¿Alguna vez has soñado con viajar por el espacio? ¿Te has planteado las posibilidades de la inteligencia artificial? Os traemos la lista completa de los mejores libros de ciencia ficción, ejemplares clásicos e imprescindibles para divagar sobre el futuro.
Algunos reconocen que el término ciencia ficción deriva de una mala traducción del inglés science fiction y que el término correcto es ficción científica. Eso nos da alguna pista sobre el tema sobre el que versarán este tipo de libros. A grandes rasgos, se trata de una narración no realista en la que aparecen elementos científicos o sociales que no se corresponden con la realidad.
En la mayoría de casos, se nos plantea un mundo ficticio futurista en el que la tecnología está mucho más avanzada y abre un abanico de posibilidades, pero también de peligros para la sociedad. Con frecuencia se expone una realidad distópica y no deseada.
Como podréis ver, la mayoría fueron publicadas en apenas dos décadas, la edad dorada del género sci-fi.
Sin duda, los libros de esta lista están inspirados en obras del siglo XIX como Viaje al centro de la Tierra (Julio Verne, 1864) o Frankenstein o el moderno Prometeo (Mary Shelley, 1823).
Aunque en esas obras ya aparecían elementos científicos fantásticos como escafandras autónomas de buceo, fusiles con balas eléctricas o máquinas capaces de devolver la vida a los muertos, los libros de ciencia ficción como tal no se popularizaron hasta finales de siglo.
Herbert George Wells es citado con frecuencia como uno de los padres de las novelas de ficción científica, y el ejemplo más claro es La máquina del tiempo. La novela aborda los viajes a través del tiempo, aunque el autor no hace hincapié en las paradojas temporales que con frecuencia se nos plantea en este tipo de historias.
Puede que os suene por las decenas de adaptaciones cinematográficas o por el serial radiofónico de Orson Welles que tuvo a medio Estados Unidos con el corazón en un puño. Pero antes de todo eso hubo una novela.
La guerra de los mundos tiene el privilegio de ser la primera obra de la historia, ya sea en la literatura, el cine o la televisión, que trata una invasión alienígena en la Tierra (más concretamente en Londres). Eso nos da una idea de la influencia que ha tenido Wells en posteriores trabajos y libros de ciencia ficción.
De las tres grandes distopías de la literatura, la de George Orwell es la primera en orden cronológico. Más que un libro de ciencia ficción, 1984 es una casi profecía de nuestro presente escrita a mitad del siglo XX.
La novela se desarrolla en un futuro Londres que ha sido integrado en un enorme estado colectivista llamado Oceanía. La sociedad se divide en tres estratos que conviven bajo el subyugo de un sistema de control que castiga de forma estricta cualquier atisbo de disidencia o pensamiento crítico.
Si hablamos de libros de ciencia ficción no podemos pasar por alto a uno de los grandes genios del género como Isaac Asimov. Este autor de origen ruso escribió alrededor de 430 libros, aunque muchos de ellos son ensayos y publicaciones de divulgación científica.
Más que una historia con un hilo argumental sólido, el libro es una colección de relatos en los que se establecen las tres leyes de la robótica:
De nuevo, estamos ante una colección de historias sin una línea argumental fija, aunque todas tienen como referencia la colonización del planeta Marte por parte de la especie humana. Son recurrentes las descripciones poéticas y la denuncia del impulso autodestructivo de los humanos, así como el racismo a todo lo ajeno (en este caso, a los marcianos).
El primero de una serie de libros antológicos conocidos como la Serie de la Fundación. En esta primera entrega Asimov nos presenta una sociedad en la que los humanos se han extendido por toda la galaxia y han establecido un gobierno conocido como el Imperio Galáctico. De ahí el peso que ha tenido esta obra en la saga Star Wars.
La segunda gran distopía literaria es la de Ray Bradbury, aunque es también la menos recordada. Este trabajo literario tiene a Guy Montag como protagonista, un bombero que debe quemar una serie de libros a petición del gobierno. Pronto se planteara si es ético seguir obedeciendo a un gobierno tiránico que quiere oprimir cualquier pensamiento contrario.
No debemos olvidar estos libros se publicaron en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, en plena Guerra Fría. Por lo tanto, muchos hechos y personajes que aparecen guardan cierta similitud con el conflicto bélico real o con el nacionalsocialismo alemán.
Más de una década después de la publicación de Fahrenheit 451, Frank Herbert dio forma la primera novela de la saga Dune, un soplo de aire fresco para los libros de ciencia ficción y un éxito rotundo entre el público.
Como tantos otros autores, Herbert nos introduce en una galaxia sometida por un imperio feudal. El autor hace especial hincapié en el valor y la gestión de los recursos naturales, dejando patente su fuerte carácter ecologista. Tras su muerte, su hijo Brian Herbert escribió dos trilogías más, aunque no llegaron al nivel de la original.
No fue hasta 1968 que se publicó la tercera gran distopía literaria de la historia, la de Adolf Huxley. El genio de las letras nos plantea la siguiente cuestión: ¿qué pasaría en una sociedad en la que la pobreza o la guerra son conceptos pasados? Seguramente esa sociedad tendría una serie de carencias importantes.
En el caso que nos ocupa, esa sociedad distópica se encarga de erradicar cualquier atisbo de individualismo y creatividad. Un mundo feliz es una crítica feroz al sistema comunista que atenazaba Europa en aquella época.
Puede que el nombre de esta obra no os suene de nada, pero si os decimos que su adaptación cinematográfica se llama Blade Runner, puede que vayáis atando cabos. Esta es una novela de corte postapocalíptico que pone en duda el límite entre lo artificial y lo natural y aborda los problemas éticos sobre los androides.