A grandes rasgos, el muestreo es la técnica en estadística para seleccionar una muestra de población estadística. También podríamos explicarlo de la siguiente manera: podemos estudiar un pequeño grupo de población para extraer información o conclusiones (datos demográficos, hábitos de consumo, etc.), necesitamos que ese pequeño grupo de personas sea representativo de toda la población. El método para elegir ese grupo, de modo que sea representativo para el resto de población, es el muestreo.
La RAE ofrece la siguiente definición:
“Acción de escoger muestras representativas de la calidad o condiciones medias de un todo”.
Para conocer una serie de variables o datos acerca de la población podemos analizar la población en su conjunto. Sin embargo, hay veces en las que no es posible realizar un censo completo, ya sea porque el conjunto de población es demasiado grande o porque no disponemos de los medios necesarios y los datos que obtengamos podrían ser incompletos o estar llenos de errores.
Una buena manera de medir variables de la población es escoger una muestra que represente a todo el conjunto. De este modo, el estudio o análisis estadístico será más preciso, barato y nos llevará mucho menos tiempo. En este punto, debemos plantearnos dos cuestiones:
A partir de las dos cuestiones anteriores, se nos abre un abanico de estrategias de muestreo. Cada uno de estos tipos se puede utilizar en un caso concreto y conlleva una serie de ventajas e inconvenientes. Los analizamos todos.
En primer lugar, enumeramos todos los tipos aleatorios. Como se puede deducir del nombre, todos los individuos de la población tienen la misma probabilidad de ser escogidos para una muestra, sin tener en cuenta sus peculiaridades. Se realiza generando números aleatorios, normalmente mediante sistemas informáticos. Suele ser un método más costoso y lento.
Este es el método más simple de toda la lista. Se le asigna un número a cada individuo del total de población y mediante un proceso aleatorio se escogen a tantos individuos como sea preciso para estudiar sobre la muestra.
Como en el caso anterior, asignamos un número a todos los individuos de la población. Escogemos a uno de ellos y el resto de individuos de la lista se añaden siguiendo un orden respecto al primero (cada x números o un múltiplo x). Debemos comprobar que la peculiaridad que estudiamos no coincida con la periodicidad.
Este método consta de dos fases. En la primera, separamos el total de la población según diferentes categorías o criterios. Estas categorías deben ser bastante amplias y homogéneas, por ejemplo el sexo o el estado civil. Posteriormente, escogemos aleatoriamente varios individuos de cada grupo hasta alcanzar los necesarios para completar la muestra.
En primer lugar, dividimos la población en varios grupos o conglomerados según sus características. Después se analiza cada grupo para determinar cuáles tienen más representatividad respecto del total, mientras que los demás quedan descartados. Finalmente, seleccionamos un individuo de cada grupo de forma aleatoria. Con frecuencia, dichos grupos representan zonas geográficas.
En ocasiones es necesario combinar dos o más de los métodos de muestreo antes expuestos para obtener una representatividad elevada.
El segundo gran grupo de estrategias son las no probabilísticas, aquellas en las que se escoge a los individuos de la muestra siguiendo unos criterios determinados. Los grupos escogidos tienen menos probabilidades de ser representativos del conjunto, pero por lo general son métodos más baratos.
En este caso no interviene el azar, sino que es el criterio del propio investigador el que determina qué individuos pueden formar parte de la muestra y serán representativos de la población. Por lo tanto, nunca se puede calcular de forma exacta cuál es el grado de representatividad. Es poco común y debe plantearse cuando no hay una estrategia mejor.
También llamado muestreo accidental, guarda ciertas semejanzas con el muestreo aleatorio estratificado, pero elimina el componente aleatorio. Primero dividimos el total en varios grupos de individuos con unas características comunes y después se eligen los primeros que reúnen dichas características. Un ejemplo sería una encuesta a los residentes de Barcelona que tengan entre 25 y 30 años.
Primero se eligen a unos individuos siguiendo unos determinados criterios. Como si se tratara de una bola de nieve deslizándose por la ladera, dichos individuos nos conducen a otros, siguiendo una cadena hasta llegar al total de la muestra. Se utiliza con grupos de individuos muy reducidos o marginales.
Casal, J., & Mateu, E. (2003). Tipos de muestreo. Rev. Epidem. Med. Prev, 1(1), 3-7.
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