Nuestros perfiles en redes sociales revelan más de lo que pensamos, incluso hay quien afirma que es posible saber cómo eres según la foto de perfil. Muchas veces esa foto muestra también el tipo de contenido que nos vamos a encontrar en su timeline y álbumes de fotos, e incluso algunos rasgos de su personalidad. Pese a que en la actualidad la apariencia es más importante que la verdad y reina el puro postureo, la verdad siempre sale a la luz, incluso en las redes.
Estos rasgos característicos valen para cualquier red social, aunque en los perfiles de Twitter los usuarios se suelen esconder tras un seudónimo. Por norma general, en Linkedin se sube una foto más seria y profesional.
Esta foto de perfil, un simple selfie frente al espejo, muestra que eres una persona transparente y abierta a los demás, a menos que tengas el flash de la cámara en la cara (en cuyo caso tus intenciones de ocultar el rostro son claras). Este tipo de personas no se esfuerzan demasiado en las fotos de sus redes sociales, por lo que no esperes encontrar fotografías de calidad en su perfil.
Da igual que esa persona haya superado la treintena, su foto de perfil muestra que es una persona joven por dentro. Haciendo una locura o gestos raros, algunos lo verán como un síntoma de inmadurez. En cualquier caso, le importa un bledo lo que los demás piensen de él o ella, y es que su objetivo en la vida es vivir el mayor número de experiencias posibles en compañía de los suyos.
Prefiere poner una frase (filosófica o romántica) en lugar de una foto. Esto puede significar dos cosas. Puede ser que esa persona tenga un complejo físico enorme y no se sienta bien con su apariencia, por lo que tampoco entrarás una foto de él o ella entre sus álbumes. La segunda opción es que sea uno de esos usuarios que aprovecha las redes sociales para debatir sobre casi cualquier tema y se considera intelectualmente superior al resto. La imagen es lo menos importante, lo que realmente vale es el mensaje que transmites.
La apariencia física juega un papel esencial en la vida de esta persona. Suele acudir al gimnasio, por lo que sube selfies haciendo ejercicio con mucha frecuencia. También suelen ser personas que cuidan su dieta, así que cada dos por tres verás recetas sanas y otros trucos de alimentación en su perfil. Si enseña demasiado (como un hombre en ropa interior frente al espejo) puede que quiera utilizar las redes sociales para conseguir citas. No hay nada de malo en ello, siempre que no se convierta en un trastorno casi compulsivo.
No verás en su perfil una foto de él o ella si no es acompañado de sus hijos o hijas. Le otorga un valor primordial a su familia, en especial a su círculo más cercano. Es una persona cariñosa y abierta, aunque si no te interesa la vida de sus hijos debes saber que no encontrarás contenido de otro tipo en su perfil.
El usuario se concibe como la parte de un todo, un integrante de un grupo mayor de amigos o familiares. Los que no le conocen suelen tener problemas para identificar quién es de todos ellos o ellas, y es que su perfil es más bien el de todos. Cuelga las actividades del fin de semana y siempre sale acompañado. Busca satisfacer la necesidad de pertenencia a un grupo a toda costa, por lo que vela por la integridad de sus relaciones de amistad.
Sus fotos de perfil suelen estar acompañadas de un mensaje reivindicativo o un símbolo político. Es una persona de carácter fuerte que no dudará en defender sus ideales por poco que alguien los ponga en entredicho. Cuelga fotos de manifestaciones y comparte artículos afines a su misma ideología política (con su correspondiente reflexión). Aunque también tiene sus momentos, no es posible establecer una conversación con él o ella sin que la cosa derive a una tertulia.
El típico usuario nostálgico que piensa que cualquier tiempo pasado fue mejor. Son personas naturales, quizás con un ligero aire de inmadurez, aunque sus conversaciones suelen derivar a momentos de la infancia o adolescencia que quiere recordar constantemente. Se encuentra inmerso o inmersa, por lo tanto, en una búsqueda de identidad. Cuidado con esta persona porque recuperará fotos que creías enterradas para siempre.
No concibe Facebook o Instagram como una red social, sino como una red profesional. Establece algunos lazos con sus compañeros de trabajo pero nunca comenta algo que tenga un atisbo de informalidad. Se preocupa mucho por su imagen y no suele mostrar su estado de ánimo. Estas personas deberían saber que existe una red llamada Linkedin que se ajustaría mejor a sus necesidades.
Le otorga un valor casi nulo a las redes sociales, por lo que ni se molesta en poner una foto de perfil. Esto se puede deber a dos cosas. O bien está en contra (por el motivo que sea) de la filosofía de las redes sociales, o bien tiene una vida social muy pobre y no sabe cómo ampliarla. La tercera opción es que se trate de alguien mayor que no sabe utilizar la plataforma.