La mente humana es capaz de gestionar una cantidad enorme de información, pero tiene sus limitaciones. El pensamiento lateral es un término que se utiliza habitualmente para resolver de una forma creativa cualquier situación, pero pocos lo ponen en práctica. Para mejorar nuestra capacidad creativa, hemos querido dar una respuesta a cuestiones como qué es el pensamiento lateral y en qué se diferencia de la forma de pensar tradicional.
ÍNDICE
1. ¿Qué es el pensamiento lateral?
2. Diferencias entre pensamiento lateral y vertical
3. Técnicas para el pensamiento lateral
Necesitamos nuevos métodos que nos permitan resolver los problemas, no solo una sucesión de ideas de forma lógica. La base del pensamiento lateral es romper los esquemas, literalmente, y tener en cuenta cualquier enfoque posible. Esto no solo nos permite obtener diferentes puntos de vista, sino ejercitar y mejorar nuestra capacidad creativa.
Por lo tanto, esta actitud rechaza frontalmente los dogmas. En otras palabras: para ir al punto B no hay un único camino (de A a C), sino que podemos llegar al mismo punto de otras maneras, si lo miramos todo desde otra perspectiva. Esta idea parece muy abstracta, pero es posible entenderlo si lo comparamos con el pensamiento tradicional y exponemos algunos ejemplos.
El concepto fue creado en 1967 por el psicólogo maltés Edward De Bono en su libro El uso del pensamiento lateral. De Bono también acuñó el término pensamiento vertical como el método que se utiliza habitualmente para resolver problemas. De Bono amplió estos conceptos en libros posteriores como Seis sombreros para pensar (1985).
El pensamiento lateral se puede aplicar para los siguientes fines:
Edward De Bono define la diferencia entre ambos pensamientos de una forma muy clara: “El pensamiento vertical se basa en la secuencia de ideas; el pensamiento lateral puede efectuar saltos”. Para tener una idea aún más clara de estos dos modos de pensar, desgranamos sus principales diferencias.
El pensamiento vertical se caracteriza por lo siguiente:
Por el contrario, el pensamiento lateral presenta las siguientes características.
Podemos comprender estos puntos a través de la siguiente imagen:
Como hemos podido ver, el pensamiento vertical es siempre el camino más lógico, y por lo tanto, el que siempre hemos utilizado (o nos han enseñado en las etapas educativas) para hallar una respuesta. Sin embargo, no es siempre el más acertado. La aplicación del pensamiento lateral o creativo puede ser una vía igual de efectiva y rápida para cualquier problemática.
Por otro lado, Edward De Bono asegura que ambos son complementarios. Eso quiere decir que, para buscar una nueva idea, resolver un problema o hallar una solución, podemos utilizar los dos métodos. La lógica y la creatividad pueden ir de la mano.
No estamos acostumbrados a poner en práctica el pensamiento lateral. Por ese motivo, el autor propone una serie de técnicas y ejercicios para desarrollar nuestra capacidad creativa.
En lugar de “técnicas”, utilizaremos el término propuesto por Edward De Bono: operación provocativa o provocación, abreviada como “Po”. Cuando queremos encontrar una solución, nos basamos en experiencias previas, patrones establecidos o métodos que nos han resultado útiles. La provocación introduce pensamientos que, a priori, nos pueden parecer ilógicos. Aquí algunos ejemplos:
Consiste en elaborar una cadena de palabras aleatorias en la que cada nueva palabra está relacionada con la anterior. Nuestro cerebro se encargará de asociar esa palabra aleatoria con el problema que nos ocupa. De esta manera, llegaremos a encontrar una posible vía para resolver el problema. A veces, un suceso casual nos abre los ojos acerca de asuntos muy distintos. ¡Eureka!
Examinar el objeto involucrado en el problema y eliminar una característica importante del mismo. Otra vía de escape puede ser descartar un razonamiento que siempre se da por supuesto. Por ejemplo, todos damos por sentado que un ratón de ordenador se utiliza con la mano, pero si descartamos ese supuesto, podemos dar con una solución creativa para que un discapacitado visual pueda navegar por Internet.
Esta provocación consiste en exagerar o distorsionar un aspecto del problema (algunos se refieren a esto como “entidad del entorno”). Esto nos obligará a buscar caminos alternativos que nos pueden llevar a soluciones creativas.
El método de la inversión nos obliga a darle la vuelta a nuestro problema, ir en dirección contraria para hallar la solución. Pongamos por ejemplo que queremos mejorar las ventas de un producto. Invertimos el problema suponiendo que la empresa debe comprar el producto a los clientes. A partir de ahí, podemos pensar en los motivos que llevarían a la empresa a comprar el producto.
La analogía o comparación tiene por objetivo alejarse de los estereotipos, buscar las similitudes entre dos conceptos o ideas y ver cómo podemos beneficiarnos de esa comparación. Puede que al principio las analogías sean confusas o carezcan de sentido, pero pueden llevarnos a soluciones de lo más creativas.
La última técnica o provocación (Po) que señalamos consiste en dividir el objeto de nuestro problema en fracciones o divisiones, sin importar que cada una de esas partes no tenga sentido por sí sola. Cuando volvamos a recomponer el objeto del problema, no lo haremos de forma convencional, sino siguiendo un patrón o modelo que no hayamos utilizado anteriormente.
Como hemos visto, el pensamiento lateral nos puede resultar tremendamente útil cuando nos enfrentamos a un bloqueo mental o cuando los métodos habituales no son útiles. Para De Bono, existen tres razones por las cuales no podemos avanzar en nuestro pensamiento: nos falta información, existe un bloqueo mental o lo obvio no nos deja contemplar una opción mejor. El modelo lateral nos puede ayudar casi siempre en los dos últimos casos.
Según el psicólogo, los modelos educativos han girado siempre en torno al pensamiento vertical, en torno a la secuencia lógica y racional de ideas. Sin embargo, es importante desarrollar la creatividad desde edades tempranas. En este sentido, De Bono afirma que el proceso creativo del pensamiento lateral se podría aplicar, aproximadamente, desde los 7 años.
De Bono Edward. 2006. El Pensamiento Lateral. Editorial Paidós Ibérica S.A.
De Bono, E., & Castillo, O. (1994). El pensamiento creativo. Editorial Paidós.
Michael Voldosina. 2010. Nuevos Acertijos de Pensamiento Lateral. RBA Libros S.A.