El siglo XXI nos ha traído nuevas formas de expresión cultural, aunque algunas de ellas no están del todo claras o no son comprendidas por las generaciones anteriores. Para que no andes tan perdido, te explicamos cómo son los hipsters, qué vestimenta usan y qué música escuchan. Entenderás de una vez por todas las características de esta subcultura contemporánea que está en boca de todos.
En términos muy generales, un hipster rechaza frontalmente los convencionalismos y las modas en la cultura comercial predominante, también conocida como mainstream. En cierto modo, ser hipster es pertenecer a un movimiento contracultural, aunque con frecuencia el término ha sido asociado a seguir la moda vintage. También abordaremos este tema.
La palabra hipster tiene su origen en la década de los cuarenta, lo que resulta bastante sorprendente. En esos años, los músicos de jazz utilizaban el término “hip” para definir a las personas que conocían la cultura musical afroamericana y principalmente el jazz. Con la llegada del nuevo milenio, la palabra evolucionó a “hipster” y en la actualidad sirve para definir al seguidor de lo alternativo.
A pesar de que un hipster construye su propia identidad siguiendo sus propios criterios culturales, esta tribu urbana ha acabado por aunar una serie de características comunes. Por lo tanto, se da la siguiente contradicción: ser hipster se ha vuelto una moda e implica pertenecer a la cultura mainstream.
Muchos señalan que esta subcultura deriva de anteriores tribus urbanas como los emos o los indie. Lo único seguro es que alcanzó su auge en 2010 y desde entonces se ha ido diluyendo progresivamente.
Por lo general, podemos distinguir un hipster según su vestimenta, aunque estos rasgos no dejan de ser un cliché de una subcultura que ha degenerado progresivamente.
En efecto. La barba es uno de los rasgos más característicos de la moda hispter. Lo ideal es llevar una barba larga y cuidada, en contraposición al modelo de belleza masculino que defiende que el hombre debe estar afeitado y aseado. Paradójicamente, las grandes marcas de moda han acabado por buscar modelos con una estética hipster.
En cuanto a su vestimenta, se definen por vestir moda vintage, con prendas de tonos apagados y otoñales, pantalones estrechos de pinza (o tejanos pitillo en su defecto) y zapatos de tipo Oxford. Algunas veces sin inclinan por camisas de cuadros abrochadas hasta el cuello o jerséis de tonalidades marrones o verdes. La cuestión es adoptar la apariencia de alguien de los años sesenta.
Este se ha convertido en otro de los tópicos de la moda hipster, aunque suele cumplirse en la mayoría de casos. Las gafas han dejado de ser una necesidad para convertirse en un complemento y muchos las llevan por moda, aunque no estén graduadas o no protejan del sol. Suelen ser de pasta doble, cuánto más doble, mejor.
Da igual la época del año que sea, un hipster se caracteriza por llevar pañuelo palestino o bufanda doble de colores otoñales.
En términos generales, escuchan grupos que no pertenecen a la cultura mainstream y que poca gente conoce.
La música indie puede entenderse como música independiente, que no pertenece a un sello discográfico multinacional o que está autoproducida. Este hecho se ajusta a la perfección a la filosofía hipster.
La música indie se puede dividir en muchos géneros, ya sea indie pop, indie folk e incluso música electrónica. La cuestión es que sea poco conocida por el gran público o sea un artista revelación en festivales como el Primavera Sound. Destacan bandas como TV on the Radio, Arcade Fire o Tame Impala.
La palabra “alternativo” es otro de los términos clave en la cultura hipster. El rock alternativo pertenece a la cultura underground y no representa un estilo concreto de hacer rock, sino la búsqueda de una fórmula propia que te diferencie del resto. Algunos grupos que podemos citar son Sonic Youth o The Black Keys, aunque este último ha ganado una gran popularidad.
Cualquier tipo de música que aún no haya sido explotada por el gran público es bienvenida. A menudo, los hipsters buscan bandas noveles para destacar su espontaneidad y su espíritu auténtico. También idolatran otros géneros poco explotados en el mainstream como el noise o el surf rock.
Un claro ejemplo de hipster en estado puro es Bon Iver. Este cantautor se retiró al bosque para no ser molestado y no recibir influencias externas. Ahí construyó su estudio de grabación y creó melodías como esta.
Esta subcultura urbana también se puede identificar por las siguientes características.