Döstädning: el ritual de limpieza que hay que hacer antes de morir

La escritora Margareta Magnusson nos dice, en su libro sobre el ritual de la limpieza de la muerte sueca, que nos debemos liberar de lo material antes de morir.

Lo peor de la muerte de un ser querido no es el momento de su muerte, por traumático que sea, sino el largo y arduo proceso de aceptación. Tras el suceso, todo lo que nos rodea nos recuerda a esa persona y debemos aceptar que ya no está ahí, por mucho que su recuerdo siga presente. Los países escandinavos siempre nos sorprenden con palabras que hacen referencia a estos sentimientos. Un nuevo término sueco define un método para resolver ese proceso. Se trata del Döstädning, el ritual de limpieza de la muerte que todo el mundo debería llevar a cabo.

Este nuevo vocablo impronunciable está acuñado por la escritora Margareta Magnusson, que nos indica lo que debemos hacer para hacer más llevadera nuestra muerte a los seres queridos que nos rodean. Para más información, la obra se titula The Gentle Art of Swedish Death Cleaning: How to Free Yourself and Your Family from a Lifetime of Clutter.

Aunque se trata de un acto orientado a nuestros seres queridos, también nos beneficiará a nosotros para el resto de nuestras vidas. No solo se trata de afrontar la muerte, sino de hacer más llevadero el envejecimiento. Este complejo método nos propone deshacernos de lo material para ser felices, aunque sigue una serie de pautas que exponemos a continuación.

Las claves del Döstädning

Para aquellos que aún no entiendan de qué se trata del Döstädning, que se traduce como “limpieza de la muerte” en castellano, se podría definir como un proceso por el cual una persona se deshace de sus bienes materiales para que sus familiares y amigos no se vean abrumados por la pena en el momento de su muerte.

1. ¿A quién va dirigido?

Aunque suele estar orientado a personas mayores de 50 años, es recomendable para cualquier persona en edad adulta por los beneficios que aporta a nivel espiritual y psicológico. Nos ayuda a entender que la felicidad no está ligada a un bien material o un objeto en cuestión, algo difícil de concebir en una sociedad marcadamente consumista.

2.  Un proceso largo

Se trata de un proceso que  puede durar años, por lo que es recomendable hacerlo pausadamente mientras vamos envejeciendo, entendiendo la fragilidad de la vida y lo que nos aporta deshacernos de los bienes materiales. A diferencia de otros métodos que han propuesto algunos autores, no se trata de tirarlo todo de una tacada. 

3. Un proceso agradable

A pesar de que liberarte de todos tus bienes antes de la muerte pueda parecer algo macabro, lo más importante es que el proceso sea agradable y gratificante. Necesitamos pasar el resto de nuestra vida  libres de ataduras materiales y aportando nuestro granito de arena para frenar el consumismo.  

7 pasos básicos del Döstädning

Para llevar a cabo este ritual sueco de una manera gratificante y agradable, se recomienda seguir estos pasos básicos. Algunos de ellos son esenciales para avanzar en el proceso.

1. Verbaliza tus intenciones

Según Magnusson, es de vital importancia que declaremos nuestras intenciones. Le diremos a nuestros familiares y amigos que empezamos este proceso personal.

2. Haz categorías

Podemos empezar  separando los objetos por categorías, y centrarnos en una de ella cada vez. Es importante empezar por pilas de objetos que no sean demasiado personales (como fotografías o cartas), ya que de lo contrario no podremos avanzar. Una buena manera de empezar el ritual es con la ropa, deshaciéndote de aquella que sabes que no te vas a poner más o que ya no te queda bien.

Autora y portada del libro.
Autora y portada del libro. | Imagen de: Goteborgs Posten.

 

3. Haz dos montones

En cada categoría, separamos aquellos objetos que queremos y los que no. Poco a poco el segundo montón irá creciendo y te darás cuenta de que las emociones y los recuerdos no están ligados a lo material.

4. Regala lo que no quieras

Antes de deshacernos de un objeto, debemos permitirnos un momento de reflexión para evocar los recuerdos que ese objeto nos trae, tanto buenos como malos. ¿Será agradable para los demás verlo cuando ya no estemos? Muchos de esos objetos pueden ser de ayuda para otras personas, así que regálalos a familiares y amigos si lo necesitan. Lo que no quieran, lo puedes donar a ONGs.

5. Deshazte de tus secretos

Sobre aquellas cosas que pueden revelar secretos que no quieres que salgan a la luz o que podrían herir los sentimientos de tus allegados, la autora recomienda deshacernos de ellas de inmediato.

6. Date una recompensa

Después de deshacernos de algo, nos podemos permitir un capricho a modo de recompensa. Obviamente, no se trata de volver a comprar, sino de regalarnos alguna experiencia como ir al cine, una manicura o un pequeño viaje.

7. El último paso

El objetivo final del Döstädning es entender que, cuando muramos,  nada de lo que compramos y acumulamos en casa se irá con nosotros. De esta manera no solo evitamos ser víctimas del consumismo, sino que entendemos los beneficios de compartir lo nuestro con los demás y ayudar al medio ambiente. Da igual cuantas veces lleves a cabo este ritual a lo largo de tu vida, larga y fructífecera, porque siempre será un proceso reconfortante y beneficioso.