Las 9 partes de un volcán (y los 4 tipos que existen)

Una descripción de las 9 partes de un volcán, y los 4 tipos que existen, para entender cómo es uno de los espectáculos más mortíferos de la naturaleza.

Todas las partes de un volcán y la función que cumplen.
Todas las partes de un volcán y la función que cumplen. | Imagen de: Pixabay.

 

Tal y como ocurre con los icebergs, de los volcanes únicamente vemos el final de una compleja formación geológica subterránea. De hecho, las partes de un volcán van mucho más allá de una cima que expulsa lava, ya que estas estructuras rocosas se extienden kilómetros adentro en las entrañas de la Tierra. Conozcamos más del interior de estas maravillas geográficas.

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Las 9 partes de un volcán desde dentro hacia fuera

Desde lo profundo de la litosfera hasta el exterior, un volcán se compone de las siguientes zonas:

1. Cámara magmática

Es la parte del volcán que se encuentra más capas adentro en el subsuelo, incluso por debajo de la corteza terrestre. El grosor de la cámara magmática puede ir desde pocos kilómetros hasta abarcar varias decenas de terreno a la redonda (se han llegado a documentar algunas con un radio de más de 70 kilómetros).

En resumen, la cámara magmática es el lugar en el que se acumula el magma y que, alcanzada la suficiente presión, será arrojado hacia el exterior, pues esta cámara subterránea no está sellada por completo, sino que tiene una abertura por donde el magma se abrirá paso.

2. Domo

El domo es una de las partes del volcán que no está presente en todas estas formaciones geográficas, pues su configuración depende de la espesura de la lava que escupe. Se forma por lava que ha quedado endurecida tras una erupción y que, por su viscosidad, no ha podido descender por la ladera de la montaña. De esta manera, ésta se amontona y recubre las lindes del cráter sin diseminarse, perfilando el aspecto de la montaña, que puede llegar a ver aumentada su altura si el material ignífugo que ha escupido se enfría.

3. Dique

En vulcanología  se llaman ‘diques’ a las brechas internas que aparecen a medida que el magma se abre camino hacia la superficie terrestre. Estas partes de un volcán se crean debido a la presión que se produce desde el subsuelo, que se resquebraja. No obstante, el magma no siempre llega a hallar una vía de acceso hacia fuera. En caso de que ocurra, podemos hablar de ‘respiraderos’, fisuras por las cuales se alivia la presión interna ejercida por el magma y los gases tóxicos.

4. Chimenea

Es el conducto que enlaza la cámara volcánica con la salida a través del cual el magma asciende, acompañado de gases que también se expelerán cuando el volcán entre en erupción. A veces, es tal la virulencia con la que los volcanes entran en erupción, que consiguen también arrastrar trozos de las rocas que conforman el contorno de la chimenea. Esta cantidad de escombros vuela cielo arriba cuando la montaña ruge, para caer después en una mortal lluvia pedregosa de la que es mejor guarecerse.

5. Fisuras eruptivas

La chimenea no es la única de las partes de un volcán por las que el magma se libera. De hecho,  puede ocurrir que se abran nuevas vías diferentes de la chimenea principal, a través de las cuales se alivia la presión que esta masa de rocas derretidas y los gases producen. Se conocen como ‘fisuras eruptivas’, y pueden aparecer en la superficie del cono o alejadas del centro de la erupción, repartidas varios kilómetros alrededor.

6. Cono

El cono se encuentra en la superfície de la formación. Está compuesto de lava que se ha endurecido y de restos de roca volcánica eructados acumulados con el paso de los siglos, cincelando las faldas de la montaña. En función de sus diametro, se puede deducir si se trata de un volcán que ha tenido mucha actividad o poca

7. Caldera

Al ojo inexperto puede parecerle que se trata del mismo cráter, cuando es en realidad mucho más grande la boca de la cima. La caldera es un desnivel que aparece en el suelo terrestre cuando la cámara magmática ha soltado todo su contenido. Al vaciarse, queda un enorme hueco que se viene abajo porque la corteza terrestre pierde apoyo, dibujando una depresión natural que rodea al monte y cuya circunferencia puede ser tan amplia que únicamente sea visible a ojo de pájaro.

8. Cráter

La lava sale por el cráter, el boquete que ha resquebrajado la cima del monte. Formados hace millones de años por las explosiones internas de la montaña  que agrietaron el extremo de la chimenea, el cráter es, de todas las partes de un volcán, la que le otorga su reconocible aspecto.

9. Lava

Algunos vulcanólogos consideran que la lava no debe incluirse como una de las partes de un volcán per se. En cambio, otros sí lo hacen, pues opinan que es lo que define la existencia del volcán, aunque se trate de material que éste expulsa.

En definitiva, la lava es el nombre que recibe el magma que se ha acumulado bajo tierra cuando sale en la erupción. La diferencia es que, a medida que avanza por la chimenea y acaba saliendo, esta masa de roca fundida cambia su composición original, pues lo hace acompañada de vapores tóxicos y cascotes.  

4 tipos de volcán de acuerdo a su erupción

Atendiendo a la forma de deshacerse de su contenido, podemos distinguir 4 tipos de volcán en el planeta. Estas son sus características principales:

Los 4 tipos de volcán que existen, según la forma.
Los 4 tipos de volcán que existen, según la forma. | Imagen de: Edu.cat

 

1. Estromboliano

A diferencia de otros tipos de volcán, los estrombolianos eructan lava más densa y amontonan tal cantidad gases bajo el subsuelo, que la presión llega a ocasionar estallidos subterráneos.

Cuando se expulsa, debido a su compacidad, la lava desciende a poca velocidad por la ladera, pero se queda alrededor del cráter al no fluir lo suficiente. En cuanto se enfría, se endurece y reviste el perfil del volcán con una nueva capa de rocas.

2. Hawaiano

Por su parte, los volcanes hawaianos no generan tantos gases, así que su actividad interior no es tan violenta. Por ello, la lava es mucho más fluida y puede liberarse en ríos que van talud abajo sin mayores complicaciones, extendiéndose más allá de las faldas del volcán.

3. Peleano

En estos tipos de volcanes, la lava que sale es muy pastosa. Si logra ver la luz, avanza lenta pero inexorable a través de la chimenea, produciendo a su paso una gran cantidad de gases ponzoñosos. No obstante,  la elevada densidad que alcanza la lava puede taponar la salida, haciendo que estas emisiones abran nuevas vías a lo largo de la superficie terrestre, haciendo irrespirable el aire de la zona.

4. Vesubiano 

Nombrado por el terrible volcán que sepultó bajo un manto de cenizas a los habitantes de Pompeya y Herculano, los vesubianos almacenan una enorme cantidad de gases que explosionan como nubes de ceniza. Al estallar por los aires, llueven las cenizas y sedimentos arrojados. La lava, por su parte, es de tal viscosidad que termina por solidificarse con cierta rapidez, si bien genera gases internos que surgen de los ríos de lava que corren.

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