pasión entre Zeus y Dánae, una simple humana que, de acuerdo con la leyenda griega, el Dios del Olimpo conoció en uno de sus habituales descensos a la Tierra. Convertido en un fornido joven, el traicionero Polidectes le envió a una misión casi suicida de la que esperaba que el semidiós no regresara: hacerse con la cabeza de Medusa, la peor de las tres hermanas gorgonas, que tenía serpientes venenosas en lugar de cabello y era capaz de convertir en piedra a todo el que posara su mirada en ella.

Sabiendo lo peligroso de ese cometido, Perseo recibió la ayuda de los dioses, que le armaron para que pudiera hacer frente al monstruo. Ya en la guarida de Medusa, el hijo de Zeus hizo uso de su ingenio para evitar mirar a Medusa a los ojos, escondiéndose para que no lo encontrara y utilizando el escudo que Atenea le había regalado para observar su reflejo. Finalmente, la gorgona se durmió, ocasión que Perseo aprovechó para decapitarla y guardar su cabeza en un saco, pues la maldición tenía efecto aun habiendo muerto. 

3. Narciso

La belleza puede ser la perdición de una persona, eso es algo que Narciso comprobó de una forma trágica. Tal era la hermosura de este joven, que todas las doncellas quedaban prendadas de él, pero Narciso era tan engreído que las rechazaba sin contemplaciones. Entre las víctimas de su desprecio, la peor parada fue Eco, la ninfa que no podía decir otra cosa que las últimas palabras que le dedicaran.

Debido a su altivo comportamiento, Némesis quiso escarmentar de una vez por todas a Narciso. Así pues, un día en que el joven se acercó, sediento, a un río a beber. Al ver su cara reflejada en la superficie, Narciso no pudo evitar la tentación y se lanzó a las aguas, muriendo ahogado. Como muchos otros mitos griegos cortos, el de Narciso ha servido para dar nombre a un tipo de comportamiento extremadamente egoísta que encontramos habitualmente y al que, en su honor, se ha catalogado como ‘narcisismo’.

2. La caja de Pandora

Zeus no estaba nada contento con que Prometeo hubiera desoído sus órdenes y hubiera robado el fuego para dárselo a la humanidad. Como represalia, además de la terrible pena a la que sometió al Titán, decidió que también se vengaría por otros medios. Así,  le encargó al herrero Hefesto que fabricase una hermosa mujer, a la que llamó Pandora y que presentó a Epimeteo, hermano del ladrón, que se enamoró al instante de la bella dama.

El día en que ambos se casaron, a Pandora le regalaron una caja con un enigmático contenido y una orden muy explícita al respecto: quedaba terminantemente prohibido abrirla y descubrir qué secretos escondía. Sin embargo, la desobediencia era una constante en prácticamente todos los mitos griegos cortos, por lo que Pandora no pudo resistir la atracción que le provocaba la caja y la abrió para ver qué ocultaba, que no era otra cosa que todos los males que asolarían al mundo si alguna vez eran liberados  .

1. Las doce pruebas de Heracles

El héroe de la Grecia Clásica por antonomasia fue Heracles. De este semidiós se han escrito multitud de hazañas que le hicieron célebre por su increíble fuerza sobrehumana. Entre sus proezas más destacables se encuentran las doce pruebas (o trabajos), una serie de tareas impuestas por el oráculo de Delfos como castigo por haber asesinado a su mujer e hijos.

Dar muerte a algunos de los monstruos más peligrosos de la mitología, como la temible Hidra o el León de Nemea; capturar al indomable Toro de Creta o al Can Cerbero, el custodio de las puertas del Inframundo, o hacerse con  trofeos guardados por héroes de gran poder; son algunas de las hazañas que forman parte del más famoso de los mitos griegos cortos del periodo clásico. Tanta repercusión tuvo la historia de Heracles, que incluso los romanos la incorporaron a su mitología, llamándolo ‘Hércules’.

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