La empresa ‘Canal Productions’ es una compañía cinematográfica con sede en Chicago, Illinois, fundada y creada con la visión de reunir una gran cantidad de talento y crear las mejores películas para su audiencia, a la vez que disfrutan con la diversión y la experiencia. Además, es una sociedad perteneciente al popular actor Robert de Niro.
Quizá te preguntes por qué te hablamos de esta empresa. Lo cierto es que, según hemos sabido recientemente, una empleada de la compañía habría sido despedida después de una supuesta malversación de fondos y de invertir su tiempo laboral en ver series de Netflix en bucle, entre la que se encontraba especialmente la tradicional comedia americana ‘Friends’.
Al parecer, la joven habría visto un total de 55 capítulos de esta sitcom en apenas cuatro días, todas ellas durante su horario laboral. Eso fue solo durante el mes de marzo. Al parecer también vio 10 episodios de ‘Schitt’s Creek’ y 20 capítulos de ‘Arrested Development’.
Así rezaría la querella que Chase Robinson, la empleada despedida y por tanto la persona denunciada, ha recibido de un tribunal de Nueva York. En este caso, de Niro actúa como demandante, en cuya denuncia ha presentado diferentes pruebas que demostrarían que la joven se hizo, en tan solo cuatro días laborales, un completísimo maratón de 55 episodios a través de su cuenta de Netflix.
Algo que, además, completaba y aderezaba con pedidos de comida a restaurantes de alto standing, y cuya factura, al final, terminaba pagando con la propia tarjeta de la compañía.
Al parecer, Robinson ganaba un salario anual de 300.000 dólares mientras trabajaba para Canal Productions, aunque “renunció abruptamente” a su puesto de trabajo por correo electrónico el 6 de abril de 2019. En su correo, “descartó” cualquier preocupación que la compañía tuviera sobre ella por “sabotaje corporativo”, e incluso solicitó escribir una recomendación a finales de junio, que el propio De Niro se negó a firmar.
Por desgracia, a pesar de ser una historia que casi podría resultar surrealista, la realidad es que ha terminado metiendo a Robinson en un verdadero problema. Y es que la joven afronta una demanda de nada más y nada menos que 6 millones de dólares por estos presuntos actos ilícitos, lo que equivaldría al cambio a unos 5.4 millones de euros.
Lo cierto es que este empleado no sería un trabajador cualquiera. Al parecer, Robinson fue contratado por primera vez como asistente de De Niro en el año 2008, para luego ser ascendido a “Vicepresidente de Producción y Finanzas”, con el fin de asegurarse de que Canal Productions no fuera utilizado por los empleados para su propio beneficio, o para gastos personales.
Por lo que Robinson habría sido acusada de abusar de su posición para usar, de manera inapropiada, “el fondo de su empleador para su beneficio personal”.
Respecto a la supuesta “malversación de fondos”, al parecer Robinson acumuló presuntamente enormes facturas en la tarjeta American Express de la compañía, realizó viajes personales y presentó información falsa con el objetivo de recibir el pago por 96 días de vacaciones que en teoría no utilizó, por las cuales recibió un total de 70.000 dólares.
En la demanda, que fue presentada el pasado 16 de agosto, se alega que el ex-empleado gastó en total 12.696,65 dólares de cargos no autorizados en el restaurante Paola’s en el transcurso de apenas dos años, un total de 8.923,20 dólares en Dean and Peluca y Whole Foods, y 32.000 dólares en vehículos de Ubers y taxis. Incluso llegó a gastarse 1.311,94 dólares en un arreglo floral para su cumpleaños.
Por tanto, como vemos, aunque en realidad muchos medios se hayan hecho eco de la parte en la que la compañía alega en la demanda que “holgazaneó durante las horas de trabajo” tras “pasar cantidades astronómicas de tiempo” viendo Netflix cuando se suponía que estaba trabajando, parece que el problema para Robinson es aún mayor (y muchísimo más grave, a tenor de la cantidad que solicita la compañía).
Concretamente, la compañía de De Niro busca no menos de 3 millones de dólares por su “deslealtad y violación de la doctrina del siervo infiel”, y no menos de 3 millones de dólares en daños y perjuicios por los “fondos y bienes malversados por la demandada durante su empleo”.