Es posible que este redactor en alguna ocasión haya pecado de anticipador con respecto al consabido efecto nostalgia en el ámbito audiovisual. Netflix siempre será más de los 80 que de los 90, es un hecho innegable en las producciones de su inmenso catálogo.
‘Cristal Oscuro: La Era de la Resistencia’ es un proyecto muy complejo, que ha llevado al gigante del streaming de la N roja a intentar superarse a sí misma, y es que no es moco de pavo intentar igualar al clásico del 82, a su imaginería, su aspecto de fantasía y el artesanal trabajo con las muñecas.
La serie ya está disponible desde el pasado 30 de agosto y con este épico adelanto, les invitamos a que se sumerjan en este producto de magia, nostalgia y ya de paso revisionar el poso de Jim Henson, auténtico artífice, aunque finado, de este mundo.
¿Cuál será la historia de la resistencia?
Como comentamos en su momento en un primer abordaje de la serie de Netflix, en el mundo de Thra conviven dos especies antagónicas que conviven a la fuerza, los Gelfling y los Skeksis, que se hallan inmersos en un pulso constante de ver quién domina al otro.
Tres de los primeros descubrirán que el tirano emperador de los Skeksis posee un terrible secreto que podría suponer el fin del equilibrio tan esperado para ambas especies. El cristal oscuro, una terrible gema capaz de corromperlo todo y que amenaza con terminar con aquel que intente manipularlo.
Producto nostálgicamente digitalizado
El equipo de Jeffrey Addiss, Will Matthews y Louis Leterrier, han conseguido aunar la acción de las artesanales marionetas de Henson para insertarlas dentro de un aspecto digital, que consigue equilibrar a la perfección las técnicas más tradicionales con las de la tecnología actual.
Supone un logro enorme, tratar de superar el reto de la hora y media del film del 82, construyendo una precuela en formato de serie. Un total de 9 guionistas, de los cuales tres son el equipo productor del proyecto, son los que han traído toda la esencia de ‘Cristal Oscuro’ al siglo XXI, y sus primeras críticas han resultado especialmente positivas hacia un producto, que podía haber quedado en un mero pastiche.
Y es que aunque muchos de ustedes no lo crean, esta producción de Netflix, es solo la punta del iceberg de todo un merchandising que se ha ido desarrollando progresivamente desde la década de los 80, que incluye, bandas sonoras, cómics y libros. Vamos, casi nada.