Los Mitos de Cthulhu (1921-1935) encumbraron el género literario del horror cósmico creado por el escritor de ciencia ficción H. P. Lovecraft. En este ciclo de novelas de terror desarrolló un universo bizarro en el que sedujo millones de lectores con una mezcla de ocultismo, narrativa de terror y misterio alienígena.
Con los mitos de Cthulhu, Lovecraft devolvió al género anglosajón de la novela de terror el éxito cosechado anteriormente por Edgar Allan Poe, pero en una versión fantástica y onírica muy acorde con la época en la que escribió. Te ofrecemos una breve guía de lectura para leer los Mitos de Cthulhu.
En plena efervescencia del terror alienígena y la ciencia ficción, H. P Lovecraft escribió una serie de narraciones breves que combinaba de forma ágil la aparición de viscosas criaturas y la recreación de espacios imaginarios pero reales que se confundían una ficción bizarra (weird ficción) con la posibilidad de lo real.
La eficacia de Los Mitos Cthulhu residía en el hecho de que el autor ubicaba las escenas fantásticas en lugares imaginarios que, supuestamente, se encontraban en lugares reales aunque desconocidos en Estados Unidos.
La creación de un universo mitológico consiguió penetrar en el subconsciente de toda una legión de lectores que quedaron, literalmente, enganchados a sus historias. El grupo de cuentos incluye un total de trece narraciones escritas con un estilo popular y de poca calidad artística, pero con una eficacia indiscutible.
Para leer los mitos es importante tener en cuenta que la cosmogonía de Lovecraft supera a su obra, y es enriquecida por múltiples relatos escritos por autores como Ambrose Bierce, Robert Bloch, Robert E. Howard, August Derleth o Lin Carter entre otros.
Lo más probable a la hora de empezar a leer la serie es que el lector se encuentre perdido, pues hay que familiarizarse primero con la cosmogonía creada por el propio autor. Esta es una pequeña guía para adentrarte en su mundo.
Las narraciones fantásticas de Lovecraft contienen numerosos seres monstruosos que acaban conformando un verdadero universo mitológico estructurado y jerarquizado. Para empezar, hay que saber que el autor divide a sus seres en tres grupos.
Los seres primigenios son unos dioses que llegaron a la Tierra mucho tiempo atrás y, tras ganar la batalla con los que antes poblaban el mundo, los Antiguos, se establecieron en él y ejercieron su ascendente sobre el resto de criaturas.
Sin embargo, la llegada de los dioses arquetípicos originó una nueva guerra que acabó con la derrota de los dioses primigenios, que fueron desterrados a lugares remotos. Allí esperan que un mago les libere y poder desatar toda su furia destructiva sobre la Tierra, amenazando con la destrucción de toda la raza humana.
Los más destacados de estos seres son:
Con alguna excepción, los dioses arquetípicos tienen forma humana y representan los seres que llegaron para combatir a los dioses primigenios. Lograron la victoria tras una dura guerra que conquistaron gracias al Símbolo Arcano.
Estos son los más interesantes:
La raza de los dioses menores también conocidos como Guardianes de los Infiernos Exteriores o los Otros Dioses son protectores de los dioses primigenios aunque de inferioridad en cuanto a sus fuerzas o capacidades. Están bajo la influencia de Azathoth en su corte hiperdimensional tocando instrumentos y bailando.
En los Mitos de Ctulhu encontramos también los seres profundos, mencionados por primera vez en La Sombra sobre Innsmouth (1931) donde se describen como monstruos verdes con escamas con forma humana pero cabeza de pez. Podían llegar a copular con los humanos, de lo cual surgían los híbridos.
Los seres híbridos nacen con forma humana, como bebés, pero a medida que crecen van adoptando morfología marina en un proceso llamado Innsmouth. Lovecraft les confirió un aspecto terrible y horrorizan aún más al lector porque se puede sentir identificado con ellos. ¿Acaso no puede el que lee acabar convertido en ese horroroso pez?
Lovecraft ubica sus historias en lugares con nombres imaginarios, aunque inspirados en sitios reales como la ciudad de Salem. Eso generó la idea de que el universo mágico-gótico del autor podía existir realmente, y la que la invasión alienígena era posible.
Las localizaciones más famosas se encuentran en Nueva Inglaterra, pues según el autor a Innsmouth y Arkham el lector puede llegar desde Newburyport, cerca de Massachusetts, en transporte público.
Innmouth es una ciudad con una antigua tradición de ritos de sangre y ocultismo, con la fundación sobre sus ruinas de órdenes esotéricas y sectas. En Arkham se encuentran los principales libros malditos que aparecen en la saga. Otra ciudad importante es Dunwich, que en la novela El horror de Dunwich se insinúa que es Massachusetts.
Muchos protagonistas de las novelas de Lovecraft son seres humanos estudiosos de las ciencias ocultas que se acaban viendo envueltos en aventuras terroríficas. Es recurrente la aparición de antiguos grimorios o libros mágicos, algunos escritos por el propio Lovecraft y sus adeptos y mezclados con libros reales.
El más famoso fue el Necronomicón, un libro que fascinó al propio Lovecraft y que le inspiró en 1927 la redacción de un relato corto sobre el grimorio en cuestión. A lo largo de sus relatos utiliza arcaísmos y términos de los viejos libros malditos para conferir a sus historias más realismo y profundizare en los visos de lo real.
Es una constante en su escritura, heredada por sus discípulos, su fascinación por las ciencias ocultas y la creencia en la vida extraterrestre. A través de invocaciones, oraciones y ritos mágicos, sus personajes trasladan al lector esa obsesión.
Ante el inmenso universo creado por el autor y sus acólitos el lector puede sentirse al principio perdido. Hay que tener dos cosas claras antes de adentrarse en los mitos: estos van más allá de los libros de Lovecraft, y los libros de Lovecraft no son una novela en su conjunto, sino que pueden leerse por separado.
Los expertos en Lovecraft coinciden en señalar La llamada de Cthulhu como la primera lectura recomendada.
Escrito en 1926, como tercer libro de la saga, es importante porque aparece por primera vez el dios primigenio Cthulhu que será el eje central de los mitos. Además explica la esencia de su cosmogonía: la historia versa sobre una secta que venera a un extraño dios, Cthulhu, al que intentan liberar de las profundidades del mar.
Pero si el lector quiere entrar preparado en los relatos del autor, es recomendable familiarizarse con su mundo a través de las novelas posteriores a la muerte de Lovecraft. En particular, son muy útiles los libros de August Derleth, porque hizo una clasificación y ordenación del panteón de los dioses.
Algunas lecturas recomendadas para introducirse en los Mitos de Cthulhu son El vampiro estelar de Robert Bloch, o Los perros de Tíndalos de Frank Frank Belknap Long, aunque el mismo Lovecraft presenta de forma sintética su mundo particular en El modelo de Pickman y La sombra sobre Innsmouth.
Después de leer La llamada de Cthulhu se puede seguir con El horror de Dunwich, exponente principal del verdadero terror cósmico.
Otro relato terrorífico recomendable es Los sueños en la casa de la bruja donde un estudiante amante de las leyendas urbanas decide pasar una noche en la casa de una bruja que escapó de los juicios de Salem. En este relato Lovecraft expone su tesis principal: el hombre es un ser desprotegido ante la inmensidad del misterio.
Dos relatos fundamentales que contienen elementos importantes de su serie son En las montañas de la locura y El caso de Charles Dexter Ward. A partir de aquí se puede leer su obra de forma cronológica desde La ciudad sin nombre hasta El morador de las tinieblas, pues forman mundos independientes.