Una de las mejores cosas que puedes hacer en pleno invierno es acudir a una estación de esquí y disfrutar de un día en la nieve. ¿No sabes utilizar unos esquís? Te presentamos diez consejos para esquiar por primera vez, unos pasos sencillos para que no estés constantemente en el suelo. Eso sí, debes saber que la práctica hace al maestro y que es posible que necesitas unas cuantas sesiones para aprender a manejar unos esquís como Dios manda.
Lo primero que debes tener en cuenta es que aún no eres un profesional de la nieve, y por lo tanto deberás utilizar pistas adecuadas para tu nivel, señalizadas con color verde. Nunca te salgas de los límites marcados a menos que vayas acompañado o acompañada de un guía, ya que te podrías perder o sufrir una caída en plena montaña.
Estos son los diez mejores consejos que te podemos ofrecer si eres nuevo en esto de esquiar. No te preocupes si no te sale a la primera, poco a poco le irás cogiendo el tranquillo.
El esquí es un deporte exigente y tras una jornada en la nieve notarás que tus piernas están cansadas. Es preferible ir a esquiar en buena forma, y una excelente manera de prepararte es hacer sentadillas durante los días previos. Repite el mismo ejercicio en tres series de 12 repeticiones, añadiendo peso gradualmente. De esta manera prepararás la parte del cuerpo que más sufrirá durante el ejercicio: el tendón rotuliano (justo debajo de la rodilla).
Prefieres ir a la última moda y que todo el mundo vea tu modelito, aunque en esta ocasión deberás dejar que sea un experto el que elija tu outfit. A diferencia de lo que muchos piensan, la ropa de esquí no es excesivamente cara. Además, tampoco tenemos porqué equiparnos como un campeón o campeona olímpica el primer día que acudimos a la nieve. Deja que los profesionales de la estación te asesoren en tu primera vez.
Es tu primer día de esquí, así que te vas a caer no una sino muchas veces. Piensa que los principiantes no suelen alcanzar grandes velocidades, así que si caes en la nieve lo peor que te puede pasar es que acabes con el culo mojado. Ríete de tu torpeza y a media tarde verás cómo vas controlando la aceleración y la frenada. En unos pocos días irás perdiendo la sensación de inseguridad.
Uno de los trucos que pocos esquiadores novatos conocen. Las botas deben ir ajustadas al pie, de tal forma que el tobillo y la parte superior se ajusten al equipo. Sin embargo, no caigas en el error de apretar demasiado los ganchos o no te sentirás cómodo o cómoda sobre los esquís. Poco a poco irás regulando el ajuste que necesitas.
Piensa que no estás solo o sola en la pista. Lo primero que debes hacer es mirar siempre al frente para no llevarte a nadie por delante. Si te caes en mitad de la pista, procura hacerlo en un lugar poco transitado o hazte a un lado para no entorpecer a los demás esquiadores. Antes de entrar en materia, echa un ojo a las normas de seguridad y sigue siempre las indicaciones de los profesionales de la estación.
Antes de deslizarte sobre la nieve como un profesional debes aprender a caminar y a sentirte cómodo con el equipo. No te preocupes si para aprender a caminar compartes pista con niños de cinco años (verás que algunos de ellos se mueven como esquiadores de élite), porque todos han pasado exactamente por lo mismo. Siendo la primera vez, elige las pistas fáciles y cuenta siempre que puedas con el apoyo de un profesional.
Si quieres evitar lesiones y malos hábitos al esquiar, lo mejor que puedes hacer es contar con los servicios de un profesor. Él o ella corregirán tu postura y te ayudarán a dar tus primeros pasos por pistas de color verde. Con paciencia y perseverancia conseguirás deslizarte como un profesional.
Uno de los errores más comunes de los esquiadores novatos es pensar que en la nieve no les va a molestar el sol. Justo al contrario. Protégete de la intensa radiación con crema o loción de factor elevado, en especial aquellas zonas que queden expuestas a los rayos solares, como la cara e incluso el cuero cabelludo. También es importante mantener una buena hidratación durante toda la jornada, especialmente si vas con niños.
Si has conseguido mantenerte estable sobre los esquís es hora de dar el siguiente paso. Hacer cuña con los esquís, moviendo la parte delantera hacia el centro, es sumamente importante para frenar cuando pierdas el control. Este movimiento te ayudará a mantener el equilibro en todo momento.
El auténtico objetivo de un día en la nieve es disfrutar de la montaña, respirar aire puro y estar en compañía de los tuyos. Elige un día soleado y toma todas las fotos que te apetezcan, incluso aquellas en las que sales cayendo al suelo. En las estaciones de esquí hay muchas más actividades por hacer y suelen tener una oferta gastronómica muy buena. Es lo que se conoce como après ski, toda una experiencia que no te puedes perder.