Seguro que más de una vez has escuchado alguna de estas expresiones argentinas, pero no tenías ni idea de cuál es su significado. Para que conozcas un poco más sobre las palabras que utilizan en este país tan diverso, te ofrecemos una selección de frases argentinas típicas y ejemplos prácticos.
Con estas frases podrías viajar a Buenas Aires y enterarte prácticamente de todo. No obstante, primero debemos hacer una importante aclaración: los argentinos no utilizan la palabra coger en el sentido de agarrar algo, sino que para ellos tiene connotaciones sexuales, así que no cometas el fallo de “coger el autobús”.
Los argentinos utilizan esta expresión constantemente, hasta el punto de que la frase se ha adoptado en otros países de habla hispana. Se divide en dos partes: el “che” se utiliza para llamar la atención del interlocutor, mientras que “boludo” es un insulto suavizado que puede utilizarse en un ambiente distendido.
“ Che, boludo, hacía tiempo que no te veía”.
En el país del fútbol y de Maradona no podía faltar una expresión argentina que hiciera referencia a este deporte. Durante el mundial del 94 en Estados Unidos, Maradona dio positivo en un control antidóping y tuvo que retirarse. Más tarde soltaría ante la prensa esta frase que hoy los argentinos utilizan para cualquier situación que les parece injusta.
“Me suspendieron el examen. Me cortaron las piernas”.
Una frase argentina de lo más extraña que tiene la siguiente explicación: la chancha hace referencia a una cerda, que rara vez llega a tener veinte crías a lo largo de su vida fértil. Por lo tanto, sería pedir demasiado. Se pueden añadir más elementos a la frase para expresar el carácter imposible de un deseo.
“Sos un boludo. Vos querés la chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos”.
Hay unas cuantas expresiones argentinas para poner excusas y una de las más populares y utilizadas es esta. La frase puede venir al dedillo cuando nos olvidamos completamente de algo y más tarde lo recordamos, o para despedir a alguien muy pesado cuando tenemos prisa.
“Tenía que hacer la tarea de clase pero me colgué”.
Esta expresión viene de perlas cuando alguien actúa como un aguafiestas, con una actitud serie impropia de la situación. En lugar de ser un aburrido, los argentinos dicen que alguien “se ha puesto la gorra”.
“¿Viste lo serio que está Victor? Ya se puso la gorra…”
Es curioso, porque en muchos países de habla hispana se hace referencia al gato cuando alguien busca un argumento inexistente o está siempre complicándose la vida. Es una de las expresiones más utilizadas, y es que los argentinos (dicen) que son gente complicada.
“Es más simple que todo eso, dejáte de buscar la quinta pata al gato”.
Cuando alguien está demasiado ocupado, no tiene mucha opción de utilizar las manos para otra cosa, de ahí esta típica frase argentina.
“No puedo más. Estoy hasta las manos en el laburo”.
Ahora bien, también hay otra acepción para esta expresión, y se utiliza cuando alguien está muy implicado en una situación.
“Estoy hasta las manos con esta mina, muy enamorado”.
La frase no significa dar con un vaso de tubo a alguien en la cabeza (sería demasiado explícito), sino que se refiere a llamar por teléfono o por Internet.
“Pegáme un tubazo cuando llegues a casa, así sabré que has llegado”.
Aunque no está claro el origen de esta frase (quizás hace referencia a algún santo) lo cierto es que cuando un argentino quiere hacer algo sin que nadie se entere, lo hace de Cayetano.
“Me fui de Cayetano porque no me quise despedir”.
Esta frase se emplea cuando uno está bien como está y no necesita nada más. Efectivamente, se refiere al famoso compositor de tangos.
“Traéme una cerveza y ya soy Gardel”.
Otra expresión argentina que hace referencia al fútbol. En este caso, se utiliza para referirse a alguien que está loco o actúa como si no estuviera demasiado cuerdo.
“Saltó del coche en marcha. Se ve que le faltan un par de jugadores en la cancha”.
Cuando se arma un buen lío podemos decir que se ha armado un quilombo. El término surge de las concentraciones de esclavos de color en lugares con fuentes de agua. Normalmente surgían altercados, dando lugar a esta expresión.
