Los 4 tipos de acoso sexual y cómo combatirlos

Aclaramos el concepto de acoso sexual, identificamos los tipos de acoso que existen en la sociedad y ofrecemos una pequeña guía de cómo combatirlo.

El rol de la mujer en la sociedad está cambiando. Términos como el acoso sexual se ponen de relevancia para que este tipo de agresiones no  queden impunes ante la justicia. A continuación analizamos en qué consiste, qué tipos hay y cómo erradicar este tipo de conductas.

Esta es una guía fácil para identificar y atajar conductas sexistas.

¿Qué es el acoso sexual?

Aunque es un término mucho más amplio, el acoso sexual consiste en la intimidación o el acoso de índole sexual, ya sea físico o verbal.

La directiva del Parlamento Europeo lo define de la siguiente manera:

“La situación en que se produce cualquier comportamiento verbal, no verbal o físico no deseado de índole sexual con el propósito o el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, hostil, degradante, humillante u ofensivo”.

Prueba de la relevancia que ha adquirido en los últimos tiempos (y de la desprotección de la mujer en otras épocas) es que el término se utilizó por primera vez en un informe de 1973, tras la discusión de un grupo de mujeres del Instituto Tecnológico de Massachussets.

La polémica: ¿Afecta más a hombres o a mujeres?

No podemos obviar que existe el acoso sexual hacia los hombres (independientemente de su género o orientación), y sería una absurdidad negarlo. Ahora bien, la inmensa mayoría de denuncias por acoso sexual son hechas por mujeres y, lo que es más preocupante, solo el 20% de las mujeres que ha sufrido algún tipo de acoso denuncia los hechos.

Únicamente el 3% de denuncias son de hombres.

Puede que el miedo o la vergüenza a relatar lo ocurrido haga que este último porcentaje sea más bajo, pero en ningún caso superaría al número de denuncias hechas por mujeres.

Tipos de acoso sexual

Echamos ahora un vistazo a los tipos de acoso sexual que existen en la sociedad, según el ámbito en el que se produzcan.

1. Acoso laboral

Es el acoso de carácter sexual más habitual. La mayoría de casos se dan por situaciones de quid pro quo, es decir, cuando un hombre ejerce un abuso de poder o autoridad sobre una compañera de trabajo. A menudo, los abusos están acompañados de amenazas a la víctima, señalando que, en caso de que lo cuenten, se quedarán sin trabajo o sufrirán algún tipo de consecuencia laboral.

2. Acoso escolar

Ahora bien, el acoso escolar no se limita a la mayoría de edad y también se produce en el ámbito escolar. Es lo que sucede cuando un alumno (o un responsable del centro) se extralimita con comentarios o tocamientos. Esto se puede producir por varias razones:

  • El alumno no concibe a las mujeres como iguales (no está educado en la igualdad de género).

  • El alumno no sabe cuáles son los límites porque carece de figuras de autoridad.

  • El alumno quiere ejercer su autoridad respecto a otra compañera, y lo hace a través de conductas sexistas.

En el siguiente enlace dejamos algunos detalles de cómo actuar si nos enfrentamos a un caso de acoso escolar.

3. Acoso callejero

Otro tipo de acoso muy frecuente que hasta hace bien poco era considerado “normal” por gran parte de la sociedad. Sin embargo, el acoso callejero es una conducta sexista que pone en peligro la integridad de la mujer.

Muchos hombres se sienten en la libertad de piropear o acosar a una mujer en plena calle, aunque su conducta incomode a la víctima. Algunos de los calificativos más habituales son “nena”, “tía buena” o “muñeca”, aunque como podemos ver en este vídeo que ha cosechado más de 47 millones de reproducciones, el acoso callejero toma muchas formas.

4. Acoso sentimental

El último pero no menos importante tipo de acoso sexual es el que se produce en una relación de pareja. No podemos olvidar que cualquier interacción sexual no consentida sigue siendo acoso, aunque la víctima no haya expresado que la situación le incomoda. Es cuando entran en juego aspectos como el chantaje o la intimidación.

Consecuencias del acoso sexual

Las consecuencias de los abusos sexuales son muy diversas y pueden derivar en trastornos físicos o psicológicos. Entre ellos, destacamos la ansiedad, la depresión, los dolores psicosomáticos, los trastornos del sueño o la baja autoestima.

Por otra parte, el acoso de carácter sexual suele acarrear una serie de consecuencias en el ámbito de la víctima (laboral, escolar o sentimental), ya que con frecuencia se enfrenta a graves represalias. En este sentido, la víctima siente una angustiosa sensación de indefensión o impotencia.

¿Cómo acabar con él?

A fin de revertir estas situaciones o de atajarlas, os demos con una serie de consejos para la víctimas de acoso sexual. Remarcamos que cada persona es diferente y reaccionará de distinta manera a una situación de abuso, así que estos consejos son solo orientativos.

1. No estás sola

Estudios psicológicos demuestran que las víctimas que verbalizan su caso con alguien de confianza (no hace falta que sea un profesional), enfrentan la situación con mayor entereza o positividad. Existen grupos de personas que han pasado por tu misma situación, así que comparte la experiencia con los demás.

2. No es tu culpa

Muchas víctimas se sienten avergonzadas o se culpabilizan de lo sucedido. Esa es una tendencia que, por fortuna, se está revirtiendo.

3. Actúa

Lejos de acabar con el problema, evitar la situación de abuso puede hacer que el acoso persista o empeore. Eso no significa que las víctimas tengan la obligación de enfrentar de forma física o verbal al acosador, sino que deben poner el caso en manos de las autoridades correspondientes.

4. Educa en la igualdad de género

Erradicar el acoso sexual pasa por ofrecer a las nuevas generaciones (y a las viajes) una educación basada en la igualdad de género y el respeto.

Por desgracia, muchas culturas siguen inmersas en un sistema patriarcal que fomenta o justifica las conductas sexistas. La mujer es considerada culpable de “provocar” al hombre y establece una serie de normas abusivas. La educación es fundamental para que eso no suceda, y la responsabilidad es de todos.

Para finalizar, ajuntamos el manual de prevención contra el acoso sexual y por razón de sexo.