El demandante del ganador de dos Oscars, Kevin Spacey (‘American Beauty’, ‘Cadena de favores’, ‘Sospechosos habituales’) no consigue encontrar el móvil donde se hallarían las pruebas que resultarían determinantes para encontrar culpable al actor de una acusación por agresión sexual.
Este sería el lugar donde se habría producido la presunta agresión sexual: Spacey habría “frotado los genitales” del hombre que lo acusa por el susodicho acto. En respuesta, los abogados del intérprete, interpelaron a la acusación para que presentaran el dispositivo móvil en el que se encontrarían todas las evidencias que, en principio, respaldarían esta acusación contra el actor.
Esto tendría todo el sentido del mundo, dado que el demandante habría alegado que había grabado vídeos y que tendría fotografías sobre este hecho, diciendo además que Spacey estaba bebido por lo que el actor no hizo nada para evitar que este lo hiciera.
El juez a la hora de pedir que se presentarán las pruebas se ha visto realmente sorprendido al declarar el demandante que no consigue hallar su teléfono móvil, que lo ha buscado por todas partes, pero que no consigue dar con él. Suceso y excusa harta extraña, debido a la contundencia y a lo explícito que señalaba los acontecimientos del 2016 en el Club Car de Nantucket.
Ante este giro inesperado de acontecimientos y siendo ante todo el móvil la única prueba que podría inculpar a Spacey, el juez ha dado al demandante hasta el 8 de julio para hallar el móvil. De lo contrario, será el propio demandante el que tendrá que explicar por qué no ha sido capaz de presentar el móvil. Dado que esto podría incurrir en una denuncia falsa por agresión sexual.
Y es que últimamente no está siendo el mejor momento para el actor, que ya desde octubre del 2017 por la declaración del actor, Anthony Rapp, el cual acusaba a Spacey de haber abusado de él en una fiesta cuando tenía 14 años de edad, ha supuesto solo la punta de un enorme iceberg de acusaciones similares contra el actor.
En el caso de Rapp, el intérprete alegó que había bebido demasiado y que no recordaba nada de lo sucedido, pero que sucediera lo que sucediese, pidió disculpas a Rapp. Una semana antes, Spacey había confesado públicamente que era homosexual.
La acusación de Rapp, llevó a que Netflix tomara cartas en el asunto, decidieron matar a Frank Underwood, protagonista de la serie ‘House of Cards’, al que interpretaba Spacey y de la que era productor ejecutivo. Desde entonces la carrera profesional del intérprete se ha visto tremendamente sacudida por más acusaciones y nuevos pleitos, lo que lo ha llevado a ser marcado de paria en la industria.
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