“Se armó un buen quilombo en el trabajo cuando el jefe le despidió”.
Cuando alguien pierde el control o actúa de manera muy efusiva, los argentinos señalan que “se le ha saltado la térmica”. Perder los papeles.
“Se le saltó la térmica a Diego e hizo el ridículo en el palco”.
En España utilizamos la expresión “tirar los trastos” cuando intentamos seducir a alguien de forma explícita. En Argentina la cosa no cambia demasiado.
“Tirále los galos a esa mina”.
Otra de las expresiones más curiosas, que define algo que está casi nuevo, que no ha sufrido un desgaste por el uso. No imaginamos por qué se hace referencia al taxi.
“Te dejo el móvil por 200 euros. Mirálo. Nunca taxi”.
Curiosamente, es el equivalente de “lárgate” o “véte”, en el sentido más imperativo.
“No te quiero ver más, tomátelas”.
Ahora vamos con esas expresiones que nos pueden resultar más chocantes. Las tres primeras hacen referencia al pedo, aunque no de la forma en que crees. Las otras tres son bastante ordinarias, pero en todos los dialectos tenemos frases así.
La primera de estas frases argentinas graciosas es para especificar cuándo algo es en vano o no ha servido de nada.
“Hice el examen al pedo”
Dependiendo de la preposición que le pongamos al “pedo”, la expresión cambia completamente de significado. En esta ocasión, sirve para definir una casualidad.
“Me aprobaron de pedo”.
Como podréis imaginar, esta frase es el equivalente a “de ninguna de las maneras”.
“Ni en pedo pensé que el profesor tendría piedad de mí”.
Esta expresión no es exclusiva de los argentinos, ya que se utiliza en otros países latinoamericanos, sin embargo la hacen servir para expresar enojo, enfado o sorpresa.
“La concha de la lora, qué calor hace aquí”.
Una de las expresiones argentinas más desagradables que, como en muchos otros casos, hace referencia al trasero. “La loma del orto” expresa una distancia muy lejana, aunque también podemos encontrar la versión suavizada “la loma del culo”.
“Me fui hasta la loma del orto para evitar pasar por un atasco”.
Esta frase tan malsonante la escucharás de un argentino cuando esté harto. Con lo aprendido hasta ahora, podemos formar la siguiente frase;
“No me rompas más las bolas y largáte. Tomátelas hasta la loma del orto”.
Finalmente, os dejamos con algunas palabras que, si bien por sí solas no forman una expresión típica compuesta, se utilizan asiduamente.
Forma coloquial de llamar a una mujer, normalmente joven.
“¡Fijáte en esa mina! Que bella és”.
El “laburo” es el trabajo y, como has adivinado, su verbo es “laburar”.
“Llego tarde al laburo, me colgué”.
Como hemos señalado antes, quiere decir mantener relaciones sexuales con alguien. Por eso un latinoamericano se puede sorprender mucho cuando en España lo cogemos todo.
Forma coloquial de llamar a un hombre, igual que “che”.
“Ese pibe es amigo mío”.
Si vas por Argentina, puede que te muevas en “bondi”, una palabra que se utiliza para definir a la línea de autobuses.
“Tenés que agarrar el bondi hasta la línea 6, que a pie está en la loma del culo”.
“Changa” quiere decir un trabajo temporal, como un empleo por horas o un arreglo a un conocido.
“Le hice una changa al repararle el fregadero, pero no le cobré nada al pibe”.
Aunque dependiendo del contexto también se refiere a la salida de agua, un “chorro” es una forma coloquial de llamar a un ladrón.
“Un chorro entró en casa y se llevó mis joyas. ¡La concha de la lora!”.
Una expresión bastante ordinaria, aunque muy utilizada, para definir peyorativamente a alguien aburrido.
“Se puso la gorra y no abrió la boca en todo el rato. Menudo embole”.
Gobello, J. (1999) Nuevo Diccionario de Lunfardo. Buenos Aires, Argentina.
Diccionario de Academia Argentina de Letras.